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“El sistema causa estas muertes”, dice Alyssa Milano en un texto para Jakelín Caal, maya, de 7 años

23/12/2018 - 3:36 pm

Milano recuerda que los agentes fronterizos patrullan en el desierto y destrozan las garrafas de agua, los alimentos y las mantas que otras personas han dejado para que lo puedan utilizar aquellas personas sedientas, hambrientas y amenazadas. No hay muchos registros de todo esto, pero Naciones Unidas estima que 412 migrantes murieron en el desierto en 2017, lo que significa más muertes que el año anterior.

Ciudad de México, 23 de diciembre (SinEmbargo).– La activista y actriz Alyssa Milano escribió para The Guardian un texto en donde narra la historia de Jakelín Caal Maquín, la niña guatemalteca de 7 años de edad quien murió por deshidratación a bordo de una patrulla luego de ser retenida por agentes fronterizos de Estados Unidos. Milano, como muchos otros estadounidenses, han tomado el caso en sus propias manos y están movilizados.

En el texto, Milano recuerda que Jakelín Caal Maquín viajó más de 3 mil kilómetros desde Guatemala antes de conseguir alcanzar la frontera. Se fue con su padre de Raxruhá, una ciudad maya remota y pobre.  Su familia sobrevivía con 5 dólares al día y vivía en una casa de paja con suelo de tierra. El día que su padre le dijo que iban a hacer una especie de caminata hasta EU, ella saltó de alegría.

Cruzó México con un coyote, al que su familia debe dinero, probablemente enfrentándose a muchos peligros: violencia, intimidación, duras condiciones y miedo constante. Cumplió siete años en medio del viaje.

Aún con todo, sobrevivió. Cruzó la frontera de Nuevo México con un grupo de 163 personas y fue detenida por agentes fronterizos el pasado 6 de diciembre. Murió 48 horas después de deshidratación cuando era custodiada por agentes fronterizos de Estados Unidos. La menor fue asegurada dentro de una patrulla que alcanzó la temperatura de 40º centígrados. Sufrió dos infartos, vomitó y dejó de respirar. Su cerebro se hinchó y su hígado falló. Murió en un hospital de El Paso.

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EU tardó una semana en dar a conocer los detalles de su muerte. La culpa cayó inmediatamente sobre su padre, Nery Gilberto Caal Cruz. La jefa del Departamento de Seguridad Nacional Kirstjen Nielsen dijo que la pareja no debería haber cruzado la frontera. “Esta familia eligió cruzar ilegalmente”, dijo. “No puedo dejar de recalcar lo peligroso que es este viaje cuando los migrantes eligen venir de manera ilegal”.

La Casa Blanca tampoco asumió ninguna responsabilidad, sino que culpó a Cruz por la muerte de su hija.

“Estos son los arquitectos de un sistema que sistemáticamente no deja a los migrantes más opción que cruzar el desierto. ¿La alternativa? Un punto de entrada taponado como el de Tijuana, donde hay más de 5 mil personas esperando para empezar el proceso de asilo, atrapadas en una ciudad de altos índices de criminalidad, especialmente peligrosa para las mujeres y los niños”, escribe Milano.

La activista recordó que miles de inmigrantes sufren diario las consecuencias de enfrentarse con una patrulla fronteriza que hace todo lo posible porque los migrantes no logren su cometido de llegar a Estados Unidos.

Milano recuerda que los agentes fronterizos patrullan en el desierto y destrozan las garrafas de agua, los alimentos y las mantas que otras personas han dejado para que lo puedan utilizar aquellas personas sedientas, hambrientas y amenazadas. No hay muchos registros de todo esto, pero Naciones Unidas estima que 412 migrantes murieron en el desierto en 2017, lo que significa más muertes que el año anterior.

“La muerte dentro de un sistema así no es un accidente. Un sistema de migración que restrinja la entrada legal y que lo que sí garantiza es la deshidratación y la detención de los que cruzan de otra manera, naturalmente va a tener resultados fatales. De hecho, el sistema tiene la intención de aumentar estos peligros y luego hacérselo saber a los que los siguen. Las muertes en sí mismas funcionan como factor disuasorio“.

Al día siguiente de la noticia de la muerte de la menor, el ex congresista Jason Chaffetz dijo que Jakelín no debería haber intentado migrar y que otros deberían tener cuidado con su destino. “Ese debería ser el mensaje”, dijo. “No hagas ese viaje, te matará”.

La actriz recordó que además de la muerte de Jakelín otras 74 personas han perdido la vida en centros de detención de migrantes desde 2010.

Milano pidió revisar el proceso de admisión de migrantes, pues dijo, no se puede bloquear los puntos de entrada, negar arbitrariamente las audiencias de asilo que deben ser otorgadas, empujar a la gente a que cruce el desierto y luego tratarles mal cuando lo logra. “Hay que abolir las hieleras, acabar con las colas kilométricas, hay que acabar con la destrucción de suministros”.

“Nuestro sistema está diseñado para que se produzcan esas muertes, pero no tiene por qué ser así. Un sistema ideado de otra manera trataría a los migrantes con dignidad y garantizaría su tránsito seguro, evitando muertes como la de Jakelín. En lugar de eso, se ha configurado para que todos los peligros se amplifiquen como herramienta disuasoria contra cualquiera que sueñe con venir a nuestro país”.

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