No hace falta ir a un museo ni escuchar a John Cage para entender mi música: Carlos Maldonado

27/07/2016 - 12:05 am

El contrabajista de Los Dorados presenta la segunda parte de su proyecto en solitario Malcisne, acompañado por el baterista Hernán Hecht y el cantante Juan Pablo Villa

Ciudad de México, 27 de julio (SinEmbargo).- El contrabajista de Los Dorados, Carlos Maldonado Cisneros, presenta en estos días Malcisne II, integrado por ocho canciones de un álbum de post rock que une free jazz, avantgarde, improvisación y música de concierto.

En su aventura musical, lo acompañaron  Juan Pablo Villa (voz, electrónica, piano), Hernán Hecht (batería), Natalia Pérez Turner (cello), Alexander Bruck (viola) y Misha Marks (guitarra).

El disco fue presentado en la Fonoteca Nacional. Foto: Ramona Miranda / Secretaría de Cultura
El disco fue presentado en la Fonoteca Nacional. Foto: Ramona Miranda / Secretaría de Cultura

Son piezas que no llegan a ser canciones en toda la extensión de la palabra, pero que se acercan serenamente a esas composiciones de no más de tres minutos y que “parten de los feelings, del estado de ánimo, de contemplaciones, transmitiendo vivencias, experiencias y mis sentimientos más profundos”, dijo el músico.

“Marcha”, “Extrañas entrañas”, “Canto a la inocencia”, “Giras”, “Desperté mañana”, “Luz y color”, “Tu presencia” e “Insolación”, son los temas que integran lo que Maldonado llama “un disco vanguardista”, que no tiene ninguna intención elitista.

“Por el contrario, es para todos los oídos. Tiene que ver con un autoestudio de mí, de lo que siento, porque soy una persona bastante emocional”, dice Carlos, quien ahora reside en Canadá y para el que la canción “Tu presencia”, constituye lo más emotivo de su nuevo material discográfico.

“Se trata de una canción muy profunda que tiene mucho que ver con lo que estoy viviendo actualmente: procesos de cambios y gente que se despide o viene en camino y de muchos sentimientos unidos”, reveló.

Malcisne II fue presentado hace unos días en la Fonoteca Nacional, en el marco de un concierto donde el también bajista de Chocolate Smog Gang interpretó junto a sus amigos temas de Malcisne I.

En entrevista con SinEmbargo, el músico insistió con su idea de “hacer música para toda la familia”, al tiempo de expresar su admiración por David Bowie, un artista que está presente en Malcisne II.

–Malcisne es uno de tus tantos proyectos

–Sí y es el más íntimo, el más importante para mí en este momento, pues con él desarrollo mis vivencias, mis emociones profundas. Los otros proyectos son más de colaboración creativa. Malcisne es un  trabajo en torno a la composición personal.

–También es un proyecto donde te animas más a la canción, ¿verdad?

–Sí, es cierto. Nació desde el primer volumen como una inquietud muy personal de desarrollar los temas partiendo desde la melodía cantada. Hubo texto en el primer disco, donde componía como si fuera un songwriter, en este segundo Juan Pablo Villa y Hernán Hecht insistieron para que dejara las letras y no fueran sólo los referentes para conformar la pieza final. Malcisne tiene que ver con este feeling de hacer canciones, sin la intención de hacer una canción como tal. Admiro a muchos cantautores y han sido siempre una inspiración para mi música.

–¿Qué artistas influyeron?

–Siento que este disco es más extrovertido si lo comparamos con Malcisne I; este tiene batería: la participación de Hernán Hecht es fundamental pues con él el disco se vuelve más rock. Realmente gente como David Bowie y Bruce Springsteen están en Malcisne II. Me gusta mucho la música vintage, aunque no desprecio a artistas actuales como Tame Impala o Radiohead. Toda esa música que hemos escuchado del siglo pasado, como David Bowie, es una influencia muy grande, sobre todo la época de Ziggy Stardust y Space Oddity. Hay un tema como “Extrañas entrañas” que si bien no tiene nada que ver con la música de Bowie, remite a lo fantástico y parece que fuera un viaje hacia el centro de la Tierra.

Juan Pablo Villa, uno de los más talentosos y creativos cantantes mexicanos. Foto: Especial
Juan Pablo Villa, uno de los más talentosos y creativos cantantes mexicanos. Foto: Especial

–El último disco de David Bowie fue sin embargo en clave de jazz

–Sí, durante una exposición en Berlín me enteré que en sus inicios tocaba el saxofón, ese fue su primer instrumento. En Blackstar participa Donny McCaslin (flauta, saxo y vientos). Bowie, además, era amigo de Maria Schneider, que es mi ídolo en lo que hace a la música de jazz orquestada. Cuando la idea y la inquietud superan cualquier música estética, no buscas hacer un género determinado, son pulsiones que salen de manera natural y con mucha respiración…Nunca me precipité para hacer este disco…

–¿Dirías que es una música orgánica?

–Pues sí, porque combina electrónica y acústica y en ese sentido es bastante orgánica. Me gustan mucho los contrastes, descubrí hace un tiempo en Canadá al músico Patrick Watson y tanto él como casi toda la escena independiente de allá combina violines, piano de cola, trombones, pero además sintetizadores, electrónica y batería, una cuestión más sinfónica. Eso me interesa mucho, sin ser elitista, por supuesto. Me gusta tocar en foros de rock, no tienes que ir a un museo o escuchar a John Cage para entender mi música. Lo que hago se nutre de todos esos géneros vanguardistas, pero mi tirada es hacer música para toda la familia.

–¿Por qué Juan Pablo Villa no tiene fama mundial? Es un artista impresionante

–Bueno, me pregunto lo mismo. Es cierto que él se presenta a nivel internacional y en lugares como Austria es muy famoso. No a nivel masivo, sino en un contexto más cultural. En los medios masivos no se muestra a la gente las cosas nuevas, se pretende mantener a la gente en una burbuja donde no pasa nada. Tienes como músico que estar siempre alerta y proponiendo cosas ahora más que nunca. A veces tu música no pasa de ciertos likes en el Facebook y desde las redes sociales te parece que van a ir 800 personas a tu concierto y sólo llegan 80. Es realmente virtual.

El hiperactivo Hernán Hecht, parte fundamental de Malcisne II. Foto: Especial
El hiperactivo Hernán Hecht, parte fundamental de Malcisne II. Foto: Especial

–¿Es así, la música se ha vuelto virtual?

–Los que somos melómanos jamás abandonaremos las frecuencias vivas, las emociones del directo, pero ahora todo es más visual, pasa por los teléfonos celulares. He presentado el disco, pero estamos creando contenido visual para seguir compartiéndolo. La industria se ha vuelto virtual.

–¿Por qué se llama Malcisne tu proyecto?

–Es la combinación de mi apellido. No me gusta mucho como suena Maldonado y Cisneros, que es el apellido de mi madre, me resuena más, pienso en jardines llenos de cisnes.

–Al final eres un hijo de mamá

–Sí, soy un niño de mami. Finalmente el significado de Malcisne puede resultar profundo y con él me di cuenta de muchos sentimientos que tenía guardados. Las canciones nacieron a la madrugada, al llegar a casa, sin poder tocar el contrabajo para no hacer ruido, son fruto del insomnio, del silencio…

–¿Qué expectativas tienes con este disco?

–Obviamente, siempre la tirada va a ser tratar de llegar a todos los lugares posibles con la música. Entre Juan Pablo, Hernán y yo nos organizamos para ir consiguiendo conciertos y compartir las canciones con todo el mundo. Estoy viviendo en Canadá y antes de regresar, daremos un concierto el 31 de julio en el Foro El Tejedor.

–Los años recientes han sido exitosos para Los Dorados. ¿Cómo está el grupo?

–Sí, nos ha ido muy bien, hicimos una gira por la India y nos la hemos pasado muy bien, pero ahora no hemos podido hacer otro disco. Todos andamos muy ocupados en nuestros proyectos individuales. Dan Zlotnik, además de músico es un gran productor; Demián Gálvez es todo un rockstar que triunfa con Centavrvs, Rodrigo Barbosa toca en Paté de Fuá y tiene su proyecto indie rock, en fin, que sido muy difícil encontrar el tiempo para juntarnos en torno a la posibilidad de un nuevo disco, a pesar de que ya tenemos productor y sello discográfico.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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