Ciudad de México, 25 agosto (SinEmbargo).- Jerry Seinfeld (Nueva York, 1954) ha sido llamado a menudo “el monarca de la nada”, pues con la nada que trataba su exitosa serie Seinfeld, transmitida entre 1989 Y 1998, se hizo famoso y multimillonario.
Sin embargo, desde que terminó el show considerado uno de los más populares e influyentes de la televisión estadounidense, el comediante y productor ha rechazado una y otra vez regresar a la pantalla chica con una serie propia, en una decisión que ha vuelto a refrendar esta semana en una entrevista llevada a cabo por Hollywood Reporter.
“Mucha gente busca conocer la respuesta a estas preguntas: ¿cómo será tener tu propio ciclo de TV? ¿Cómo será tener tu propio ciclo de TV y que sea un éxito? ¿Cómo será tener tu propio ciclo de TV y que sea un éxito con la crítica, el público y que gane premios? Yo no me tengo que preguntar todo eso. Y cualquier intento que haga de duplicarlo seguramente quedará corto. ¿Quién quiere comer en restaurantes cada vez peores?”, dijo Jerry.
Postulado al Emmy con su programa para Internet Comedians in Cars Getting Coffee, Seinfeld se mostró crítico con los colegas que repiten los éxitos.
“Me confunden completamente. Tuve mucha suerte, no necesito trabajar y lo menos que puedo hacer es tratar de ir hacia adelante”, dijo.
En Comedians in Cars Getting Coffee entrevistó a grandes actores y comediantes como Mel Brooks, Carl Reiner, Michael Richards, Larry David y Alec Baldwin, entre otros.
A menudo mencionado como probable conductor de los Oscar, responsabilidad que en 2014 recaerá en Ellen Degeneres, dijo no pensar ya en ello.
“Hubo un tiempo en que pensé: -Éste es el año. Conduzco los Oscar o intento hacer el ciclo en Internet, pero algo pasó, no puedo contar exactamente qué y me dije: – Bueno, voy a probar con el asunto de Internet”, dijo.
ENTRE LOS STAND UP Y LOS TENIS
Seinfeld, de 59 años, ama el stand up y los tenis. Llevar calzado deportivo le recuerda “que no tengo un trabajo fijo”, aunque para sus monólogos prefiere calzar botas de gamuza, pues lo ayuda a pensar, según confesó en una entrevista para The New York Times en 2011.
En 2010 apareció sorpresivamente en el Gotham Comedy Club y realizó luego un espectáculo llevado a cabo en el Teatro Bacon de Manhattan, su primera actuación desde 1998.
A los casi 60, todavía conserva el brillo pueril en la mirada, la sonrisa fácil y el chiste espontáneo a flor de labio, una cualidad que resulta esencial en su personalidad.
Jerry es, ante todo, un comediante y aun cuando todavía es considerado el ícono de las sitcom, muchas de las cosas que hace fuera de sus performances individuales suelen entrar en conflicto con su vocación verdadera.
Después de su famosa e inolvidable serie, Seinfeld ha producido y protagonizado un documental sobre stand up, Comedian (2002), la película animada para niños Bee Movie (2007), el fallido reality show The marriage ref (2010) y, sobre todo, hizo monólogos que sólo en 2012 sumaron 89 shows, con un promedio de dos presentaciones por semana.
Y sus giras de stand up obedecen no a una necesidad económica, sino a satisfacer una necesidad demandante.
“Me gusta el dinero, pero nunca se trató de dinero. Mi trabajo es como el de los artistas de la caligrafía japonesa o los samuráis. Quiero hacer con la comedia algo afín a esas jaulas de grillo, esas muy pequeñas con una puertita. Eso quiero: soledad y precisión, refinar una cosa chiquita sin otro motivo que hacerla perfecta”, dijo.
A Seinfeld también le gusta la presión. Para él, hacer comedia en vivo es “como estar de pie contra una pared con los ojos vendados, un cigarrillo en la boca y el pelotón a punto de disparar”, no obstante lo cual proyecta una vida que lo encontrará, si todo va bien, “haciendo monólogos a los 80 años”.
