Para los legisladores panistas, ahora la culpa de que no se pueda trabajar en los recintos de la Cámara de Diputados y de la Cámara de Senadores, debido a las protestas de los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) tiene un solo responsable: Miguel Ángel Mancera Espinosa.

Lo dicen, luego de que el miércoles pasado, los maestros de la CNTE cercaron e impidieron el paso al Palacio Legislativo de San Lázaro, lo que obligó a los diputados a sesionar en el Centro de Convenciones Banamex, de la Ciudad de México, y más importante aún: a posponer hasta el próximo periodo extraordinario de sesiones la Ley del Servicio Profesional Docente, que plantea regular la evaluación de los profesores.

Es decir, fueron los propios legisladores los que retiraron el dictamen de la Ley del Servicio Profesional Docente de la agenda, por presiones de esta organización. Pero, además, no sólo por las acciones de la CNTE sino, como informaron expertos cercanos a este tema, por una negociación que se dio en cortito, ahí en lo oscurito, en las oficinas de los diputados más influyentes en el Cámara Baja.

Sin embargo, toda ocasión es buena para sacar raja política y los panistas del grupo ligado a Felipe Calderón Hinojosa saben un rato de esas cosas.

Ayer, lo maestros disidentes consiguieron evitar que se realizara, por segunda ocasión en esta semana, la sesión del periodo extraordinario en el Senado de la República, ubicado en el Paseo de la Reforma. Ahí también impusieron un cerco e impidieron que trabajadores y legisladores entraran al lugar.

Gran parte de los senadores se concentraron en el restaurante El Emporio, hasta donde los manifestantes llegaron para protestar contra ellos e incluso rompieron los cristales de sus instalaciones.

Eso generó que el presidente del Senado, el panista Ernesto Cordero Arroyo, planteara que los maestros de la CNTE no están doblando al Congreso, sino a Mancera Espinosa: “A quien están doblando es al Jefe de Gobierno”, dijo indignado por la situación.

“Se le solicitó el apoyo desde hace varios días, pero vemos que no hicieron bien su trabajo, permitieron que nos cerraran los acceso. Ahora estamos exigiendo que nos garanticen acceso al Senado de la República, que nos deje hacer nuestro trabajo”, añadió el Senador blanquiazul.

Otro de los senadores panistas ligados a Calderón Hinojosa e incondicional de Cordero, Javier Lozano Alarcón, se unió a las críticas contra Mancera. Pero antes, por la mañana, se inconformó por cómo la prensa trató en sus portadas del jueves el tema de diferir el dictamen de la Ley del Servicio Profesional Docente. En su cuenta de Twitter [@JLozanoA] escribió: “¡Que vergüenza! Todos los periódicos destacan que la CNTE pudo más que el Congreso. Cambian diputados sede y cede #PRI en #ReformaEducativa”.

Luego, a lo largo del día, presumió el artículo “El miedo a gobernar”, que dedicó para criticar a Miguel Ángel Mancera por lo que ha sucedido en los dos últimos días por las protestas de la CNTE en la Ciudad de México: “La respuesta del Gobierno del Distrito Federal ha sido tibia como tibia es la gestión de Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno que llegó con una alta votación apenas comparable con la elevada expectativa que despertó. Tiene miedo y se le nota. Lo transpira. Recurre el alcalde al vago expediente de que en esta ciudad las cosas se arreglan dialogando; que no habrá represión y que, en todo caso, se trata de conflictos generados en otra oficina del ámbito federal. Hace mutis”, escribió el Senador poblano.

En otro Twitter planteó: “Increíble que @ManceraMiguelMX no nos brinde condiciones mínimas para trabajar, y no solo a los senadores. ¡A todos los capitalinos!”.

Ante esta situación, Mancera Espinosa ofreció a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación una mesa de diálogo en las oficinas del GDF, como un espacio neutral para negociar una salida al conflicto, en la que también podrían participar los senadores.

Sí, esos senadores que han sido incapaces de negociar y convencer, por medio del diálogo, a los quejosos.

Miguel Ángel Mancera también pidió a los legisladores –sin mencionar directamente a los panistas que lo acusan– poner “disposición política” para resolver este problema y llamó a los profesores inconformes a evitar confrontaciones y actos de violencia que pongan en riesgo el patrimonio y a las personas que viven y transitan en la Ciudad de México.

Para los legisladores es fácil en este momento acusar al Jefe de Gobierno del DF de las consecuencias que generan las protestas, por decisiones que ellos toman y que sus partidos han concedido en el Pacto por México.

Sin eximir de la responsabilidad que le toca a Mancera Espinosa en la aplicación de la ley para mantener el orden público en la capital del país, sería bueno que los legisladores, esos que tanto se quejan de que no pueden “trabajar”, expliquen por qué cedieron en la parte medular de la Reforma Educativa… y no por las presión de la calle, sino por la que se ejerció en sus propias oficinas.

Redacción/SinEmbargo

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