México

Fiscal y Gobernador de Guerrero culpan al Edil de su muerte: “fue a deshoras a zona peligrosa”

24/07/2016 - 5:19 pm

Héctor Astudillo Flores y su Fiscal, Xavier Olea coincidieron en que el Alcalde de Pungarabato tomó “la mala decisión” de viajar “en horas inconvenientes en una zona de alta peligrosidad”. Ambos se deslindaron de las acusaciones de no haberle proporcionado mayor seguridad cuando el Edil denunció amenazas por parte del crimen organizado, pues, aseguraron, hasta su familia contaban con elementos de la Policía Estatal para su seguridad.

Ciudad de México, 24 de julio (SinEmbargo).- El Gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, y el Fiscal General del estado, Xavier Olea Peláez, dijeron que Ambrosio Soto Duarte, Alcalde de Pungarabato, asesinado la noche de ayer en Michoacán, se arriesgó al viajar “a deshoras” en una “zona peligrosa a sabiendas de que había sido amenazado”.

Héctor Astudillo dijo en conferencia de prensa que la Policía Estatal recomendó al Alcalde que no saliera de Ciudad Altamirano, por lo que “llama la atención” que lo haya hecho, “en horas inconvenientes en una zona de alta peligrosidad” y a pesar de las amenazas.

“Llama la atención que haya realizado el viaje en donde perdió la vida, a sabiendas de que había sido reiteradamente amenazado, como él mismo lo señaló, por un grupo delictivo y que dicho viaje lo haya hecho en horario inconveniente y en una zona de alta peligrosidad”, afirmó el Gobernador.

Con respecto a las acusaciones de que su Administración no le proporcionó mayor seguridad a Soto Duarte, Astudillo Flores aseguró que desde que este denunció ser víctima de amenazas recibió apoyo tanto del Gobierno del estado como del federal.

El mandatario estatal detalló que Soto Duarte fue a Huetamo, Michoacán, con el propósito aparente de acudir a un negocio particular establecido en ese lugar, y pidió que los elementos de la Policía Estatal se quedara con su familia, y que él fuera escoltado por dos elementos federales.

A su regreso a Ciudad Altamirano, explicó, alrededor de las 22:30 horas a la altura del lugar conocido como Las Curvas del Cajón, el Alcalde y sus dos escoltas fueron agredidos por individuos a bordo de dos camionetas que atravesaron en la carretera.

Astudillo insistió que tanto Ambrosio Soto como su familia, contaban con elementos de la Policía Estatal para su seguridad.

Por su parte, el Fiscal General de Guerrero, Xavier Olea, dijo en una breve entrevista con Milenio que “lamentablemente [el Alcalde] tomó una decisión de ir a deshoras a Ciudad Altamirano a sabiendas de que había sido amenazado. De noche para cualquier ciudadano es peligroso viajar, no sólo por seguridad sino por cualquier eventualidad”.

El Fiscal aseguró que luego de que el Alcalde de Pungarabato denunció haber recibido amenazas del crimen organizado, el Gobierno de Guerrero le proporcionó una escolta con seis elementos de la Policía Estatal.

“Él lo había manifestado personalmente, que había sido amenazado por algún grupo delincuencial, fue previo a eso que se le proporcionó al seguridad necesaria tanto para él como para su familia… Desde enero, el Gobierno del estado le proporcionó un batallón, seis personas, de Policía Estatal”.

El fiscal de Guerrero afirmó que está trabajando en conjunto con la Fiscalía de Michoacán para esclarecer las líneas de investigación y añadió que es muy pronto para indicar que algún grupo delictivo haya perpetrado el ataque.

Olea explicó que próximamente dará una conferencia conjunta con el Procurador de Michoacán, Martín Godoy.

La noche de ayer, Ambrosio Soto circulaba por una carretera limítrofe con el estado de Michoacán, en una región azotada por la violencia de organizaciones criminales, cuando un comando interceptó su vehículo disparando en varias ocasiones.

Hace dos semanas, el Alcalde había denunciado la situación que vivía. “Mataron a mi primo, estoy amenazado por la delincuencia organizada. Ya es hora de actuar señor presidente”, escribió en su cuenta de Twitter. Su primo, que también era su chofer, apareció muerto en un basurero.

Guerrero y Michoacán son dos de los estados más peligrosos del país. “Hacemos un enérgico llamado al Gobierno federal para que tome en sus manos la investigación”, reclamó el Partido de la Revolución Democrática (PRD) guerrerense.

-Con información de El Sur y DPA. 

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