Ciudad de México, 24 de octubre (SinEmbargo).- Un problema recurrente en deportes como el futbol americano o el hockey son los golpes en la cabeza. En estos casos, ya sea que los jugadores se den cuenta que sufren o no una conmoción, la reacción inicial de algunos de ellos es no comunicarlo porque no quieren abandonar el terreno de juego. Si bien ya existen algunos dispositivos montados en los cascos que detectan e informan de tales impactos, una nueva tecnología promete ser mucho más versátil y, sobre todo accesibe para otras disciplinas en las que se involucre poco equipamiento.
Es así que FITGuard se trata de una tecnología construida dentro de una pieza bucal que, de acuerdo con (Force Impact Technologies), la compañía desarrolladora, se trata de un mejor enfoque para este tipo de dispositivos, publicó el sitio Gizmag.
Entre otras cosas, FITGuard contiene acelerómetros que miden la aceleración lineal y angular. Cuando los sensores detectan un impacto que supera un umbral de seguridad establecido para un jugador en particular (basado en factores como la edad, el peso y el sexo), una fila de LEDs en el protector bucal se vuelve roja. Al mismo tiempo, se envía una alerta de baja energía vía Bluetooth a una aplicación en el smartphone del entrenador o cualquier otra persona que se encuentre supervisando las acciones del encuentro.
No obstante, en caso de que el impacto no supere el umbral, los LED del detector registrarán la actividad con color verde. Así mismo, los entrenadores podrán recibir de todas maneras una notificación, haciéndoles saber el estado del atleta. En cualquier caso, todos los datos de los portadores del FITGuard se almacenan en la nube, en caso de que tenga que ser revisados posteriormente. También se utiliza para construir la base de datos FITGuard, de modo que la exactitud de los umbrales puede ser afinado con el tiempo.
Según los diseñadores del FITGuard, un estudio realizado en 2013 en la Universidad de Stanford determinó que los sensores ubicados en el protector bucal eran mejores que las unidades montadas en un casco a la hora de estimar las fuerzas de impacto en el cerebro. Esto se debe aparentemente a los acelerómetros de este este sensor que se encuentran más cerca de los molares traseros, los cuales están unidos a la base del cráneo.
Por otra parte, la naturaleza de este sensor hace más fácil para que los atletas se mantengan con él puesto y de llevar de juego en juego, además de que pueden ser utilizados en deportes de contacto en los que no se requiera llevar casco como el futbol o el hockey sobre pasto. así mismo, junto con las configuraciones basadas en los datos de cada atleta, también existe una configuración preestablecida.
(Force Impact Technologies) está recaudando fondos para la producción de su dispositivo, en Indiegogo. De esta manera, una aportación de 99 dólares (mil 340 pesos aproximadamente) aseguraran al donante un ejemplar en caso de que se cumpla el objetivo de financiación, aunque el precio por unidad disminuye si varios FITGuards son ordenados antes de su producción en masa.
