Por Roberto Quintanar
Ciudad de México, 25 de junio (SinEmbargo).– Rafael Nadal llegó con el respaldo de miles de seguidores para comenzar a escalar posiciones y reclamar un trono que dejó ir hace tiempo. Su estancia como soberano de Roland Garros, sin embargo, no garantizaba un éxito más allá de sus dominios de siempre, la tierra batida.
Un modesto campesino del reino de Wimbledon, ubicado como 135 de la ATP, lo detuvo a las primeras de cambio. Rafa no presentó ni siquiera el pasaporte u objeción cayendo en tres sets al hilo por parciales de 7-6(4), 7-6(8) y 6-4. El nombre de quien lo detuvo tal vez no suene familiar para quienes acostumbren seguir a la élite del tenis, pero el de Manacor tendrá pesadillas cada vez que lo escuche: Steve Darcis.
Sin complejos, el belga se paró frente a la caravana que lideraba Nadal buscando reclamar las tierras que ya dos veces fueron suyas. El español tomó la raqueta y con base en su mejor arma, la defensa, trató de dominar tras un inicio muy igualado. Navegando contracorriente, su resistencia en la primera manga se vino al suelo con el tie-break.
Incómodo todo el tiempo, el ex campeón del torneo encontraba en Darcis a un jugado con pundonor y devoluciones que le sorprendieron. Un 135 era capaz de regresarle la pelota como un top 20 por lo menos.
Un nuevo tie-break empujó a Nadal a la frontera de los terrenos de Wimbledon. Era la última oportunidad para no salir en sólo tres mangas, lo cual vendría a ser una humillación mayor para un noble como él. Ni siquiera Lukas Rosol el año pasado se había atrevido a derribarlo con sólo tres golpes.
Pero ocurrió. Rafa llegó con los pies de barro a Londres; Darcis notó que podía acabarlo, que era humano y muy endeble en ese momento.
El monarca de Rolad Garros tuvo que retirarse de tierras londinenses con una de las derrotas más dolorosas de su carrera. Fuera de la arcilla, hace tiempo que ya no son sus leyes las que se respetan.
EL ACTUAL CAMPEÓN DEL ALL ENGLAND TENNIS CLUB
Por su parte, Roger Federer se estrenó sin problemas en Wimbledon, tercer “grande” de la temporada, después de arrollar sin problemas este lunes al rumano Victor Hanescu, al que derrotó en tres sets por 6-3, 6-2, 6-0.
El actual campeón en el All England Tennis Club, a la caza de su octavo entorchado en Londres, vivió un partido plácido y sin ningún tipo de dificultad, concediendo únicamente cinco juegos y solventándolo en poco más de una hora, donde dejó claro que es en la hierba donde más disfruta.
El de Basilea estuvo impecable con su servicio, firmando siete saques directos, y sin perder apenas puntos cuando conectaba primeros, ayudado por la incapacidad desde el resto de un Hanescu, que no disfrutó de ninguna bola de ‘break’ en todo el encuentro.
Federer solventó sus juegos al servicio sin inquietudes y rompió pronto el choque en la primera manga, con un ‘break’ tempranero en el segundo juego que supo rentabilizar a la perfección. Luego, endosó cuatro juegos seguidos al rumano para ponerse 4-0 y llevarse el segundo parcial.
Hanescu hizo su último juego en el séptimo de este segundo set y posteriormente recibió siete consecutivos de un entonado número tres del mundo, que en su segundo partido se medirá al ucraniano Sergiy Stakhovsky.
