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Gustavo De la Rosa

27/08/2021 - 12:05 am

Compañeros diputados…

“No se puede impulsar el desarrollo de los chihuahuenses como si fuéramos iguales, por eso la reducción del concepto de Desarrollo Social a Desarrollo Humano no es un simple cambio nominativo, es un cambio estratégico”.

“Otro punto que me parece totalmente incorrecto y que traerá graves consecuencias para el estado, es el de reunir en una sola secretaría a Educación, Deporte y Cultura”. Foto: Cuartoscuro

Considero que la ciudadana María Eugenia Campos Galván no tiene las facultades de presentar iniciativas de ley, pues la legitimidad de su elección está pendiente de resolverse por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, de acuerdo con el expediente promovido por Morena solicitando la nulidad de la elección, menos cuando sus propuestas de reingeniería y algunos cambios de denominación implican cambios de política pública.

Ella propone la transformación de la Secretaría de Desarrollo Social en la Secretaría de Desarrollo Humano y Bien Común; pero atrás de esa propuesta hay un pensamiento ideológico que presume que la sociedad es igualitaria, que todos los seres humanos que vivimos en Chihuahua somos iguales y simplemente necesitamos impulsos para desarrollarnos desde el lugar donde nos encontramos.

Este concepto de Desarrollo Humano y Bien Común presume que los grandes empresarios, con ingresos superiores a 10 millones de pesos mensuales, son iguales a los trabajadores de fábrica que ganan entre cinco mil y seis mil pesos mensuales, o a quienes se encuentran desempleados, con ingresos todavía menores; Inegi y Coneval señalan que, en el estado de Chihuahua, el 26.3 por ciento de la población vive en situación de pobreza, es decir, un millón cinco mil 700 personas aproximadamente, de este universo el 23.7 por ciento (cerca de 905 mil 900 personas) está en situación de pobreza moderada, mientras que el 2.6 por ciento de la población se encuentra en situación de pobreza extrema (alrededor de 99 mil 800 personas).

No se puede impulsar el desarrollo de los chihuahuenses como si fuéramos iguales, por eso la reducción del concepto de Desarrollo Social a Desarrollo Humano no es un simple cambio nominativo, es un cambio estratégico; esta estrategia fue la misma que utilizó Adolf Hitler en sus discursos, pues al negar la existencia de clases sociales y sustituirla por el concepto de que todos eran alemanes, pudo unir al pueblo alemán bajo una visión de nacionalismo exacerbado y que derivó en la Segunda Guerra Mundial, con más de 60 millones de muertos.

Conste que no pienso que el estado de Chihuahua se vaya a declarar en guerra, pero hay que recordar que detrás de las palabras de Hitler existía la idea de la superioridad de la raza aria, que fundamentaba la discriminación y persecución de las personas que eran diferentes a los alemanes. Casi escucho el grito de los chihuahuenses: ¡Somos la raza superior de México!

Por esto, el concepto de Secretaría de Desarrollo Social sigue siendo más adecuado, porque plantea el desarrollo de los diferentes sectores que convivimos en esta sociedad, con políticas y programas de equidad para combatir la desigualdad. La simple declaración de cambio de nombre no tiene plena lógica con las funciones y despachos de la Secretaría de Desarrollo Social y se están cambiando conceptos clave de una de las actividades fundamentales del Estado.

El discurso de la exposición de motivos es muy insistente en el apoyo a las familias, a los niños, niñas y adolescentes, y aunque coincidimos que esa es la tarea fundamental en el desarrollo de las funciones de un Gobierno preocupado por el futuro, es otra la realidad, que he visto en los últimos 10 años y que ni el Gobierno de Duarte, que al parecer en buena parte se reintegrará a la Administración Pública, ni el Gobierno de Javier Corral pudieron superar, porque pasar de las palabras a los hechos es verdaderamente complicado.

Plantea en su discurso la necesidad de implementar programas y políticas que provean a la ciudadanía de apoyos indispensables que garanticen su acceso a la educación y que eviten la deserción escolar, y según los últimos datos de la Secretaría de Educación y Deporte, en Ciudad Juárez enfrentamos un problema de deserción escolar a nivel secundaria de entre 25 mil y 30 mil jóvenes.

Aunque este Congreso aprobó un presupuesto de 100 millones de pesos para atender ese problema el Gobierno no ha aplicado ni un solo peso en programas específicos, y si los diferentes tribunales ratifican como gobernadora a la ciudadana Campos y le permiten tomar posesión, tendrá que ejercer dicho presupuesto en tres meses; les aseguro que toda esa palabrería por el mejor interés del niño se va a quedar en ese escrito y no aplicará esos recursos presupuestados, pues la niñez y juventud sólo les sirven a los políticos del PAN, PRI Y PRD para limpiarse la cara y hacer negocio con las estancias infantiles.

Otro punto que me parece totalmente incorrecto y que traerá graves consecuencias para el Estado, es el de reunir en una sola secretaría a Educación, Deporte y Cultura; ya Maquiavelo en 1500 escribía que toda alianza entre un poder menor con un poder desmesuradamente más fuerte trae como consecuencia el someter el poder más débil al más fuerte. Hay múltiples ejemplos en la Administración Pública que muestran que unir dependencias con menor fuerza y prepuesto, a dependencias cono mayores recursos, trae como consecuencia la inmovilidad y debilitamiento de las dependencias menores.

La política cultural en Chihuahua siempre ha estado rezagada y limitada en sus facultades, recibe poco presupuesto y es poca la importancia que se le da; aunque los chihuahuense seamos muy trabajadores, enfrentamos muy poco desarrollo cultural, y es legendaria la actitud de un miembro de las 20 familias propietarias de Ciudad Juárez, que viendo la pirámide de Teotihuacán dijo, “ya vámonos, ya me aburrí de ver tantas piedras amontonadas”. Quienes luchan por la cultura verdaderamente lo hacen con espíritu de misionero, porque los gobernadores estatales no se han caracterizado por su gran cultura, conocimiento o disfrute de las artes.

El apoyo empresarial a los eventos culturales es mínimo, y han obligado a la Secretaría de Cultura y Congreso del estado a aprobar estímulos fiscales para que apoyen de alguna manera los actos culturales; si esto sucede siendo una Secretaría del Estado, ¿qué pasará si es una simple dirección de la enorme Secretaría de Educación, con menos recursos, menos posibilidades de desarrollo de la cultura, menos presupuesto y menos atención del secretario de Educación, quien estará perpetuamente abrumado por el tamaño del compromiso con los maestros agrupados en las dos secciones sindicales que desarrollan la actividad educativa formal? Cultura no será más que un simple instituto de segundo rango dentro de ese gigante burocrático que es la Secretaría de Educación.

En las condiciones actuales, es falso que la educación y la cultura evolucionan de manera conjunta, Educación está concentrada en desarrollar los programas específicos de la currícula de educación básica, media y superior en todos sus grados, y no es posible creer que Deporte y Cultura crecerán paralelos a ella siendo tan diferentes, por eso es inaceptable que la Secretaría de Educación se convierta en Secretaria de Educación, Cultura y Deporte, porque frente al gigante simplemente van a estorbar los dos pequeños institutos, navegando en la miseria presupuestal.

Además, advierto una gran evasión de sus responsabilidades cuando en el área de Seguridad Pública establece como prioridad la procuración de justicia para la mujer y la familia, lo cual es indiscutible, pero no puede dejar de lado los demás delitos que tienen al Estado convertido en un campo de batalla, y que, si no se frenan ahora, se complicarán más en número y agravio a la sociedad.

En la procuración de justicia en general, sólo se plantea la vigilancia del comportamiento de la incidencia delictiva, pero las instituciones de Seguridad Pública, la Fiscalía General del estado y las diferentes policías, en coordinación con la federación y con el apoyo de los ciudadanos, deben procurar la justicia, paz, y seguridad para todo los chihuahuenses, no pueden ser un simple observatorio del delito como propone esta iniciativa.

Por eso, recordando a Serrat, “y muchas cosas más”, pido un análisis fundamentado y profundo de la presente iniciativa y que no se apruebe de manera inmediata hasta que se realice una revisión detallada y técnica de los cambios que propone, y finalmente solicito que estos cambios, y muchos más, se discutan, acuerden y presupuesten para que entren en funciones en enero del próximo año, ya que no hay presupuesto asignado actualmente para soportarlos.

Gustavo De la Rosa
Es director del Despacho Obrero y Derechos Humanos desde 1974 y profesor investigador en educacion, de la UACJ en Ciudad Juárez.

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