Hábitat

Amecameca acoge el mayor Bosque de Árboles de Navidad con el sistema “escoge y corta”

23/12/2022 - 11:38 am

En Amecameca, Estado de México, se ubica el Bosque de los Árboles de Navidad a lo largo de 500 hectáreas, la plantación más grande a nivel mundial del sistema de “escoge y corta” tu propio árbol. Durante todo el año, con captación pluvial realizan labores de reforestación y para 2023 prevén plantar 100 mil árboles vikingo y canadiense.

Amecameca, Estado de México, 23 de diciembre (SinEmbargo).– Entre los volcanes del Popocatépetl y el Iztaccíhuatl, en el Bosque de los Árboles de Navidad se reforesta durante todo el año con agua de lluvia capturada, después de que las familias acuden a cortar y llevarse su pino para celebrar las fiestas decembrinas.

“Plantamos más de lo que se llevan. Más que ser un depredador, que digan que están deforestando, es al revés, nosotros aquí hacemos mucho oxígeno”, dijo Santos Espinoza, colaborador del bosque durante una entrevista en el área semillera con conos de pinos tirados en el pasto.

El proyecto privado comenzó alrededor de la década de los setenta en terrenos de cultivos desgastados que se recuperaron con composta y, aunque hasta la fecha no cuenta con ningún subsidio gubernamental, fue expandiéndose poco a poco contrario a lo previsto por los pobladores aledaños que advirtieron que en la zona no podían darse pinos de este tipo.

Desde las siete de la mañana, comienzan las labores de reforestación de todo un año. Foto: Crisanto Rodríguez, SinEmbargo.

A lo largo de 500 hectáreas en la primera y segunda sección del bosque, trabajadores laboran desde las siete de la mañana para preparar el suelo y sembrar con semillas de pino –previamente preparadas en vivero– los tipo vikingo y canadiense (que imitan en el artificial). Así ofrecen cada fin de año la plantación con el sistema “escoge y corta” más grande del mundo.

“Esta plantación es la más grande a nivel mundial en el sistema ‘escoge y corta tu árbol’. Hay plantaciones más grandes, pero son de mata raza, que llegan y cortan todos; aquí van cortando según el gusto de cada cliente”, celebró.

En la primera sección, la más grande, se cuenta con un bazar navideño y área de comida. En la segunda, sólo se acude a cortar y apreciar los volcanes. Pero este año, luego de la pandemia, las familias acudieron desde finales de noviembre y se agotaron rápidamente, muestran los letreros de la entrada con una icónica imagen de ardilla. Para 2023, los colaboradores del bosque prevén plantar alrededor de 100 mil árboles de navidad.

DE LA SEMILLA A SU CASA

Después de que cientos de familias acuden al Bosque de Árboles de Navidad para escoger, comprar, cortar su pino y la temporada finaliza, los colaboradores aprovechan la derrama económica para comenzar el proceso de reforestación y sembrar con agua pluvial más pinos de los cortados durante el resto del año.

Con un cono de pino en la mano, el colaborador Santos Espinoza explicó que dentro de sus escamas hay una semilla con un ala. Si son fértiles, las introducen en el vivero para producir la cosecha de árboles de navidad o el mismo viento funge como polinizador en las hojas de arriba.

“De que germina la semilla a que el árbol está listo para la venta son alrededor de ocho años”, afirmó. “En esta área semillera me ha tocado ver en las mañanas cómo el flujo del aire con el polen gira y se deposita en las hojas de arriba, lo que es maravilloso”.

Las dos secciones del Bosque de Árboles de Navidad se riegan a través de agua pluvial captada. Foto: Crisanto Rodríguez, SinEmbargo.

En las dos secciones del bosque no cuentan con ningún tubo ni pozo. Captan el agua pluvial con ollas de almacenaje que van administrando durante el año para poder regar los árboles “lo más eficiente que se pueda porque sí es mucha agua la que se necesita”.

Actualmente, finales de diciembre, ya comenzaron a limpiar el área de los pinos para que no tengan competencia con pastos y puedan almacenar su agua. Además, cuentan con la guía de un biólogo, José Cebrián, para evitar plagas como hongos o insectos. “Es el doctor de cabecera de los arbolitos”, planteó Santos.

De la semilla a la venta, un árbol de navidad está listo en ocho años. Foto: Crisanto Rodríguez, SinEmbargo.

Luego del recorrido por el área semillera y mostrar cómo van brotando árboles nuevos incluso a lado de troncos ya cortados, Santos reflexionó que es todo un año de trabajo duro en el campo, pero con grandes satisfacciones.

“Un bosque natural tiene ciertas necesidades de cuidados, por ejemplo, incendios y tala. Nosotros cuidamos aquí; las personas también podemos hacer cosas muy buenas”, afirmó.

Dulce Olvera
Reportera de temas de crisis climática, derechos humanos y economía. Egresada de la FCPyS de la UNAM.
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