Danza de los guaguas, alegría y simbolismo que evoca al sol en Veracruz

26/04/2020 - 12:04 am

El vestuario de esta danza que se baila principalmente en Papantla está compuesto por un majestuoso penacho elaborado con papel (oropel), antes el diámetro de estos era de más de un metro lo que los hacía más espectaculares, en la actualidad su diámetro es de 60 o hasta 70 centímetros.

Ciudad de México, 26 de abril (SinEmbargo).- México cuenta con una gran riqueza cultural que se ve representada en su comida, arquitectura, celebraciones, tradiciones y en sus danzas. Cada entidad del país cuenta con una o varias danzas representativas que encierran historia y significado; Veracruz es uno de los lugares más coloridos y con más sabor de nuestro país, entre sus danzas están la Bamba y la Bruja por mencionar algunas, pero en esta ocasión nos enfocaremos a la danza de los Guaguas o de los Quetzalines.

El origen de la danza de los Guaguas es precortesiano, incluso podría ser antillano. De acuerdo con el maestro e historiador José Luis Melgarejo Vivanco, el nombre de Quetzalines viene del dios del fuego, que según el padre Bernardino de Sahagún era llamado Cuetialzin; con esto se puede deducir que la danza era para adorar a este dios y al sol.

La danza se baila principalmente en la región de Papantla, Veracruz, aunque también se puede encontrar en algunas partes de Puebla. Los elementos de esta danza cuentan con una gran belleza, de inicio se reconoce al sol como el más importante de los dioses y como un generador de la vida.

En la danza se usa un majestuoso penacho. Foto: veracruz.mx

La publicación digital, ¿K’atsiyatá? La Revista Cultural de Papantla explica que el vestuario, que es similar al de los voladores de Papantla, está compuesto por un majestuoso penacho elaborado con papel (oropel) que se entrelaza en varillas delgadas de tarro (otate) de tal forma que queden como un círculo de figuras geométricas concéntricas, antes el diámetro de estos era de más de un metro lo que los hacía más espectaculares, en la actualidad su diámetro es de 60 o hasta 70 centímetros, lleva plumas blancas para hacer referencia al resplandor y se atora a la barbilla con una cinta roja.

El pantalón que usan los danzantes es de color rojo con adornos horizontales hechos con tela bordada dorada o plateada, en la orilla lleva una tela llamada galón de color amarillo. De acuerdo con lo publicado en ¿K’atsiyatá? La Revista Cultural de Papantla, el color rojo se relaciona con la fertilidad de la tierra y con la sangre que se derramaba durante los sacrificios.

“En la primera parte, los danzantes ejecutan un zapateo agitando una sonaja que llevan en la mano derecha, enmarcada por música de flauta de carrizo y un tamborcito que ejecuta un músico que no es oficiante”, se puede leer en la revista digital que comparten otros datos, entre ellos que la música proviene de una flauta de carrizo y un tambor de doble parche de cuero de conejo que se golpea con una baqueta, como primer tiempo se baila un zapateado y posteriormente los danzantes suben a un molinete que gira con su peso.

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