México

Trabajadores de gobierno en Chiapas rocían con insecticida a los migrantes de la caravana

24/10/2018 - 10:00 am

La fumigación se dio luego de que la Caravana Hondureña y la de Madres de Migrantes desaparecidos se juntaron en el municipio de Huixtla. El gas que se roció es ligeramente tóxico, por lo que no debe estar en contacto con la piel humana. Sin embargo, los trabajadores caminaban entre la gente rociándolo sin ninguna medida de seguridad.

Los hondureños denunciaron que ni si quiera se les avisó para que las madres con niños tuvieran oportunidad de alejarse de ahí. Aseguraron que un niño se estaba ahogando por el humo. “Lo que se mira ofensivo es que justamente pasan por la orilla donde está la gente”, reclamó un migrante.

La madrugada de este miércoles, la Caravana ha retomado su camino hacia Mapastepec, Chiapas, luego de permanecer un día en el municipio de Huixtla, donde los migrantes descansaron y guardaron un día de luto por la muerte de uno de sus integrantes, Melvin Gómez.

Ciudad de México 24 Octubre (SinEmbargo).– Trabajadores del municipio de Huixtla, Chiapas, rociaron insecticida en la zona donde descansaban migrantes de la Caravana Hondureña con el pretexto de evitar contagios de dengue. La fumigación se hizo sin ninguna protección, por lo que el gas, ligeramente tóxico, se expandió entre la gente que descansaba en el lugar.

Periodistas de Chiapas Paralelo y Pie de Página documentaron en video cómo un grupo de trabajadores dispersaron el gas en las calles donde los migrantes se encontraban acostados y sentados en el piso. La fumigación se dio luego de que la Caravana Hondureña y la de Madres de migrantes desaparecidos se juntaron en el municipio de Huixtla.

El gas que se roció es ligeramente tóxico por lo que no debe estar en contacto con la piel humana. Sin embargo, los trabajadores caminaban entre la gente rociándola sin ninguna medida de seguridad.

El insecticida envolvía a las personas que se encontraban descansando en la zona y caía también sobre sus pertenencias. Los fumigadores dijeron que el gas era para combatir las plagas del dengue que se transmiten por las picaduras de mosquito.

El insecticida envolvía a las personas que se encontraban descansando en la zona. Foto: Captura de pantalla

“Lo que se mira ofensivo es que justamente pasan por la orilla donde está la gente. Sería bueno que se fueran por en medio de la calle”, dijo uno de los migrantes que se encontraban en la zona.

Los hondureños también denunciaron que ni si quiera se les avisó para que al menos las madres con niños tuvieran oportunidad de alejarse de ahí. Denunciaron que un niño se estaba ahogando por el humo. La grabación ha causado indignación entre los usuarios de redes sociales e incluso los periodistas que se encuentran en la zona que consideraron que es un trato indignante.

La caravana, integrada por unas 7 mil personas, ha avanzado 75 kilómetros desde que cruzó la frontera entre México y Guatemala y lleva 12 días de viaje desde que salió de San Pedro Sula, Honduras.

A los migrantes todavía le restan más de mil 600 kilómetros para el cruce fronterizo más cercano en la ciudad de McAllen, Texas, y más del doble para el lejano cruce entre Tijuana y San Diego.

La madrugada de este miércoles, la Caravana retomó su camino hacia Mapastepec, Chiapas, luego de permanecer un día en el municipio de Huixtla, donde los migrantes descansaron y guardaron un día de luto por la muerte de uno de sus integrantes, Melvin Gómez, quien falleció el lunes al caer del camión en el que viajaba hacia Tapachula.

En Huixtla, tras soportar días de implacable sol y noches gélidas, muchos de los integrantes de la Caravana comenzaban a tener problemas respiratorios. Edwin Enrique Jiménez Flores, de 48 años y oriundo de Tela, Honduras, según reporta la agencia AP, tenía una tos persistente pero aun así decía que se sentía fuerte y que estaba decidido a llegar a Estados Unidos para buscar trabajo.

Una clínica médica móvil se estacionó en la plaza ayer por la mañana para atender a los migrantes. El trabajador municipal Daniel López dijo que la comunidad les ofreció alimentos y agua, así como analgésicos y líquidos de rehidratación. Agregó que algunos niños tenían fiebre.

Durante la noche, los migrantes encendieron cirios en forma de cruz en un altar sencillo para el hondureño que falleció luego de que cayó de una camioneta repleta de gente el lunes mientras viajaba por una carretera.

“Hoy no nos movemos, hoy es día de luto”, dijo a AP, Irineo Mújica, cuya organización Pueblo Sin Fronteras, ha estado ayudando a los migrantes. Agregó que se irían antes del amanecer del miércoles con rumbo a Mapastepec, ubicado a unos 60 kilómetros (38 millas) al norte de Huixtla.

FE EN DIOS

Los migrantes creen que el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, permitirá la entrada de la caravana centroamericana, un éxodo que puede favorecerlo electoralmente. “Estas caminadas de kilómetros y días; todo tiene su precio en la vida. Pero Donald Trump va a entender, estando en la frontera, que nosotros no somos delincuentes. Somos humanos y somos los mejores trabajadores”, señaló César a Efe, un hondureño de 24.

Los migrantes descansaron ayer en el municipio de Huixtla. Foto: AP

César anhela estudiar periodismo. Quizás por ello, conoce algo más la actualidad política. Por ejemplo, sabe que Trump es un “magnate”, pero lo considera “humano igual que nosotros”, y argumenta que muchos “industriales” estadounidenses necesitan a los migrantes para ampliar su producción.

Pero la mayoría de los participantes de la caravana avanzan prácticamente a ciegas en el plano informativo. Desconocedores del fuerte discurso del presidente estadounidense contra ellos.

Disparando verbalmente contra la caravana, este lunes el republicano alertó vía Twitter que con ella viajaban criminales e incluso “desconocidos de Medio Oriente”. Trump “es un excelente muchacho”, opinó a Efe Kember Benjamín, un joven hondureño de 21 años que cree que la gente va a seguir hasta pisar suelo de la primera potencia mundial, pase lo que pase, para seguir su “lucha”.

“Dicen que es malo. Yo creo que tiene sus cosas, pero nos dejará pasar”, secunda César, un hombre en silla de ruedas de 40 años que sigue la caravana pese a su condición.

Los migrantes guardaron ayer un día de luto por su compañero muerto. Foto: Cuartoscuro

Juan Manuel, otro migrante hondureño, abraza una máxima en que coinciden muchos de los participantes en este masivo éxodo, en su mayoría profundamente religiosos. “Le digo al presidente que abra su corazón porque nosotros estamos cumpliendo nuestro sueño: buscar trabajo. Aquí en Honduras no hay trabajo ni alimentos, por eso queremos trabajar en Estados Unidos”, indicó este chico de 24 años con familia tanto en Honduras como en Estados Unidos, en el que representa su cuarto intento para entrar a ese país.

Para César, que trabajaba en una radio comunitaria, la última palabra en este periplo la tiene Jesucristo: “Puede tener los millones que tenga (Trump), pero no hay nada más grande que el bendito Rey”. Los migrantes ignoran que Trump ha convertido en los últimos días la caravana en uno de sus temas favoritos antes de las elecciones legislativas del 6 de noviembre en Estados Unidos. Además, aseguró que cumplirá su reciente amenaza de reducir la ayuda a los países del Triángulo Norte de Centroamérica.

Analistas consideran que la migración puede beneficiar al jefe de la Casa Blanca en estos comicios, captando el voto republicano.

-Con información de AP y  EFE

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