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Greenpeace

27/07/2020 - 12:01 am

Un paso más hacia nuestro derecho a respirar aire limpio

Lograr un medio ambiente sano cobra mayor relevancia ante la pandemia actual.

Contaminación en el Valle de México. Foto: Galo Cañas, Cuartoscuro.

Carlos Samayoa*

En días recientes recibimos la buena noticia de que un tribunal federal emitió la sentencia definitiva de un juicio de amparo promovido por Greenpeace contra la Secretaría de Medio Ambiente del Estado de México: una sentencia en la que se declara la inconstitucionalidad del Programa para atención de contingencias ambientales atmosféricas en la Zona Metropolitana del Valle de Toluca y la Zona Metropolitana de Santiago Tianguistenco.

El problema estriba en que no se toman las medidas suficientes para reducir el constante peligro que la población enfrenta por respirar un aire contaminado, pues los valores límite que el gobierno estableció en ese programa y que son la referencia para declarar una contingencia ambiental, son altísimos. De ahí que la sentencia mencionada obligue al Edomex a cambiar su programa para tomar como referencia valores más estrictos establecidos en las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) de salud ambiental, específicamente para Ozono y material particulado PM2.5 y PM10.

El resultado de este litigio será de alta relevancia para millones de personas que de manera casi permanente están expuestas a altos niveles de contaminación del aire en esa entidad y a las respectivas consecuencias para la salud que se traducen en muertes ocasionadas por una gama de enfermedades respiratorias, cardiovasculares, cerebrovasculares, entre otras.

Como ejemplo de esta situación, en el caso de la Zona Metropolitana del Valle de Toluca, de acuerdo con información de su propia red de monitoreo atmosférico, en un periodo de 120 días que abarcó de enero a abril de este año, no hubo un solo día en que la calidad del aire fuera buena tratándose de material particulado PM2.5 y PM10. El hecho de que el nuevo programa deberá implementar valores más estrictos en apego a las NOM, podría implicar que se declaren contingencias muy frecuentemente, lo cual evidenciará aún más la situación tan precaria que el Estado de México enfrenta en este tema de salud y medio ambiente, y hará más apremiante emprender medidas enfocadas en combatir ese problema de raíz.

Respecto a ese punto, la raíz del problema, se han hecho propuestas para que diversos aspectos en el Estado de México tomen nuevas directrices en sectores como el transporte, que es uno de los más contaminantes, especialmente debido al intenso tráfico de transporte pesado y a la masificación del uso del automóvil. En ese sentido, es urgente implementar infraestructura que permita lograr la sustentabilidad en la movilidad mediante aspectos básicos como la estructuración, profesionalización, modernización y ampliación de la red de transporte público y el fortalecimiento e implementación de infraestructura ciclista. Por su parte, también se deberían fortalecer las medidas para lograr una mayor vigilancia en la operación y funcionamiento de diversas industrias.

Lograr un medio ambiente sano cobra mayor relevancia ante la pandemia actual. De acuerdo al Global Burden of Disease del IHME, a nivel nacional anualmente pierden la vida más de 37 mil personas debido a las concentraciones de material particulado y ozono generadas por el transporte terrestre, mientras que investigaciones de la Escuela de Salud Pública TH Chan de la Universidad de Harvard indican que existe mayor mortalidad en pacientes con COVID-19 que hayan estado expuestos por periodos largos a PM2.5; un microgramo por metro cúbico en PM2.5 se asocia con un aumento del 8% en la tasa de mortalidad por coronavirus.

El resultado de este litigio será de alta relevancia para millones de personas que de manera casi permanente están expuestas a altos niveles de contaminación del aire en esa entidad y a las respectivas consecuencias para la salud que se traducen en muertes ocasionadas por una gama de enfermedades respiratorias, cardiovasculares, cerebrovasculares, entre otras.

Esto deja clara la inmensa responsabilidad que el Estado de México tiene en materia de salud, pues se trata de la entidad más poblada del país. Podemos afirmar que la decisión judicial que se menciona es también una victoria ciudadana que será un precedente significativo para avanzar en la lucha por los derechos a la salud y a un medio ambiente sano, y que podrá a su vez ser un referente para otros estados del país.

*Carlos Samayoa es coordinador de Ciudades Sustentables en Greenpeace México

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