Buenos Aires, 14 Jun (Notimex).- El gobierno argentino consideró hoy “casi patético” el referéndum lanzado por el primer ministro británico, David Cameron, para que los habitantes de las Islas Malvinas definan si quieren seguir o no bajo el dominio inglés.
"Es casi patético lo que decía ayer Cameron en el Parlamento inglés sobre el referendo que van a hacer en las islas”, advirtió el ministro de Defensa, Arturo Puricelli, en medio del renovado enfrentamiento entre ambos países por la soberanía de Malvinas.
El funcionario advirtió que “es lo mismo que si nosotros hiciéramos un referendo para ver si la población de Tierra del Fuego e Islas del Atlántico Sur quiere seguir siendo argentina".
Esta víspera, Cameron anunció que el próximo año el gobierno británico realizará una consulta en Malvinas para que los isleños determinen si quieren quedar bajo jurisdicción argentina o británica.
También convocó a respetar los resultados de dicho referéndum, el cual coronará la tensión que se acrecentó entre los dos países este año, en el marco del 30 aniversario de la Guerra de Malvinas que Argentina perdió frente al Reino Unido.
De hecho, este jueves, que es el día en el que se cumplen tres décadas del fin de la guerra, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, se encuentra en Nueva York ante el Comité de Descolonización de Naciones Unidas.
Fernández viajó para denunciar la explotación ilegal de recursos en Malvinas, la militarización en el Atlántico Sur y el incumplimiento del Reino Unido a las resoluciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que lo instan a iniciar un diálogo pacífico.
La tensión bilateral comenzó a intensificarse a principios del año pasado, cuando el Reino Unido reconoció que se estaban realizando trabajos de exploración petrolera en las Islas que ocupa desde 1833.
Argentina denunció desde entonces la explotación ilegal de los recursos naturales de la zona, así como la militarización, ya que los británicos enviaron un buque de guerra y continuaron con una serie de ejercicios militares.
A fines del año pasado, la estrategia para convertir a Malvinas en un reclamo latinoamericano registró uno de sus grandes éxitos cuando Uruguay se negó a permitir el arribo de buques con banderas malvinenses.
La decisión solitaria del gobierno de José Mujica fue luego adoptada por la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), además de que el reclamo argentino ha sido respaldado en todos los foros internacionales.
