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El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

NYT analiza 260 mil palabras de Trump. Halla mentiras, que toma crédito de otros, autoestima…

27/04/2020 - 2:00 pm

“El New York Times analizó cada palabra que Trump habló en sus sesiones informativas de la Casa Blanca y otros comentarios presidenciales sobre el virus, más de 260 mil palabras, desde el 9 de marzo, cuando el brote comenzó a provocar interrupciones generalizadas en la vida cotidiana, hasta mediados de abril”, explica el diario.

–Con información de Associated Press

Ciudad de México, 27 de abril (SinEmbargo).– Se trató de una tarea titánica: Tres periodistas del diario estadounidense The New York Times revisaron más de 260 mil palabras pronunciadas por Donald Trump durante la pandemia. Probablemente los hallazgos no satisfagan al Presidente de Estados Unidos.

“La autoestima, atribuirse el crédito de otros, una audaz reescritura de la historia reciente para presentarse como el héroe de la pandemia en lugar del Presidente que tardó en responder. Tales han sido las características definitorias del uso abusivo del púlpito por parte de Trump durante el brote de coronavirus”, resume el diario establecido en una de las ciudades con más daños por el COVID-19 en todo el mundo: Nueva York.

En su conferencia de prensa de la Casa Blanca sobre el coronavirus el 19 de marzo, reseña, el Presidente elogió al comisionado de la Administración de Drogas y Alimentos, Stephen Hahn. “Ha trabajado, probablemente, tan duro o más duro que nadie”, dijo Trump. Luego se corrigió a sí mismo: “Aparte de quizás Mike Pence [el Vicepresidente], o yo”.

En esta imagen del 22 de abril de 2020, el Presidente Donald Trump escucha durante su informe sobre el coronavirus en la Sala de Prensa James Brady de la Casa Blanca, en Washington.
En esta imagen del 22 de abril de 2020, el Presidente Donald Trump escucha durante su informe sobre el coronavirus en la Sala de Prensa James Brady de la Casa Blanca, en Washington. Foto: Alex Brandon, archivo, AP

Luego, dice The New York Times, el 27 de marzo, Trump se jactó de reunir recursos federales para combatir el virus, ignorando sus fracasos iniciales y difamando a las administraciones anteriores. “Nadie ha hecho nada como hemos podido hacer”, afirmó. “Y todo lo que asumí fue un desastre. Era un país roto de muchas maneras. De muchas maneras”.

Y el 13 de abril, agrega el Times, Trump insistió en que los gobernadores estaban tan satisfechos con su desempeño que no habían pedido nada en una reciente conferencia telefónica. “Ni siquiera había una declaración de ‘creemos que deberías hacer esto o aquello’”, dijo. “Escuché que era, simplemente, una llamada telefónica perfecta”.

“El New York Times analizó cada palabra que Trump habló en sus sesiones informativas de la Casa Blanca y otros comentarios presidenciales sobre el virus, más de 260 mil palabras, desde el 9 de marzo, cuando el brote comenzó a provocar interrupciones generalizadas en la vida cotidiana, hasta mediados de abril”, explica el diario. “Las transcripciones muestran patrones sorprendentes y repeticiones en los mensajes que ha transmitido, revelando una muestra de arrogancia presidencial y autocompasión, a diferencia de lo que los historiadores dicen que han visto antes”.

“Con mucho, las declaraciones más recurrentes de Trump en las sesiones informativas son las autogratificaciones, aproximadamente 600 de ellas, que a menudo se basan en exageraciones y falsedades. Él se acredita a otros (más de 360 ​​veces) por su trabajo, pero también culpa a otros (más de 110 veces) por las deficiencias en la respuesta estatal y federal”.

Los intentos de Trump, añade el diario, de mostrar empatía o apelar a la unidad nacional (alrededor de 160 instancias) equivalen a solo “una cuarta parte de la cantidad de veces que se felicitó a sí mismo o a un miembro importante de su equipo”.

MEJOR LA ECONOMÍA

Donald Trump arengando a su base en un acto en Charlotte, Carolina del Norte, el 2 de marzo del 2020.
Donald Trump arengando a su base en un acto en Charlotte, Carolina del Norte, el 2 de marzo del 2020. Foto: Evan Vucci, AP

Después de dos meses de una respuesta frenética al coronavirus, dice por su parte The Associated Press, la Casa Blanca planea virar el enfoque público del Presidente sobre la pandemia hacia las crecientes medidas para aliviar la devastación económica que ha provocado.

Luego de que hace unos días declaró que los científicos deberían explorar la posibilidad de inyectar desinfectantes como una posible cura contra el virus, ahora Trump ha rechazado la utilidad de sus informes diarios sobre las labores para frenar los contagios y atender a los enfermos, en los cuales se ha enfrentado una y otra vez a expertos científicos. Los asesores del mandatario intentan ponerlo en un entorno mucho más familiar para él, y tal vez más seguro: hablar de la economía, en ambientes más controlados.

Se trata de una urgencia política luego de que sus aliados han percibido una erosión en el respaldo al mandatario. El que había sido su mayor activo en la campaña de reelección, su capacidad de acaparar los espacios noticiosos con sus actuaciones desenfadas, se ha convertido en un pasivo a diario. Al mismo tiempo, nuevos sondeos del Partido Republicano muestran que el camino de Trump hacia un segundo período en la presidencia depende de la percepción del público sobre qué tan rápido se recupera la economía de los cierres estatales impuestos para contener la propagación del virus.

Algunos estados han comenzado a atenuar las órdenes de cierre, y se anticipa que Trump comience a resaltar la labor de su gobierno para ayudar a las empresas y empleados. Sus asesores señalan que el presidente sostendría conversaciones más frecuentes con directores generales, dueños de empresas y beneficiarios de los billones de dólares en ayuda federal que ya han sido aprobados por el Congreso, y comenzaría a delinear lo que espera ver en un futuro paquete de recuperación.

La última vez que Trump salió de la Casa Blanca fue hace un mes, y ya se elaboran planes para una agenda limitada de viajes dentro de las próximas semanas, según sus asesores. Sería una demostración simbólica del inicio de la reapertura del país.

El cambio coincide con lo que la Casa Blanca considera señales alentadoras en todo Estados Unidos, en el que empiezan a estabilizarse las cifras de nuevas infecciones y a reducirse el número de muertos.

Presidente Donald Trump arriba a la sala de prensa de la Casa Blanca, Washington, para hablar sobre el coronavirus, 22 de abril de 2020.
Presidente Donald Trump arriba a la sala de prensa de la Casa Blanca, Washington, para hablar sobre el coronavirus, 22 de abril de 2020. Foto: Alex Brandon, AP

De todas formas, algunos expertos médicos advierten que el virus continuará siendo una amenaza al menos hasta que se desarrolle una vacuna, y que el riesgo de una segunda oleada sigue manteniéndose alto si se atenúan muy pronto las medidas de distanciamiento social o si no se desarrollan planes para efectuar pruebas y rastrear contactos antes de que la gente vuelva a su comportamiento normal.

La Casa Blanca está deliberando si continuará efectuando conferencias de prensa sobre el tema en una forma modificada y sin la presencia de Trump, posiblemente en otro sitio. Antes de que el mandatario tuiteara el sábado que esas reuniones de información “no valían la pena ni el tiempo ni el esfuerzo”, sus asesores se habían mostrado ansiosos por utilizar dichos informes para resaltar tendencias positivas y para llenar de estadísticas a los estadounidenses. Era un intento por restaurar la confianza en la respuesta al coronavirus, de tal forma que el público se sintiera más cómodo al retomar sus actividades normales.

“Sabemos que eso es importante”, dijo la doctora Deborah Birx, coordinadora del grupo de trabajo contra el coronavirus de la Casa Blanca, en una entrevista al programa “Sunday Morning Futures” de Fox News Channel. “Entendemos que estos mensajes de ciencia y política deben ser presentados al pueblo estadounidense de una forma no politizada”.

Por lo regular, pocos estadounidenses consideran a Trump una fuente de información sobre la pandemia, ni confían en él en ese sentido, según un sondeo de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research difundido la semana pasada.

Se anticipa que, a partir del lunes, la Casa Blanca comience a difundir un recuento de lo que el Gobierno federal ha hecho hasta el momento para mejorar la disponibilidad de pruebas de diagnóstico de COVID-19, equipo de protección personal y respiradores.

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