La poderosa calificadora internacionales de riesgo crediticio Standard & Poor"s y Fitch anunció que degrada la deuda del estado mexicano de Coahuila por las presiones de liquidez que podría enfrentar el gobierno del estado, por su elevado nivel endeudamiento y por la opacidad o poca transparencia de las cuentas públicas.
Coahuila es gobernado por el priísta Jorge Torres López, quien asumió un interinato luego de que el mandatario constitucional pidiera una licencia para irse como dirigente nacional del PRI en marzo pasado.
Humberto Moreira asumió la entidad con 320 millones de pesos en pasivos, y en cinco años elevó el endeudamiento a 32 mil millones de pesos.
Moreira no ha querido decir públicamente de qué monto es su deuda. En parte, por eso mismo lo están castigando las calificadoras.
“Bajamos la calificación en escala nacional a ‘BBB-’ de ‘A+’ y la colocamos en el listado de ‘revisión especial’ con implicaciones negativas”, informó Standard & Poor"s (S&P).
Este mismo día, más temprano, Fitch Ratings anunció una degradación similar. “La baja en la calificación se fundamenta en los elevados niveles de endeudamiento de corto y largo plazo que registra el estado”. Fitch también degrado en cinco peldaños a Coahuila, también de “A+” a “BBB-”.
El recorte de la calificación significa una reducción de cinco peldaños, es decir pasa del nivel más alto del cajón de fuerte capacidad de pago (A+) al último nivel del rubro de adecuada capacidad de pago. En términos coloquiales se podría decir que Coahuila se ubica a media tabla entre el máximo grado de inversión (AAA) y los llamados bonos basura (D).
De acuerdo a los reportes más recientes, S&P consideraba que el monto de la deuda era de alrededor de 9,500 mdp (de ellos 7,500 mdp con vencimiento a largo plazo). El cálculo de la calificadora fue realizado con la información que proporcionó el ahora nuevo gobierno estatal de Coahuila.
Para tener una idea más clara de lo anterior, vale señalar el diferencial de casi 260% entre los 9,500 mdp de pesos reportado por el gobierno estatal y los 33,867 millones anunciados por el Congreso local y la SHCP.
Además, la firma especializada también resalta su sorpresa por la opacidad del gobierno estatal, lo cual incrementa su preocupación.
“La baja en la calificación incorpora nuestra opinión sobre la débil política de transparencia (de las cuentas públicas) que ha mantenido el estado (Coahuila), reflejada en la difusión parcial e inconsistente de información financiera en los últimos meses”, señala S&P.
Además de la degradación de la calificación, S&P colocó a Coahuila en CreditWatch (revisión especial) con implicación negativa por las “las significativas presiones de liquidez que enfrenta Coahuila en relación a los vencimientos de deuda de corto plazo durante el último trimestre de este año. Además, refleja la falta de una definición clara por parte del estado sobre un plan integral de saneamiento de las finanzas estatales que brinde sustentabilidad presupuestal en el mediano plazo”.




