El terrorismo y la crisis política, desafíos para las legislativas en Irak

25/04/2014 - 7:20 am

Por Mohamed Siali

Bagdad, 25 abr (EFE).- Las elecciones legislativas del próximo miércoles en Irak llegan en un momento en el que el país afronta importantes desafíos, como la división política, la crisis entre el Gobierno central y las provincias de mayoría suní y el deterioro de la situación de seguridad en varias zonas del país.

Pese a estas dificultades, todas las coaliciones políticas, tanto suníes como chiíes, ven la celebración de esas elecciones como la mejor manera para superar los problemas y llevar el país a una mayor estabilidad.

Hamed al Mutlaq, candidato de la coalición laica opositora Al Iraqiya, liderada por el exjefe de Gobierno iraquí Ayad Alaui, explicó a Efe que esos retos influirán en las opciones electorales de los votantes y también en su participación.

“Irak se encuentra ante alternativas difíciles y el proceso político está a punto de derrumbarse por la división sectaria del poder y la injerencia iraní”, gafirmó Al Mutlaq, que integra también de la Comisión de Seguridad y de Defensa en el actual Parlamento.

Además, precisó que el proceso electoral se caracterizará por la “debilidad y los grandes desequilibrios” en las ciudades de Ramadi y Faluya, en la provincia occidental de Al Anbar, una situación ante la cual -dijo- no hay mejor opción que la celebración de los comicios.

Las provincias de mayoría suní, especialmente la de Al Anbar, son escenario de tensiones políticas y enfrentamientos entre las tropas gubernamentales y terroristas del denominado Estado Islámico de Irak y Levante (EIIL), apoyados en ambos casos por milicianos suníes.

Los choques estallaron en enero pasado, cuando el Gobierno central, liderado por el chií Nuri al Maliki, anunció una ofensiva para expulsar a los extremistas de esas zonas, algo que las tribus locales consideraron un intento de acabar con sus reivindicaciones políticas.

Los clanes tribales suníes habían pedido el aumento de su participación en la gestión política y administrativa del país.

Esa crisis política se ha ido agudizando en los últimos años, hasta el punto de que el bloque Al Iraqiya ha boicoteado en varias ocasiones el Gobierno de unidad nacional por la supuesta persecución y discriminación de los suníes.

Por parte de la coalición Estado de Derecho, de Al Maliki, el candidato Abás al Bayati señaló a Efe que el deterioro de la seguridad en las provincias de mayoría suní no “afectará mucho” a la votación porque los resultados electorales en aquellas zonas “ya se conocen”, sea cual sea el porcentaje de participación.

Destacó que su alianza pretende superar la división política apostando por una mayoría parlamentaría que le permita formar Gobierno sin tener que aliarse con otros grupos.

“Hemos probado un Ejecutivo de coalición nacional y hemos visto que se trata de una vía débil y llena de obstáculos para preparar los proyectos de ley y la aplicación del programa gubernamental”, apuntó.

Al Bayati, que pertenece a la minoría turcomana, explicó que los grupos minoritarios, étnicos y religiosos, que tienen una cuota de ocho escaños en el Parlamento, se presentan a las elecciones en listas separadas, aunque destacó que su grupo no goza de dicho privilegio y concurre en las principales listas.

Además, consideró que los próximos comicios “representan un giro en el proceso político hacia la consolidación de la democracia, la construcción de las instituciones y la dotación de servicios”.

Mientras tanto, el país continúa sumido en una espiral de violencia, con atentados prácticamente diarios contra distintos objetivos como chiíes y fuerzas de seguridad.

Solo el año pasado murieron por este tipo de actos en Irak más de 8.860 personas, de las que 7.818 eran civiles, según un recuento de Naciones Unidas.

La analista política egipcia Iman Ragab indicó a Efe que Al Maliki y sus aliados se presentan a las parlamentarias como los únicos que pueden frenar al deterioro de seguridad mediante la operación militar y de seguridad en Al Anbar.

Sin embargo, apuntó que esta ofensiva podría desestabilizar aún más esa provincia y disminuir la “legitimidad” del primer ministro.

“Estos comicios no van a aportar grandes cambios a la estructura de la autoridad en el país, puesto que las elecciones regionales del año pasado supusieron una gran victoria para la coalición de Maliki”, precisó Ragab.

La experta llamó, además, a fijarse en la influencia de los países vecinos y el entorno regional, marcado por el complejo conflicto sirio, el auge del terrorismo o las tensiones sectarias, para entender la crisis política y de seguridad en Irak. EFE

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