Pekín, 26 ago (EFE).- El sudafricano Wayde van Niekerk, vencedor anoche de la agónica final de 400 metros de los Mundiales de Pekín, ha abandonado el hospital al que fue trasladado después de ser retirado en camilla de la pista tras la carrera de mayor nivel de la historia, con los tres medallistas por debajo de los 44 segundos.
El delegado médico de los campeonatos decidió que el nuevo campeón, vencedor con la mejor marca de la historia (43.48), fuera hospitalizado al comprobarse que “sus constantes vitales eran inestables”.
Después de ser sometido a diversas pruebas médicas, la pasada medianoche Van Niekerk fue dado de alta. En el estadio, dado su estado físico al término de la carrera, no había podido atender sus obligaciones protocolarias ni atender a los medios de comunicación.
Van Niekerk se llevó para África el título mundial de 400 metros, primera medalla en 22 años para el continente negro en esta prueba, batiendo al campeón anterior, el estadounidense LaShawn Merritt, y al titular olímpico, el granadense Kirani James. EFE
