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Mónica Maristain

24/12/2016 - 12:00 am

Grabaciones encontradas, un disco más abierto y más ordenado de Andrés Calamaro

No para de grabar ni de lanzar propuestas. La vida profesional de Andrés Calamaro no se detiene ni un ápice y es aquí, como a 10 meses de presentar su trabajo Romaphonic Sessions (su manera de decir: seguimos cantando), se aparece ahora con Grabaciones encontradas, Volumen 11. Se trata de un disco más abierto y […]

No para de grabar ni de lanzar propuestas. La vida profesional de Andrés Calamaro no se detiene ni un ápice y es aquí, como a 10 meses de presentar su trabajo Romaphonic Sessions (su manera de decir: seguimos cantando), se aparece ahora con Grabaciones encontradas, Volumen 11.

Se trata de un disco más abierto y mucho más ordenado del sudamericano, entre el jazz latino de su primera banda Raíces, el blues de Pappo y el rock de Pescado Rabioso, de Luis Alberto Spinetta, de quien entrega una versión impecable de “Como el viento voy a ver”.

Es un encuentro con los músicos de su región y un encuentro con un Calamaro inicial.

“Rock y juventud” se destaca como la prosecución de “El otro cambio los que se fueron”, de su amado Litto Nebbia, en un tema que Andrés canta a media garganta y que formó parte de Canción de amor por un día, proyecto del madrileño Javier Corcobado.

Hay otro encuentro con Babasónicos, una banda muy cercana a Andrés y muy lejos de Charly García, con un cover de “Mareo” –presente en Infame– y un volver a Pappo –en un disco lleno de rocks y de blues- con “Blues de Santa Fe”, incluido en el segundo disco, de 1972, de Pappo’s Blues.

Poco se entiende que “La noche” haya sido la canción de promoción del disco, porque nada se aleja más de Grabaciones encontradas y sí se parezca no sólo al Calamaro de Raíces sino al Calamaro de El Salmón y de Honestidad Brutal.

El disco tiene 19 canciones que grabó junto a su tecladista Germán Wiedemer y los ingenieros de sonido Uriel Dorfman, Guido Nisenson, Cachorro López y Javier Verjano y hay de todo, como en botica de Calamaro.

Una canción un poco agresiva a “los defensores de animales”, un cover de una ranchera mexicana y el tema que abre, uno de los dos hechos para la banda de sonido de la película de Álex de la Iglesia, “Apocalipsis en el bar”.

Si este disco tuviera como los vinilos, dos lados: uno podría ser el de rock y blues, un homenaje a Pappo y al primer Spinetta en forma total y el otro un conjunto de canciones grabadas aquí y allá. Pero no hay vinilos y Calamaro es así.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.

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