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“Si se iba la luz, nos teníamos que esconder”. El relato del miedo desde un pueblo de Veracruz

27/06/2020 - 9:00 pm

Hasta ahora, la Fiscalía General del Estado tampoco ha dado a conocer el protocolo para rescatar esos cadáveres o dónde serán colocados mientras se identifican.

Por Ignacio Carvajal 

Veracruz, 27 de junio (BlogExpediente).- Grupos de autodefensas que operan en la zona de Playa Vicente, recibieron información sobre la presencia de inmuebles y ranchos donde hay indicios de más fosas clandestinas.

Debe recordarse que a inicios del 2020, en la cabecera de Playa, se reportaron dos mega fosas en propiedades del ganadero Humberto Andrade Ahuja Taralila; los dos predios permanecen custodiados por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) ante la presunción de fosas en donde sepultaron a las víctimas del temible Reinaldo Patiño, alias “El Pelón de Abasolo del Valle” o “El Quemado”.

Hasta ahora, la Fiscalía General del Estado tampoco ha dado a conocer el protocolo para rescatar esos cadáveres o dónde serán colocados mientras se identifican.

Belén González, vocera del colectivo de búsqueda de Personas del mismo nombre, afirmó que pese al paso de los meses tras el hallazgo en ese municipio, la Fiscalía no les ha explicado cual sería la ruta a tomar para rescatar esos cadáveres, y argumentan que no hay condiciones de seguridad para que los colectivos acudan a esa zona a inspeccionar las labores, así como también pretextan que no pueden trabajar por la emergencia de la COVID-19.

En medio de todo esto, y la zozobra familiares que demandan noticias sobre sus desaparecidos en Playa Vicente, y comunidades aledañas, grupos de civiles que han tomado participación en la seguridad en esos poblados, han recibido informes sobre más entierros, uno de los más llamativos podría estar dentro de una casa sin número ubicada entre Libertad y Venustiano Carranza, en el Centro de Nuevo Ixcatlán (3 mil 469 habitantes).

“Por las noches, luego se escuchaban los gritos, lamentos y peticiones de auxilio de gente que tenían ahí secuestrada”, cuenta un vecino de dicha residencia, quien pide anonimato.

la Fiscalía General del Estado tampoco ha dado a conocer el protocolo para rescatar esos cadáveres o dónde serán colocados mientras se identifican. Foto: BlogExpediente, Especial

Ese domicilio estuvo bajo control de Ernesto Herrera Uriarte, alias “El Burro”, quien al tiempo que era agente municipal de Nuevo Ixcatlán, era mano derecha de “El Pelón de Abasolo”. Informes que están en manos de la SSP y de la Marina, indican que “El Burro” controlaba actividades como venta de combustible robado, sicariato y secuestros.

Sus víctimas recuerdan que su vida pública comenzó a finales del 2017, cuando inició campaña para llegar a la agencia municipal de Ixcatlán, un pueblo mazateco. La mayor parte de sus seguidores lo reconocían pues en el pasado había sido pastor, y recorría las calles y pueblos llevando el mensaje de la palabra de El Señor.

No obstante, tras su victoria en las urnas, y tomar el cargo, presuntamente respaldado por el grupo criminal de los hermanos Jacinto y Alberto Rodríguez, Los Piñas, -jefes de Reinaldo Patiño- ese hombre que era servidor público se transformó en el terror de Nuevo Ixcatlán.

“A plena luz del día, ataviado con un chaleco del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), “El Burro” se paseaba por las calles, amenazante, sosteniendo casi siempre un rifle de asalto, y custodiado por encapuchados armados”, recuerda una de sus víctimas, a quien “El burro” y sus hombres le desaparecieron un familiar.

Deudos relatan que al menos durante dos años, “El Burro” sembró el terror en la región. “Si daba audiencias, a donde iba al pueblo, si no le gustaba lo que opinabas, o si estabas en su contra, repartía tablazos”, cuenta otra afectada en anonimato ante el temor a las represalias.

En ese tiempo, unas 30 personas o más, solo de Nuevo Ixcatlán, terminaron privadas de la libertad por la violenta célula que comandaba “El Burro”, quien se dio a la fuga a mediados del 2019, posteriormente aun operativo, tierra aire, de la Secretaría de Marina Armada de México que buscaba capturarlo.

Pero a su pasó dejó numerosas víctimas de despojo, desapariciones y homicidios que apenas comienzan a salir a la luz, pues durante mucho tiempo, incluso actualmente, cargan con temor a poner denuncia formal ante la sospecha de que la delincuencia mantiene infiltradas a la fiscalías y policías locales en los municipios de Playa Vicente, Isla, Juan Rodríguez Clara, Santiago Sochiapan y Cosamaloapan.

La casa citada -cuentan los vecinos y víctimas de la delincuencia- actualmente está abandonada, los grupos de autodefensas de la zona la inspeccionaron y ayudaron a que su dueño original la recuperara, el propietario ya la había dado por perdida después de que el grupo de El Burro la tomó por la fuerza para cometer sus fechorías.

la Fiscalía General del Estado tampoco ha dado a conocer el protocolo para rescatar esos cadáveres o dónde serán colocados mientras se identifican. Foto: BlogExpediente, Especial

Es una propiedad que no contrasta notablemente de las demás casas de Ixcatlán, es una vivienda amplia, con cuatro piezas, además del baño y la cocina, un gran patio en donde se alzan dos exuberantes árboles de mango que brindan una sombra extraordinaria.

Dentro de la casa, colchonetas, muebles, camas sucias, y restos de alimentos. Afuera, en el patio, restos indudables de que el lugar era empleado en tiempos no lejanos como sitio de reuniones.

Los colonos de Nuevo Ixcatlán lo cuentan sin tapujo. Cada vez que una persona iba a ser privada de la libertad, o antes de que se la llevaran, todos los barrios del pueblo se quedaban sin luz. Durante varias horas permanecían a oscuras o sin línea de teléfono a donde reportar el nuevo levantón.

En el centro del pueblito, se miraban andar las caravanas de camionetas, con sujetos armados tapados del rostro, los rifles a la vista, imponiendo el silencio y el horror.

“Si se iba la luz, a todos nos daba miedo, nos teníamos que esconder, ir a nuestras casas, porque ellos mismos cortaban la luz cuando iban a actuar. Nadie quería ser la próxima víctima, unos corrían al monte”, contó otra víctima.

Caída la noche, esas camionetas se internaban en la propiedad citada, y al poco tiempo, comenzaba los gritos de horror, lamentos, súplicas, peticiones de piedad que eran secundadas por un silencio sepulcral que era interrumpido de manera intermitente por risas de hombres, tablazos de castigo o disparos.

A finales de la primera quincena de junio de 2020, personal de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas Desaparecidas (CEBV) conoció la ubicación de la vivienda que actualmente se puede visitar libremente, aunque en su patio se aprecia suelo removido, capas de maleza con patrones de crecimiento distinto en casi todo el predio y restos de fogatas, señales altamente sospechosas de que puede haber entierros clandestinos, y el destino final de docenas de desaparecidos que las autoridades ni si quiera han comenzado a buscar por estos rumbos.

la Fiscalía General del Estado tampoco ha dado a conocer el protocolo para rescatar esos cadáveres o dónde serán colocados mientras se identifican. Foto: BlogExpediente, Especial

Fue en este poblado donde se llevaron al mayor productor de sorgo de la región, Luis Cámara Parroquín, y a uno de sus trabajadores, en octubre de 2019.

Los delincuentes que llegaron a su casa para llevárselo, cargaron hasta con la despensa, eran 5 mil pesos en alimentos que previamente había sido adquirido por la familia para su consumo del mes. También exigieron maquinaria pesada y vehículos con todo y factura para saldar el rescate. El hombre nunca regresó a su hogar.

EL EMBARCADERO DE CASTILLO

Otro predio reportado por los autodefensas de la zona, está sobre la carretera Playa Vicente-Isla, a unos metros de la colonia Lealtad de Muñoz.
Lealtad de Muñoz, poblado de camino a Playa Vicente, sobre la carretera Santiago Tuxtla-Playa Vicente, fue cuna de numerosos pistoleros y operadores del grupo Los Piñas. En diciembre del 2019, varios personas originarias de esta zona se vieron envuelta en un escándalo por el robo de varias cabezas de ganado, detectadas por la Guardia Nacional en los límites con Oaxaca. Se trató de un enfrentamiento armado entre pistoleros y la GN donde abatieron a Gregorio Jiménez, lugarteniente de Los Piñas, principal operador del robo de bovinos, en complicidad con asociaciones ganaderas.

El rancho se conoce como “Embarcadero de Castillo”, y en él hay una barranca, al fondo, en una arboleda, que fue usada por los malandros para hacer fosas y sepultar a varias de sus víctimas.

Geográficamente, el sitio aparece en la ruta de las dos primeras megafosas ubicadas por la SSP en febrero y marzo pasado, y que se atribuyeron al grupo criminal Los Piñas, y a su más temible sicario, Reinaldo Patiño, El Pelón de Abasolo del Valle.

la Fiscalía General del Estado tampoco ha dado a conocer el protocolo para rescatar esos cadáveres o dónde serán colocados mientras se identifican. Foto: BlogExpediente, Especial

GALEANA

Entre Playa Vicente a El Nigromante (2594 habitantes) hay muchos caminos, uno de esos conduce al rancho conocido como Galeana. Se trata de un predio que presuntamente está abandonado desde hace varios años, y que fue usado durante mucho tiempo para enterrar personas. Las fuentes que otorgaron esta información bajo anonimato indican que el área incluso fue recorrida por personal de las fuerzas armadas, quienes constataron que hay indicios de fosas clandestinas.

La información que se tiene, es que esos entierros podrían ser de la época de Leonardo Hernández, “El Brujo” de Playa Vicente, quien fuera ejecutado en abril del 2018, en un palenque. Después de su muerte, “El Brujo” de Playa fue descrito por el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares como un alto generador de violencia en esa zona, y que pertenecía al Cártel del Golfo.

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