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#DichosyHechos | EPN habla de “avances”, pero son insuficientes y no apaciguan el “mal humor” social

25/04/2017 - 12:03 am

[NdeR: El fact checking o verificación de hechos ha sido retomado masivamente en el mundo. Sobre todo en la prensa de Estados Unidos, donde tienen un Presidente que acostumbra hablar –diríamos los mexicanos– sin los pelos de la burra en la mano. O con mentiras. La Unidad de Datos de SinEmbargo lanza este ejercicio, llamado simplemente “Dichos y Hechos”, para revisar frases, afirmaciones o documentos de figuras públicas para saber si están sustentados.]

EL DICHO: “Sé que a veces se puede decir, leyendo algunas notas, columnas y comentarios que recojo de aquí y de allá, que no hay buen humor, el ánimo está caído, hay mal ambiente, un mal humor social. Pero déjenme decir en este espacio, [que] hay muchas razones y muchos argumentos para decir que México está avanzando, que México está creciendo en distintos ámbitos, en distintos espacios” (Enrique Peña Nieto, Presidente de México, durante la presentación del programa “Viajemos Todos por México”, tras inaugurar el Tianguis Turístico 2016 en Guadalajara, el 25 de abril de 2016).

EL HECHO: Pocos podrán negar que en México existan “argumentos para decir que México está avanzando”. Es cierto, no todo lo que sucede en nuestro país es negativo o atenta en contra de la calidad de vida de los mexicanos. Sin embargo, el problema -al menos para el Presidente y la clase política- radica en que a pesar de esos “avances”, la población no se muestra contenta con los resultados, porque para gran parte de ella, el cambio positivo ante la adversidad no se ve reflejado en su día a día. Basta con mencionar que de acuerdo con la más reciente (2015) Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el nivel de satisfacción general para con la calidad de los servicios públicos básicos (agua potable, drenaje y alcantarillado, alumbrado público, parques y jardines, recolección de basura, policía, calles y avenidas, carreteras y caminos sin cuota) y de los servicios públicos bajo demanda (educación pública, servicios de salud, energía eléctrica, transporte público y autopistas con casetas de cuota), fue de 43.5 por ciento. Es decir que, menos de la mitad de la población mexicana mayor de edad, no considera que los servicios públicos básicos y públicos bajo demanda sean buenos o de calidad.

#DichosyHechos no niega que en México haya habido avances en los últimos años, porque sí los hubo. Sí los hay. En todo caso, lo crítico es el hecho de que los avances no han sido suficientes para revertir el descontento y la mala opinión del escrutinio público, acerca del desempeño de los diferentes órdenes de gobierno. Algunos de los datos recabados indican que los avances -por lo menos en materia de seguridad, pobreza y crecimiento económico- son laxos. Y también señalan que el ánimo sigue “caído”, que el “mal ambiente” persiste, y que el “mal humor social” se sigue sintiendo.

LOS “AVANCES”

· Economía: No es secreto que México tiene un crecimiento económico débil: 2.5 por ciento en promedio en los últimos cinco años, según la calificadora estadounidense Fitch Ratings, cuando de acuerdo con México ¿Cómo Vamos? y con el Instituto Mexicano para la Competitividad, la productividad debería de aumentar al año en al menos 4.5 por ciento (765 mil millones de pesos) para cubrir nuestras carencias. Tampoco es secreto la amplia deuda que hemos contraído como nación: nuestra deuda pública asciende a casi 10 billones de pesos, es decir, cerca del 44 por ciento del Producto Interno Bruto, refieren datos del Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y del Banco Mundial. A este precario escenario habría que añadir que año con año la corrupción también nos cuesta mucho a los mexicanos: cerca del 10 por ciento del PIB (alrededor de 2.2 billones de pesos), calculan el Banco Mundial, la Organización de los Estados Americanos y el Consejo Coordinador Empresarial.

· Empleo: En cuanto al empleo se refiere, el pasado 17 de abril, el Presidente de la República Mexicana, Enrique Peña Nieto (EPN), presumió que de noviembre del 2012 a la fecha, se “crearon” 2.7 millones de empleos formales, y destacó que “el salario promedio que cotizan los trabajadores en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha aumentado 3.6 por ciento en términos reales”, según se lee en un boletín de prensa del Gobierno federal. Estos datos concuerdan con aquellos del IMSS. De acuerdo con la institución, del 30 de noviembre de 2012 al segundo trimestre de 2016, la cantidad de trabajadores asegurados pasó de 16 millones 294 mil a 18 millones 326 mil personas -lo que implica un aumento de 12.47 por ciento en el periodo-. Cierto que las cifras de aumento del empleo formal en casi 52 meses de gobierno de EPN son destacables. Sin embargo, hay que reconocer que muchos de esos “nuevos” empleos no fueron creados sino regularizados -por actos de fiscalización del Seguro Social-. Si cruzamos la información del IMSS con la del INEGI, obtenemos que, entre 2012 y 2016, el número de trabajadores “formalizados” pasó del 31.7 al 33.1 por ciento de los 54 millones de mexicanos que componen la Población Económicamente Activa (la población de 15 años y más disponible para producir bienes y servicios en el país). En contraste, en ese mismo periodo de tiempo, la informalidad decreció 3.5 puntos porcentuales.

· Salario: Es importante mencionar que aunque haya habido una “creación récord” de empleos formales en nuestro país, ésta no se traduce en una mejora de los niveles salariales. De acuerdo con el INEGI, entre el cuarto trimestre de 2012 y el primer trimestre de 2016, mientras que la población que ganaba menos de un salario mínimo aumentó en 1 millón 525 personas, los que percibían entre uno y dos salarios mínimos aumentaron en 2 millones 544. En cambio, los niveles salariales más altos fueron a la baja: en 2016, hubo 258 mil personas menos que en 2012, quienes percibieron entre dos y tres salarios mínimos; también, hubo 950 mil mexicanos menos que ganaron de tres a cinco salarios mínimos. En consecuencia tenemos que, mientras que en el cuarto trimestre de 2012, en México el promedio salarial de un empleado era de 2.43 salarios mínimos diarios, para el el primer trimestre de 2016 se había reducido a 2.28 salarios mínimos al día. Esto evidencia que la calidad salarial en nuestro país ha dado un revés.

· Pobreza: Según el más reciente informe sobre la medición de la pobreza del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), entre 2012 y 2014 la pobreza aumentó, pasando de afectar al 45.5 por ciento de la población mexicana (53 millones de personas), a afectar al 46.2 por ciento de la misma (55.3 millones de connacionales). Asimismo, el organismo indicó que “las carencias promedio bajaron, el ingreso cayó de manera importante y sobrepasó el efecto de las carencias. Por lo tanto, la pobreza en México, en porcentaje, aumentó de 2012 a 2014”, refirió este año Gonzalo Hernandez Licona, Secretario Ejecutivo del Coneval. En cuanto a la pobreza extrema, el Coneval refiere que se redujo en ese mismo periodo de tiempo. De 2012 a 2014, 90 mil ciudadanos salieron de la pobreza extrema (eran 11.5 millones; hoy son 11.4). Ello debido, en parte, a programas sociales como el de Prospera -antes “Oportunidades”-. Empero, el Coneval menciona que el aumento de la pobreza se debe a la alza en los precios de los alimentos y a la caída del ingreso familiar. Mientras no se mejoren ambos factores, “la pobreza aumentará”, detalló Hernandez Licona. Al respecto, los datos del organismo señalan que en esos dos años, la población con ingresos inferiores a la línea de bienestar aumentó de 60 a 63 millones de personas.

· Violencia: Entre el cierre de 2012 y el de 2016, la violencia apenas y decreció, según la información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. En ese periodo, los casos de homicidio doloso decrecieron sólo en 4.2 por ciento, y hubo una baja del 14.3 por ciento en casos de lesión dolosa. Según el Índice de Paz México 2016 del Instituto para la Economía y la Paz (IEP), “hoy en día, México es 13.5 por ciento más pacífico que en 2011, el punto álgido de la guerra contra las drogas”. A pesar de ello, el IEP asevera que “esto se contrarresta por el deterioro en el indicador de presos sin condena, delitos cometidos con armas de fuego y tasa de homicidios, la cual aumentó 6 por ciento en el último año [2015-2016]”. Es decir, la mejora es mínima, o por lo menos, el país mejora en ciertos rubros a expensas de sacrificar otros; y así, quizá que el remedio nos salga peor que el malestar originario. De cualquier modo, a ojos de la ciudadanía, la situación permanece igual o es más crítica. De 2013 a 2014, la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) arrojó que, en ese periodo de tiempo, hubo una reducción de 15 por ciento en los niveles de victimización en México. En 2015, la ENVIPE refirió que el 80 por ciento de los mexicanos manifestaron sentirse inseguros en su estado.

LA PERCEPCIÓN CIUDADANA

· Sobre seguridad: De 2011 a 2015, la población a nivel nacional de 18 años y más que considera insegura su ciudad, aumentó en 3.7 puntos porcentuales, pasando de 69.5 a 73.2 por ciento, refieren datos del INEGI. De acuerdo con la información de la última Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), hasta el cierre del año pasado, se encontró que la percepción de inseguridad se incrementó hasta alcanzar al 74.1 por ciento de la población de 18 años y más. Según el censo, los lugares en los que la gente se siente más insegura son los cajeros automáticos ubicados en la vía pública (82 por ciento); el transporte público (74.2); los bancos (68.3); las calles habituales (67.1); el mercado (60.6); las carreteras (58.4); parques y centros recreativos (54); vehículo particular (42.7); entre otros. Inclusive hay quienes dijeron no sentirse seguros en su trabajo (38.5) o en su propia casa (29.7).

· Sobre la economía familiar: La más reciente (2014) Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares del INEGI, arrojó que 30.3 millones de familias en México (2.5 por ciento de la población total) cuentan con un presupuesto anual de 146 mil 600 pesos, o bien, con 12 mil 216 pesos mensuales para sostener a una media de 3.8 personas. De ese ingreso, un 25 por ciento del gasto es destinado a la obtención de alimentos; 20 por ciento más se va en gastos de vivienda y servicios (como el pago del agua, luz, gas, entre otros); otro 20 por ciento se utiliza para pagar transportes (13 por ciento) y productos y servicios diversos (7 por ciento). El resto de los desembolsos se destinan a actividades recreativas y culturales (13 por ciento); ropa, calzado y artículos domésticos (10 por ciento); telecomunicaciones (4 por ciento); educación (4 por ciento); salud (3 por ciento) y tabaco, bebidas alcohólicas y estupefacientes (menos del uno por ciento). En ese sentido, el 2.5 por ciento de los 119 millones de mexicanos no cuenta con los ingresos suficientes para ahorrar, o bien, tampoco cuenta con la distribución adecuada de sus ingresos para hacerlo.

· Sobre el Presidente: De acuerdo con la más reciente encuesta de Buendía y Laredo, publicada por el periódico El Universal a finales de marzo de este año, el 73 por ciento de los mexicanos reprueba “mucho o algo” al Presidente Enrique Peña Nieto. El sondeo destaca que el 21 por ciento de los encuestados manifestó que lo peor que ha hecho EPN hasta el momento es el denominado gasolinazo. Eso ha hecho que “sólo uno de cada cinco mexicanos [21 por ciento] apruebe su gestión”, resuelve la encuesta.
Asimismo, el 74 por ciento de los connacionales concordó en que el país va por el rumbo equivocado. Sólo el 12 por ciento piensa que el rumbo es correcto. Finalmente, Buendía y Laredo indican que para el 14 por ciento de la población, lo mejor que ha hecho Peña Nieto es dar apoyos a través de programas sociales; seguido de un 4 y un 3 por ciento que piensa que las obras públicas y las reformas estructurales, respectivamente, son su mejor logro.

***

¿Verdad o mentiras? VERDAD. Las palabras proferidas el año pasado por el Presidente Enrique Peña Nieto permanecen vigentes: entre la población de México “no hay buen humor, el ánimo está caído, hay mal ambiente, un mal humor social”. Y es cierto, “hay muchas razones y muchos argumentos para decir que México está avanzando”. Avanzaron la pobreza; el endeudamiento; y el sentimiento de inseguridad. Pero también hubo avances en materia de empleo y seguridad, mínimos, pero los hubo. Y por supuesto, en los últimos años avanzó el repudio por el señor Presidente. Sí, si han habido avances. Pero según las encuestas, no los que espera la población.

Efrén Flores
Es politólogo por la UNAM. En SinEmbargo se ha especializado en el análisis de datos. Su investigación periodística es multitemática, pero sobre todo enfocada en temas políticos y económicos.
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