Mancera: la izquierda traidora

25/11/2013 - 12:00 am

Quiere subir el costo del metro. Quiere acotar libertades. Quiere ser presidente.

Si en la semana viajaron en Metro, seguramente les dieron el folleto: “Tu opinión sí cuenta”, donde se explican las ventajas del posible aumento a las tarifas del transporte. Pinche nombre, ya ni la burla perdonan. ¿No les dio coraje leerlo? ¿No los jode que se burlen así de nosotros? ¿No les indigna que “la izquierda” en el poder, la que debería defender por principio la justicia social, ahora va por aumentos inaceptables que afectan a los más pobres? ¿No les hierve la sangre de solo pensar cuanto esfuerzo, sudor y sangre costó ganar el Distrito Federal para que ahora se utilice el poder de una forma tan mezquina?

Es la izquierda de Mancera, de Zambrano y los chuchos: izquierda acomodaticia, cínica y sin proyecto. Es la izquierda corrupta de Bejarano, el de las ligas. La represora de Aguirre. La izquierda que valió madres. La que ahora solo piensa en curules, pactos y dineros. Esa izquierda que nos hace despertar y decir: no somos de derecha ni de izquierda, somos de abajo y vamos por los de arriba.

Saben que no nos vamos a dejar. Por eso ya elevaron las penas para castigar la violencia en manifestaciones. El que nada debe, nada teme, dirán algunos. Pero el problema de fondo no es el castigo para quien atentan contra la propiedad o agrede policías, sino que siempre agarran parejo. La única diferencia ahora es que si tienes mala suerte, te van a sentenciar a muchos años de cárcel y sin derecho a fianza por ir a manifestarte.

He visto fotos donde infiltrados hacen show, les bailan enfrente a los granaderos y nada. Pero no seas periodista independiente o joven con morral, porque ya te chingaste: si te agarran y se ensañan, serás acusado de “ataque a la paz pública”, “actuar en pandilla” y seguro que muy pronto, cuando se acabe la vaca gorda de la etiqueta “anarquista” pasaremos a “terrorista”.

En previsión a ello, estoy por mandar una carta aclaratoria para la RAE, en espera de que se considere una nueva acepción de “Joven” según los usos que tiene en México para las autoridades. Mi redacción preliminar queda así:

Joven:

(Del lat. Iuvĕnis)

1. Mex. Dícese del terrorista en potencia y anarquista de hecho que es siempre culpable, salvo que se demuestre lo contrario de manera palmaria.

Mancera quiere asustarnos, imponer un clima de miedo. Un amigo escribió en Facebook que el razonamiento del Jefe de Gobierno es así: “si hay desigualdad, la gente protesta; si hay impunidad, la gente protesta; si hay autoritarismo, la gente protesta; si hay corrupción, la gente protesta. Solución para terminar con el problema: hay que acabar con la protesta”. Touché.

Este gobierno quiere convertir la frustración en impotencia, el coraje en resignación. Ya se acabó la ciudad de las libertades, la de la cultura y los niveles de desarrollo humano que envidiaban otros Estados. Ahora quieren sumergirnos en pasiones negativas: aislamiento, desesperanza y apatía, que de eso si hay para todos. Lo único que se democratiza hoy, es la certeza de que Mancera gobierna para sí mismo y para ese 1% intocable, formado por la clase política corrupta, las veinte familias que gobiernan México y los poderes fácticos. Ellos quieren normalizar el Estado de excepción y acostumbrarnos a la pérdida de los derechos en la práctica. Quieren que renunciemos a nuestros sueños, que nos desencantemos al punto de que olvidemos la importancia de la política.

A ellos les aseguro que será más fácil que nos maten de un coraje, a que nos maten el espíritu. Para muestra, el joven Mario González, quien realizó 46 días en huelga de hambre -interrumpida por la fuerza- en el Reclusorio Oriente, como protesta contra su detención arbitraria el 2 de Octubre. Su acción política puede tener consecuencias irreversibles: puso en riesgo su vida y su salud.

Sin embargo, a este gobierno no le importa que Mario se muera en la cárcel si así no tiene que admitir la arbitrariedad de su detención, la negligencia en el proceso y la violación sistemática a sus derechos humanos. Total, piensan: “así aprenderán”. Y es cierto: aprenderemos a no dejarnos, a no aceptar sin más la injusticia, pero sobre todo a que esto pasa cuando trabajamos para que izquierdas o derechas alcancen el poder, cuando se trata de que lo tengamos nosotros, la ciudadanía.

En resumidas cuentas, no hay que engañarnos. Mancera es un policía, así que sabe hacer dos cosas: reprimir y cumplir órdenes. Ya vimos como criminaliza y organizar operativos, pero ¿quién le dicta instrucciones?

Ocurre que Mancera quiere ser presidente, y para lograrlo, piensa complacer al 1% que ha decidido las últimas dos elecciones. ¿Para qué ir con las mayorías, si al final en ésta democracia no deciden ellos? Mejor estar del lado de los peces gordos, de quienes le prometen que va a llegar, si los protege. Se nota que le interesa más la aprobación de ellos, que la de la gente que vivimos en la ciudad.

Por eso nosotros tendríamos que pagar 5 pesos por pasaje. Es una locura. Si nos toca hacer tres viajes por día y vivimos con el mínimo, olvídese de una comida (hablo de esas donde estiramos cada peso). Así de graves las cosas. Para colmo, Mancera promete que si apoyamos la propuesta, será el único aumento en el sexenio. Si a estas alturas usted le cree eso, vuelva a leer este texto. Y tome unas pastillas de Realidad™, que buena falta le hacen.

@CesarAlanRuiz

César Alan Ruiz Galicia
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