Ciudad de México, 25 de marzo. (Sinembargo).- El Gobernador priista de Chihuahua, César Duarte, busca ser el gran elector y controlar todo. No sólo en su partido, sino incluso en otros partidos, asegura Mario Vázquez Robles, presidente del Comité Directivo Estatal del Partido Acción Nacional (PAN) de la entidad.

Esa actitud del gobernante, propia del viejo PRI, se refleja en “cómo Duarte ha destapado a algunos candidatos priístas; pero no sólo eso, también se ve en cómo coloca a amigos suyos en algunos de los puestos más importantes del estado”, dice.

“Ha maquinado una estrategia política que tiene que ver con controlar todo el estado. Tiene a su hermano (Ricardo Duarte Jéquez) en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, a su compadre (Jesús Enríquez Seáñez) en la Universidad Autónoma de Chihuahua, controla y lleva al Tribunal Superior de Justicia a gente sin ningún rubor. En los poderes Legislativo y Judicial, en todo Chihuahua hay una presencia suya que todo lo retiene. La única institución que se salva de su control es el Partido Acción Nacional”.

Pero incluso en el PAN ha logrado descarrilar las candidaturas de algunos panistas con posibilidad de ganar municipios. El caso más sonado es el de Miguel Jurado Contreras, quien incluso llegó a plantear en Parral una alianza inédita, integrada por el PAN y el PRI.

Otro caso es el de Antonio López, quien de última hora declinó para competir por la candidatua panista de Chihuahua, a pesar de ir adelante en las encuestas.

A ello se suman las amenazas que dos candidatos panistas han sufrido, dice el dirigente estatal. Algunos ya han renunciado, añade. No responsabiliza al gobernador, aclara, pero esa inseguridad es la que también afecta a los chihuahuenses y por la cual debería estar preocupado Duarte, en lugar de estar haciendo vida partidista, pide el panista.

Entrevistado vía telefónica por SinEmbargo, dice que la dirigencia nacional del PAN encabezada por Gustavo Madero le ha mostrado su apoyo e incluso este fin de semana será visitado por él.

EL “TRUCULENTO DUARTE”

Este año se celebrarán en Chihuahua, como en 13 entidades más, elecciones municipales. Se trata de un estado con 67 municipios y que a nivel estatal ya fue gobernada por el PAN, por Francisco Barrio, entre 1992 y 1998. Es también la tierra donde se cometió el llamado “fraude patriótico” en las elecciones de 1986, maniobra que el entonces presidente de la República, Miguel de la Madrid, justificó para evitar dejarle el gobierno estatal a “revoltosos”. Se refería a la resistencia civil organizada ese año, encabezada por panistas que precisamente habían postulado a Barrio para la gubernatura del estado. Fue ese mismo año cuando uno de los históricos del PAN, Luis H. alvárez hizo una huelga de hambre para protestar contra el fraude.

Ahora, el PAN vuelve a ver señales de intransigencia priista en el Gobernador César Duarte. A ello se refirió Javier Corral el sábado 16 de marzo, durante la Asamblea nacional, ante alrededor de nueve mil panistas.

En el marco de la reforma de Estatutos, dijo que era necesario tener un partido unido para enfrentar a dos gobernadores Duarte, el de Veracruz, Javier, y el de Chihuahua, César.

“El truculento Duarte de Chihuahua, metiéndose en la vida del PAN para evitar alianzas con el PRD en Juárez y buscando que él haga su partido con el PAN en Parral”.

En el caso de Parral, el PAN parecía tener un buen candidato en Miguel Jurado, que iba arriba en las encuestas, pero “se engolosinó”, dice Vázquez Robles.

Jurado, ex Diputado local y presidente del PAN en Parral, fue buscado hace 20 días por el gobernador, quien le propuso hacer una alianza con el PRI y asegurar el triunfo. Incluso Jurado y el Gobernador se tomaron una foto juntos y anunciaron la alianza, sin consultar al PAN.

Ante el rechazo de los panistas Jurado se fue y encontró acomodo en el Partido del Trabajo (PT).

“Se engolosinó (Jurado) y (Duarte) lo sacó del PAN, se lo llevó al PT y con el ofrecimiento de que le va a dar el respaldo del PRI aun siendo candidato petista. Eso me consta porque me lo comentó el propio Jurado, el mismo gobernador se tomó una foto con él y en ese momento anuncia que va de candidato en alianza con el PRI, ante el rechazo se va del partido, es la intromisión en un municipio que en las encuestas ya teníamos ganado. Es un hecho que no puede ser soslayado”, apunta Vázquez robles.

INTROMISIÓN EN CHIHUAHUA Y JUÁREZ

No es el único municipio donde han sufrido intromisión, de acuerdo con el dirigente estatal. En la capital también influyó para que el panista Antonio López se bajara de la contienda para la candidatura en Chihuahua, a pesar de su ventaja en las encuestas.

Antonio López argumentó “razones familiares” para su declinación. Pero Vázquez Robles explica que fueron otras las razones. El propio López le confesó que se sintió presionado, luego de que le revivieron un juicio por unos terrenos que había sido cerrado hace cuatro años. Por ello prefirió retirarse. La intención de Duarte era hacer a un lado a un fuerte contendiente para fortalecer la candidatura del ahora ex secretario de Comunicaciones y Obras Públicas, Javier Alfonso Garfio Pacheco, destapado el 21 de marzo por el gobernador.

Según Vázquez Robles, el Gobernador Duarte también ha intentado dinamitar las negociaciones para una alianza entre el PRD y el PAN en la convulsa Ciudad Juárez. En este caso, las versiones son que ha llamado a la dirigencia nacional perredista, encabezada por Jesús Zambrano, para ofrecerles aliarse con el PRI y no con el PAN.

Además de su intervencionismo en otros partidos, Duarte también ha destapado candidatos del PRI.

Así ocurrió ayer con el propio Garfio, para Chihuahua, y Enrique Serrano, quien era el coordinador de la bancada priísta en el congreso estatal y que contenderá en Ciudad Juárez.

Vázquez Robles le pide al gobernador resolver el tema de la inseguridad, el cual ya ha afectado a candidatos panistas.

“Hemos dicho puntualmente que debe dedicarse a gobernar, a combatir la inseguridad en todo el estado y en cambio se dedica a hacer política partidista”, concluye.