La Copa del Mundo Catar 2020 genera polémica: su preparación cobra, aproximadamente, la vida de un trabajador por día

27/09/2013 - 12:00 am
Foto: hrw.org
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Ciudad de México, 27 de septiembre (SinEmbargo).– Un grupo de personas envueltas en un llanto se hacen a un lado para ver pasar a ocho hombres que cargan un ataúd viejo. Adentro, el cuerpo de un nepalés que se suma a una lista fatídica que está dejando las ilusiones de poder albergar una Copa del Mundo en Medio Oriente. Una velada trágica acaba, familiares y amigos del fallecido recibían el día con un llanto ininterrumpido antes de llevarse el cuerpo a un costado de un río. En el distrito Dang de Nepal, se lamenta una tragedia que comenzó con ilusión. “Mi hijo era muy bueno. ¿Fue el clima el que lo mató? No lo sé. Es una pregunta que me hago noche y día”, dice el padre del chico que será incinerado.

La International Trade Union Confederation (ITUC) es un organismo que reúne cientos de asociaciones que defienden los derechos de millones de trabajadores alrededor del mundo. Desde sus oficinas en Bruselas han demandado mucha más atención sobre lo que está pasando en Catar con los preparativos para el Mundial que la FIFA designó para 2022. Uno de los países más ricos del mundo, estima gastarse 100 mil millones de dólares en infraestructura desde estadios, carreteras, un puente monumental, conexiones férreas de alta velocidad, un aeropuerto y hoteles. La mano de obra utilizada, según la ITUC, despierta la alarma de un nuevo tipo de esclavitud.

En una investigación del diario británico The Guardian, se ha desnudado la forma inhumana en la que miles de inmigrantes, provenientes en su mayoría de Nepal, viven el día a día mientras van adquiriendo distintas enfermedades. En un aglomerado de edificaciones viejas, maltratadas por el tiempo y el clima, 12 personas por cuarto tratan de subsistir. Atrincherados en literas, con muy poco espacio, duermen menos de 4 horas diarias para volver a trabajar en largas jornadas laborales. En total, 600 inmigrantes comparten dos cocinas donde las cucarachas y mosquitos estropean la poca comida sin que los trabajadores se puedan dar el lujo de tirarla.

Foto: hrw.org
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Cerca de los grandes hoteles de Doha, una población sufre sin tener certeza de que su esfuerzo tendrá recompensa. Algunos reciben cerca de 247 dólares al mes, otros llevan hasta 10 meses sin recibir un solo centavo. Endeudados para poder cruzar como ilegales, despojados de sus pasaportes, necesitan un permiso de trabajo que les de una identificación para legalizar su estatus migratorio. Las denuncias por la ausencia de pago se agravian con las deplorables condiciones laborales. Jornadas bajo los 50° centígrados, han provocado muertes al por mayor. Durante julio y agosto murieron 44 nepaleses, la mayoría menores de 20 años. La ITUC estima que con este ritmo morirán miles de trabajadores antes de la patada inicial del campeonato mundial.

Atrincherados en la Embajada de Nepal en Doha, 13 nepaleses están en pie de lucha para abandonar el paraíso de Medio Oriente que le han vendido al mundo. Sin goce de sueldo por casi un año, demandan las injusticias a las que han sido sometidos. Antes de cruzar la frontera, les prometieron sueldos cercanos a los 1,000 dólares mensuales y un rubro distinto al de la construcción. La realidad los envolvió en manos de extorsionadores que reparten la mano de obra para la construcción de lo que en teoría será una fiesta deportiva. “No queremos que nos paguen, solo queremos nuestro pasaporte y un boleto de avión. Deseamos irnos lo más pronto posible. Queremos vivir”, relata uno de ellos nervioso.

Joseph Blatter, presidente de la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), ha sido un crítico feroz con la designación que se tomó en una asamblea durante el 2010. El mandatorio ha expresado su deseo de cambiar la fecha de la justa. El torneo veraniego pasaría a jugarse durante el invierno para intentar salvaguardar la vida de los asistentes sin estar expuestos al calor mortal. En medio de la polémica provocada por una investigación de la revista France Football en la que se establecen los sobornos que varios miembros de la UEFA recibieron para apoyar a la candidatura catarí, entre ellos su presidente Michel Platini, la designación vuelve a recibir un claro golpe con estas acusaciones que rebasan cualquiera jurisdicción deportiva. El abuso a los derechos humanos de miles de inmigrantes que funcionan como mano de obra barata, o gratis, renueva la discusión sobre la sede.

Aquel chico que fue velado por decenas de personas incrédulas de la realidad, se había marchado seis semanas antes a Catar,  donde murió de un paro cardiaco provocado por un exceso laboral en condiciones infrahumanas. Tenía 16 años y solo quería construir una bella casa a su empobrecida familia. Después de un pasaporte falso, un gran deuda y extorsiones, murió sin cumplir su sueño. Ante el entierro, la familia sabe que está más empobrecida. Los que se acercan a despedirlo le tiran pétalos de rosas al cuerpo envuelto en una sábana blanca antes de convertirlo en cenizas. “No quiero escuchar el nombre de Catar nunca más en mi vida”, declara el padre que ve con la mirada perdida el pequeño cobertizo improvisado con palos de madera donde se está incinerando su hijo.

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