Ciudad de México, 23 de marzo (SinEmbargo).- En México, ocurren hasta 20 mil muertes anuales relacionadas con la contaminación del aire, por lo que asociaciones civiles, investigadores, empresarios y autoridades gubernamentales, elaboraron una serie de estrategias para atacar este problema a través de la modificación de normas oficiales, implementación de tecnología y combustibles limpios y una mejora en la información que se le da a los habitantes sobre los riesgos a la salud que que esto implica.
Dichas estimaciones fueron realizadas por el Instituto para la Salud, Métrica y Evaluación (IHME, en inglés) de la Universidad de Washington, quienes también alertan que a nivel mundial ascienden a 3 millones las muertes prematuras por esta causa, y se informaron durante el encuentro “Hacia Ciudades Saludables y Competitivas”, en el que participó un pánel de investigadores.
Ahí se presentó una propuesta de Índice Nacional de Calidad del Aire que lleva por nombre “Respira”, que permitirá informar a los mexicanos los niveles de contaminación atmosférica y los impactos a la salud. De acuerdo al investigador del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), José Luis Texcalac Sangrador, su objetivo es que sea un “indicador de la calidad del aire de representación nacional, que permita informar a la población de manera clara, oportuna y continua, sobre los niveles de contaminación atmosférica, los probables daños a la salud que ocasiona y las medidas de protección que puede tomar”.
El especialista detalló que también se está proponiendo que el Índice emita pronósticos, a fin de que la ciudadanía conozca un día previo la calidad del aire y pueda planear actividades. Dicho medidor trabaja con cuatro niveles de riesgo: riesgo aceptable, riesgo moderado, riesgo alto y riesgo muy alto.
Durante la conferencia de prensa, la doctora Yesennia Sánchez Pérez del Instituto Nacional de Cancerología (Incan) expuso que entre los grandes peligros a la salud están las partículas contaminantes suspendidas en el aire, ya que son factor de riesgo para contraer cáncer de pulmón, mama y gástrico.
La especialista puntualizó que para evaluar la calidad del aire es importante considerar los contaminantes criterio, conformados por Monóxido de Carbono, Bióxido de Azufre, Bióxido de Nitrógeno, Plomo, Ozono y material particulado.
Dichos componentes se asocian además con ataques de asma, infecciones respiratorias, bronquitis crónica, disminución de función pulmonar y reducción de la variabilidad cardíaca.
En su intervención la Dra. María Amparo Martínez Arroyo, Directora General del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) habló de la urgencia de comunicar a la gente los riesgos generados por la mala calidad del aire, por lo que el Instituto está impulsando el programa “Ciudades Sustentables bajas en carbono”, que tiene como objetivo fortalecer los sistemas de monitoreo atmosférico así como el Índice de Calidad del Aire.
Para las organizaciones civiles participantes en el encuentro, además de comunicar los índices de las emisiones de contaminantes y los daños a la salud que provocan, es prioridad generar políticas públicas, así como normas que contribuyan en reducir dichas emisiones, y sobre todo ayuden a revertir las cifras de decesos asociados a la mala calidad del aire.
Stephan Brodziak, investigador en Calidad del Aire de El Poder del Consumidor dijo en el encuentro que desde hace dos años se inició un diálogo entre representantes del sector público, la iniciativa privada, la academia y la sociedad civil, “coincidiendo en la trascendencia de impulsar estrategias para reducir los impactos de la contaminación atmosférica en la salud, la competitividad y el medio ambiente”.
Por su parte, Leticia Pineda, analista del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) dijo que actualmente se está trabajando con la Semarnat para actualizar las normas que regulan las emisiones de los vehículos ligeros, como la norma 042 que establece los límites de emisiones de monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno y partículas; así como la norma 163 que busca reducir el consumo de combustible.
Dicha estrategia integral está agrupada en tres líneas : actualización y creación de normas y fortalecimiento de sus mecanismos de aplicación; gestión vehicular de flota, tecnología y combustibles limpios e información, comunicación y participación, las cuales abarcan 12 propuestas, las primeras, con miras a cumplirse este mismo año.
Se espera que para el cumplimiento y avance de estos acuerdos se unan estancias gubernamentales como las Secretarías de Energía (Sener), la del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), de Salud (SSa), de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y de Educación pública (SEP), así como la Comisión federal de Mejora Regulatoria (Cofemer) y la de Protección contra los Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Entre las más próximas están la renovación de la flota para controlar las emisiones de diésel, fortalecer el monitoreo de la calidad de aire y mejorar los sistemas para darla a conocer, así como implementar mayores esfuerzos de investigación.
Brodziak, informó que los niveles de calidad del aire varían según la ciudad y el contaminante, por ejemplo, el Distrito Federal, es la entidad con mayor presencia de Ozono, mientras que Monterrey lo es en material particulado. La zona metropolitana de Guadalajara, Toluca y Mexicali, figuran también entre las más contaminadas.
