La mulata de Córdoba, una de las leyendas veracruzanas más populares

26/04/2020 - 12:02 am

Veracruz guarda costumbres y algunas páginas de la historia de México, sus calles y su gente han visto nacer numerosas leyendas que, sin duda alguna, son una parte importante del folclor de nuestro país.

Ciudad de México, 26 de abril (SinEmbargo).- Las leyendas son parte de la cultura y del folclor de nuestro país; existen muchas dependiendo del lugar del que hablemos. En Veracruz, por ejemplo, existen varias muy conocidas, pero en esta ocasión compartiremos con los lectores de Magazine una que ha hecho eco entre varias generaciones: La mulata de Córdoba.

La página del Museo Local Fuerte de San Juan de Ulúa recoge una de las versiones de este relato, en ella se cuenta que durante el año 1618 en la Villa de la Córdoba de los Caballeros vivía una hermosa mujer de la que se desconocía su origen.

La mujer era muy bella, tanto que todos los hombres de la villa se sentían atraídos, se dice que tenía sangre negra y española por lo que se le conocía como la Mulata de Córdoba. Otra versión cuenta que como en esos años la mezcla de razas era rechazada por la sociedad, la mulata era señalada y rechazada, sin embargo, las mujeres envidiaban su belleza por lo que comenzaron los rumores de que practicaba brujería; se decía que durante la noche se podía ver desde la calle una luz intensa que provenía de su casa, que además estaba acompañada de una música extraña.

Regresando a la versión del museo, la mulata era conocedora de artes de la medicina, predecía eclipses, temblores y tormentas, además curaba enfermedades con yerbas, situación que contribuyó a que la gente del pueblo afirmara que tenía un pacto con el diablo y que poseía poderes mágicos. Ante esto la Santa Inquisición la apresó.

La gente cuenta que la mujer fue declarada culpable de practicar magia negra y la sentenciaron a ser quemada con leña verde en presencia de los ciudadanos. Mientras estaba encerrada le pidió a un carcelero que le consiguiera un trozo de carbón. En la celda de muros húmedos y oscur0s, la mulata dibujó un magnífico barco de grandes velas que se desplegaban al viento, una autentica obra de arte, después subió a la nave y desapareció.

Se dice que al día siguiente encontraron al carcelero aferrado a la reja del calabozo y con la razón perdida.

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