Cines alemanes encenderán sus luces de forma simbólica en la víspera de la edición virtual de Berlinale

24/02/2021 - 2:14 pm

La iniciativa fue presentada hoy por la Asociación de Cines Gilde y su objetivo es reclamar al menos una hoja de ruta para la reapertura de las salas, cerradas como todo el ocio y la vida cultural alemana desde principios de noviembre.

Berlín, 24 de febrero (EFE).- Unas 300 salas de cine de toda Alemania encenderán sus luces el domingo, de forma simbólica, tras cuatro meses de cierre por las restricciones a causa del coronavirus y en la víspera de la Berlinale, este año en formato virtual también por la pandemia.

Esta iniciativa, bautizada como “El cine se ilumina. Por ti”, tendrá lugar un día antes del inicio del festival, que en su 71 edición será en formato reducido, sin invitados y sin presentaciones, con pases para el sector del cine y la prensa acreditada.

La iniciativa fue presentada hoy por la Asociación de Cines Gilde y su objetivo es reclamar al menos una hoja de ruta para la reapertura de las salas, cerradas como todo el ocio y la vida cultural alemana desde principios de noviembre.

La próxima semana, coincidiendo con el festival de cine, tendrá lugar una reunión entre la canciller alemana, Angela Merkel, y los líderes regionales para abordar los siguientes pasos a dar ante el coronavirus.

La incidencia acumulada de contagios se sitúa algo por debajo de los 60 casos semanales por 100 mil habitantes, frente al pico de 197.6 positivos que se registró el 22 de diciembre.

Pese a todo, Merkel sigue la línea de la máxima cautela, ante el temor a que se disparen los contagios por la extensión de nuevas variantes más agresivas de la COVID–19.

La vida pública alemana está casi paralizada desde noviembre, cuando, además de la cultura y el ocio, se cerró la restauración, a lo que se sumó en diciembre la clausura de los comercios no esenciales.

Esta semana se reanudaron parcialmente las clases presenciales en casi todo el país y el lunes reabrirán peluquerías, centros de jardinería y bricolaje en algunos estados federados.

Para el sector del cine no hay una perspectiva de reapertura; lo único que ha avanzado Merkel es que la reactivación de la cultura empezará por museos y galerías de arte, si se estabilizan los niveles de incidencia por debajo de los 35 casos semanales.

UN FESTIVAL SIN ALFOMBRA ROJA NI ESTRELLAS

La edición virtual de la Berlinale durará cinco días, de lunes a viernes, frente a los diez habituales, y habrá quince películas a concurso en su sección oficial, cuando lo normal es una veintena.

Entre las seleccionadas están Una película de policías, del mexicano Alonso Ruizpalacios; Nebenan, el debut como director del actor hispano-alemán Daniel Brühl, e Introduction, del surcoreano Hong Sang-soo.

No se proyectarán en salas de cine, sino que accederán a ellas en formato virtual los profesionales del sector y prensa.

Tampoco habrá invitados, conferencias de prensa ni galas presenciales.

El objetivo de los directores del festival, la holandesa Mariette Rissenbeek y el italiano Carlo Chatrian, es dar al menos una señal de impulso al castigado sector del cine.

La Berlinale fue el último gran festival europeo que pudo celebrarse con normalidad en 2020, semanas antes de los cierres por la covid.

Ahora, tras meses de parón para todo el sector, no se ha planteado acto presencial alguno, aunque sí se ha programado un festival de verano, abierto al público, en junio.

Ahí se proyectarán las películas de todas las secciones -un total de 166- y también se entregarán los Osos, aunque sus ganadores se darán a conocer el viernes de la próxima semana.

Además de los filmes mencionados, competirán en la sección oficial Albatros, de Xavier Beauvois; Petite Maman, de Celine Scianma, y la coproducción Memory Box, de Joana Hadjithomas y Khalil Joreige.

El cine alemán estará representado por Brühl, así como Dominik Graf, con la película Fabian; Maria Schrader, con Ich bin dein Mensch, y María Speth, con Herr Bachmann und seine Klasse.

El cine iraní, ganador en 2020 del Oso de Oro con There is no evil, de Mohammad Rasoulof, vuelve a concurso con Ballad of a white cow, una coproducción con Francia dirigida por Behtash Sanaeeha y Maryam Moghaddam.

Tampoco el jurado encargado de repartir los premios responderá al esquema habitual, ya que no tendrá un presidente, sino que estará integrado por seis directores que ya ganaron en ediciones anteriores su Oso.

Junto a Rasoulof -Oro en 2020- integrarán el equipo el israelí Navad Lapid (Oro 2019 con Synonyme), la rumana Adina Pintilie (en 2018, con Touch me not), la húngara Indikó Enyedi (en 2017, con Body and soul), el italiano Gianfranco Rosi (Fire at sea, 2016) y la bosnia Jamila Zbanic (en 2006, con Grbavica).

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video