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Gustavo Almaraz Petrie

25/11/2021 - 12:01 am

El dilema de México: cadenas de valor y desarrollo sustentable

“Para México es una oportunidad histórica que requiere de un compromiso de Estado para generar las condiciones de desarrollo industrial que la situación demanda”

Uno de los incentivos que se están considerando las empresas es la descarbonización de las cadenas de valor mundiales, Foto: Gobierno de México.

La pandemia de COVID- 19, sus consecuencias y posterior proceso de recuperación económica, evidenció la relevancia de las cadenas de valor globales. También ha puesto de relieve la necesidad de descarbonizar la producción y el transporte a lo largo de las cadenas de valor, acelerando la transición neta cero tanto para países desarrollados, como para las economías emergentes.

Diversos factores recientes ponen a prueba la capacidad de recuperación de las economías; la obstrucción de los puertos, la demora en los envíos y el aumento en los costos de transporte son evidencia del impacto de la pandemia en las cadenas de valor globales, pero también de disputas geopolíticas y comerciales que persistieron y que hoy están generando presiones para que las economías reduzcan su dependencia de la oferta de países individuales o desacoplen su producción en industrias de alta tecnología.

Este escenario ha llevado a las empresas a reconsiderar la ubicación o reubicación de sus plantas, buscando los mejores y mayores estímulos que les permitan atender las nuevas necesidades de producción, al mismo tiempo que aseguren hacia el futuro poder atender contingencias como las que trajo la pandemia.

Y uno de los incentivos que se están considerando es la descarbonización de las cadenas de valor mundiales, el cumplimiento de las metas de conversión en carbono neutral para 2050 y la presión de los bancos centrales para que se reduzca el riesgo climático en sus carteras de préstamos.

En ese contexto está inserto México, siendo parte de uno de los bloques comerciales más relevantes del mundo, con Estados Unidos y Canadá, comprometidos con una importante agenda frente al cambio climático, el despliegue de tecnologías limpias y soluciones sostenibles, inversión en energías limpias asequibles y confiables, además de desalentar el comercio de acero y aluminio con alto contenido de carbono, compromisos que fueron firmados en Glasgow, en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26).

Para México es una oportunidad histórica que requiere de un compromiso de Estado para generar las condiciones de desarrollo industrial que la situación demanda, pues cuenta con la posición geográfica y capital humano para hacerlo. Ya lo ha advertido el Fondo Monetario Internacional en su reciente análisis anual sobre México, aunque la economía continúa recuperándose, existe la necesidad de promover un crecimiento más sólido, inclusivo y ecológico.

El planteamiento que lleve la Secretaría de Economía a Estados Unidos para la producción nacional de semiconductores será relevante, en la medida que venga acompañada por una propuesta que brinde certeza jurídica y respeto al Estado de Derecho, aspectos que se prevén complejos cuando en paralelo se pretende discutir una legislación en materia energética que contraviene principios jurídicos y compromisos comerciales internacionales.

La encrucijada para México es el lugar en la historia que quiere desempeñar, si contará con la resiliencia o la capacidad de recuperarse de las conmociones o caminará contracorriente y retrocederá hacia el subdesarrollo y el estancamiento en el contexto mundial. #OpiniónCoparmex

 

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