El hombre de hierro, filme que influyó en Polonia, cumple 40 años

27/07/2021 - 5:00 pm

El hombre de hierro fue una de las 21 películas seleccionadas en 2014 por el director italo-norteamericano Martin Scorsese para la serie “Obras Maestras del Cine Polaco”.

Por Miguel Ángel Gayo Macías

Cracovia (Polonia), 27 jul (EFE).- El hombre de hierro, de Andrzej Wajda, filme indispensable para explicar un momento crucial de la historia reciente de Polonia, en la que también influyó, y que retrató al sindicato Solidaridad, se estrenó hace ahora cuarenta años.

A falta de libertad en los medios de información, fue el cine, gracias a directores como Wajda (1926-2016), quien asumió el papel de dar su testimonio de la actualidad en la Polonia de los años ochenta del siglo XX.

Si con películas como El hombre de Mármol (1977), que contaba la historia de un héroe obrero desencantado con el comunismo, el cine y la historia estaban en la misma página de la historia, con El hombre de hierro se puede decir que el cine llegó a influir en unos acontecimientos que cambiarían el país.

En agosto de 1980, el ya célebre director Wajda visitó los astilleros de Gdansk, desde donde los líderes del sindicato Solidaridad Anna Walentynowicz y Lech Walesa le estaban echando un pulso al régimen del general Wojciech Jaruzelski.

Durante esa visita, que llevó a cabo en medio de una gran tensión y vigilancia por parte de las autoridades, Wajda se entrevistó con Mirosław Weight, uno de los trabajadores del famoso taller número 2, bautizado como “Lenin”, y fue él quien le dio la idea sobre el guión de la película e incluso le sugirió el título.

En entrevistas posteriores, Wajda recordaba cómo, mientras era expulsado a empujones del astillero, se dio la vuelta y le aseguró a Weight a gritos: “le prometo que haré esa película”.

Foto: Especial

En pocas semanas, el guión, escrito en colaboración con Aleksander Ścibor-Rylski, estaba terminado.

Sin embargo, resultó imposible conseguir permiso para rodar en los astilleros de Gdansk, donde acababan de firmarse los famosos acuerdos homónimos, que se basaban en las demandas escritas a mano por los representantes de Solidaridad en unos paneles de madera; así de vertiginoso era el curso de los acontecimientos.

Wajda tuvo que reconstruir muchos de los escenarios de Gdansk en unos estudios de Varsovia, para lo que contó con la ayuda de obreros venidos de allí, que le asesoraron para dar el mayor realismo posible al atrezzo.

“Quería que la película saliera al mundo, que fuera comprensible en el extranjero, así que decidí que sería bueno que el héroe (…) contara cómo comenzó la huelga”, explicó Wajda.

Un par de meses antes de su estreno comercial, el film ganó la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes y el Premio del Jurado. Foto: Filimin

En el argumento del film, que contiene imágenes reales sacadas de documentales, se intercala el drama que da cuerpo a la historia con partes dedicadas a explicar el contexto social y político que atravesaba Polonia en ese momento e incluso unos jóvenes Walentynowicz y Walesa aparecen interpretándose a sí mismos.

Aunque con el paso del tiempo la crítica especializada ha calificado al argumento de El Hombre de hierro de maniqueo y a sus personajes de simples y sin matices, opiniones que Wajda encajó de buen grado, el director siempre afirmó que su intención era “utilizar un esquema realista socialista típico, sin grises, sin más que una dimensión”.

La única excepción es la figura del periodista Winkel, magistralmente interpretado por Marian Opania, quien dio vida en la película a un periodista que informa sobre las huelgas obreras y sufre una evolución en sus ideas, desde el apoyo sin fisuras al régimen comunista hasta alinearse con los huelguistas con un emocionante alegato.

Un par de meses antes de su estreno comercial, el film ganó la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes y el Premio del Jurado.

El director polaco Andrzej Wajda. Foto: EFE

El objetivo de Andrzej Wajda, enviarle a occidente una postal cinematográfica para contarle lo que estaba pasando en ese instante en Polonia, estaba cumplido.

El eco que alcanzó El Hombre de hierro en Polonia resonó durante años, e incluso en 1983, dos años después del estreno, el crítico Aleksander Jackiewicz escribía en la revista “Mi filmoteca”: “si algún día alguien quiere averiguar lo que ocurrió realmente, deberá buscarlo en esta película, porque en ella están vivos los testimonios reales, en ella se escuchan el tumulto de los acontecimientos y la voz sin aliento, cercana, desgarrada del narrador”.

El hombre de hierro fue una de las 21 películas seleccionadas en 2014 por el director italo-norteamericano Martin Scorsese para la serie “Obras Maestras del Cine Polaco”.

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