México

¿Harto de la vigilancia ofensiva? Una mujer también: se desnuda casi completa en Walmart de CdMx (VIDEO)

27/09/2019 - 10:23 am

En la grabación que circula en redes sociales aparece la mujer, acompañada de un hombre, que es abordada por un guardia de seguridad a la salida del establecimiento; este parece pedirle una revisión de sus pertenencias.

En México la vigilancia en las tiendas comerciales suele ser excesiva para algunos clientes. Incluso usuarios han denunciando ser agredidos  fisicamente por el personal de seguridad.

Ciudad de México, 27 de septiembre (SinEmbargo).- Una mujer decidió quitarse casi toda la ropa cuando un guardia de seguridad la acusó de haber robado productos en la sucursal Tepeyac de la cadena Walmart, en la capital mexicana. En la grabación aparece la mujer acompañada de un hombre; es abordada por un guardia de seguridad a la salida del establecimiento. Parece pedirle una revisión de sus pertenencias.

La mujer se despojó primero de su falda y se dirigió a los sensores antirrobo. Pero se dio la vuelta otra vez hacia el vigilante. Se quitó la blusa y finalmente abandonó el supermercado con un ademán de visible molestia.

Hace dos años, en esa misma tienda de Walmart en la Ciudad de México, se dio un enfrentamiento entre seguridad y ciudadanos por otro caso de abuso. Un guardia privado amenazó a una familia porque el padre “se atrevió” a abrirle un jugo a su hija mientras esperaba en la línea para pagarlo. Inmediatamente fue rodeado por agentes con boinas, radios, botas paramilitares y actitud ofensiva. Amenazaron al padre y a otro cliente de Walmart que empezó a grabar. Llamaron a la policía. Los guardias pertenecían a Seguridad Privada P.R.I.S.A.

El usuario de Youtube Fernando Hernandez dijo en su descripción: “Policía se comporta prepotente porque un padre de familia le abrió un jugó a su niña antes de apagarlo”. El video se ha visto más de un millón de veces y tiene miles de comentarios en los que se denuncian más casos y se demanda a Walmart detener los abusos.

En México, la vigilancia en establecimientos comerciales y tiendas grandes suele ser tan intensa que llega a ser muy molesta para los clientes. En Sanborns, por ejemplo, se utiliza el sonido de los radiotransmisores para supuestamente “inhibir” a clientes que, a juicio de los guardias de seguridad, puedan ser considerados ladrones potenciales. En otras tiendas del magnate Carlos Slim Helú, como Sears, se acostumbra espiar a los clientes por encima de los anaqueles.

En otras tiendas de la cadena Walmart se usa el sonido ambiental. Por ejemplo: si entra a la tienda alguien que podría considerarse, a juicio de los guardias, un “ladrón potencial”, se usa el sonido para ordenar: “favor de grabar en todos los pasillos y guardar evidencia”. Muchos consideran una práctica (o táctica) ofensiva, porque convierte a todos los clientes en potenciales ladrones o clientes bajo sospecha.

Los vigilantes de seguridad no pueden realizar un cacheo con la excepción de que se otorgue consentimiento. Pueden retener a alguien pero únicamente el tiempo que se requiere mientras llega un oficial de la policía. Además, un vigilante carece de toda competencia fuera del recinto en el que trabaja, la mayoría de las veces bajo un contrato de una agencia de seguridad privada.

OTRO CASO EN SAN LUIS POTOSÍ

Apenas en agosto pasado se presentó un caso en San Luis Potosí donde la “seguridad” se transformó en abuso contra una ciudadana. Mauren Martínez, clienta de Costco, denunció que personal de vigilancia, agentes de seguridad privada TecnoPro, la golpeó de manera severa, dejándole diversos moretones y raspaduras en brazos y piernas; la acusaban de sustraer mercancía, lo que ella negó tajantemente.

Otra toma de Maureen, agredida por guardas en San Luis Potosí.
El caso de Maureen está en tribunales. Foto de la misma clienta agredida

Narró que el 17 de agosto pasado acudió con su esposo al centro comercial, situado en la avenida Chapultepec a un costado del parque Tangamaga I de esa ciudad, a fin de adquirir accesorios para perro. Una vez que encontraron los artículos, indicó que su cónyuge se formó en la fila de la caja mientras ella decidió caminar y esperarlo en la salida. Minutos después se le acercó el jefe de seguridad, quien le solicitó abrir su bolsa, pues supuestamente había sustraído herramienta. “Me dicen que hay un vigilante que me vio sustrayendo mercancía […]. Me dijo que algo de herramienta. No entendí bien, porque la verdad no sé. Algo de herramienta sería como muy difícil llevártelo en una bolsa de mujer”, describió.

Ante la imputación, se negó a que le revisaran el bolso porque era una violación a su privacidad, por lo cual, y al tratar de avanzar al estacionamiento el vigilante la jaló. “Le dije: ¿Deberás estás seguro? Me dijo: sí. Pruebas, cámaras, tienes que hacer un desahogo de pruebas antes de siquiera tocarme un pelo”, dijo.

Segundos después, arribaron cuatro elementos más “para el apoyo”, tres varones y una mujer, quienes la rodearon; uno de ellos jaló el bolso en tanto otro la tomó del brazo y uno más trataba de someterla, mientras la oficial le estiraba una de pulseras de pedrería que portaba ese día. Durante el intento de sometimiento, expuso que levantó la voz para que la ayudaran las personas, pero el personal exponía que la estaban deteniendo por intentar robar mercancía.“Sale mi esposo, lo amagan y no lo sueltan.

Lo que puede hacer mi esposo, es sacar el celular y medio grabar y ver cómo continúan golpeándome”. Entre los jalones y empellones, aseveró que uno de los oficiales se puso de espaldas y comenzó a lanzarle golpes con el talón del zapato industrial, provocando escoriaciones en los tobillos y rodillas. Indicó que, tras el presunto ataque a manos de los oficiales particulares, ella y su esposo presentaron una denuncia en la Fiscalía General del Estado (FGE) hacia dicho personal y contra quien resulte responsable.

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