La alerta epidemiológica se da poco después de tres años de que la OMS declarara a México como el primer país libre de la rabia humana transmitida por el perro.
Ciudad de México, 28 de enero (SinEmbargo).- El deceso de dos menores en Oaxaca, la confirmación de un caso en Nayarit y la vigilancia de otros 9 sospechosos que tuvieron contacto de riesgo con un perro contagiado de lyssavirus, encendieron las alarmas del Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica (Conave) que el martes pasado emitió un aviso ante el aumento de casos de rabia en seres humanos.
“En México, todo caso sospechoso, probable, confirmado de rabia humana debe ser registrado en los establecimientos para atención médica y notificarlo de forma inmediata al Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave)”, dicta la Conave en el aviso.
El documento, en el que se establecen las definiciones operacionales de casos sospechosos, probables, confirmados y descartados según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), fue dirigido a las unidades médicas de primer, segundo y tercer nivel de atención, Unidades de Vigilancia Epidemiológica Hospitalaria (UVEH) y miembros de la Red Nacional de Laboratorios de Salud Pública (RNLSP).
De acuerdo con la Sinave la rabia se clasifica en urbana cuando es transmitida por perros y gatos, y selvática al tratarse de animales salvajes como murciélagos, coyotes, zorros, zorrillos, mapaches y otros mamíferos.
En este sentido, el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica indicó que los animales de interés económico como las vacas, cabras, ovinos, cerdos y caballos, también son susceptibles a la rabia y pueden transmitirla por contacto con el ser humano.
La alerta epidemiológica se da poco después de tres años de que la OMS declarara a México como el primer país libre de la rabia humana transmitida por el perro.
“Eliminar la rabia no ocurre por accidente. Se necesita determinación política, planificación cuidadosa y ejecución meticulosa”, expresó el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, en octubre del 2019.
Para lograr erradicar la rabia humana, México optó por implementar, desde la década de los 90, campañas masivas de vacunación gratuita a animales domésticos y de información para el diagnóstico oportuno.
Fue durante las últimas semanas del 2022 e inicios del 2023 cuando en México se registraron tres casos de rabia en seres humanos.
El primer caso se dio en el estado de Nayarit en noviembre del 2022 cuando una mujer de 29 años fue mordida por su gato que no estaba vacunado. Sin embargo, éste se dio a conocer hasta el 30 de diciembre del mismo año.
Según el comunicado emitido por las autoridades sanitarias del estado, la mujer inició con sintomatología nerviosa compatible con la enfermedad casi cuatro semanas después de haber sido mordida por el felino.
El pasado 27 de diciembre, el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud en México, Hugo López-Gatell, compartió durante la conferencia de prensa matutina del Presidente Andrés Manuel López Obrador que al menos dos de los tres menores de edad, en ese entonces, sospechosos de rabia, en el municipio de San Lorenzo Texmelúcan, Oaxaca, se encontraban graves bajo tratamiento.
Tres niños fueron mordidos por un murciélago en Oaxaca. Dos de ellos se encuentran muy graves.
El subsecretario de salud, Hugo López Gatell, aún no descarta que se hayan contagiado de rabia. pic.twitter.com/246o58SF3p
— Ruido en la Red (@RuidoEnLaRed) December 27, 2022
Dos de ellos, un niño de siete años de edad y una niña de ocho perdieron la vida con pocos días de diferencia luego de haber contraído el virus de la rabia al ser mordidos por un murciélago. La única sobreviviente fue una pequeña de dos años a la que dieron de alta después de que no presentara síntomas de la enfermedad durante siete días de tratamiento.
El País reportó que, durante el mes de enero, en ese mismo estado se ha notificado de otros tres casos sospechosos de rabia por agresión de un murciélago.
No obstante, el caso que terminó por encender las alarmas fue el de nueve personas que tuvieron contacto de riesgo con un perro contagiado de rabia que, según la Conave, a su vez fue contagiado por un zorro gris.
De confirmarse alguno de los sospechosos, podría tratarse del primer caso de rabia en el país transmitida por un perro desde 2005.
En el 2021 México alcanzó 15 años sin registro de casos de rabia humana transmitida por perro. Según informó en ese entonces la Secretaría de Salud, a lo largo de una década fueron aplicadas 194.6 millones de dosis de vacunas.
De acuerdo con la Sinave el periodo de incubación del virus en la mayoría de los casos es de uno a tres días, sin embargo se han documentado periodos mayores de hasta un año.
El primer síntoma comúnmente reportado es dolor neuropático en el sitio de inoculación. La enfermedad puede llegar a manifestarse en forma furiosa o practica. La fase neurológica cursa con lapsos de lucidez y delirio, respiración rápida, parálisis de nervios craneales, músculo cardiaco y músculos respiratorios.
En este tenor, la Sinave enfatizó que cuando el virus de la rabia alcanza el sistema nervioso central es irreversible causando la muerte dentro de los siete a diez días posteriores en los que se presenta el primer síntoma. En esta fase, la evolución de la enfermedad se manifiesta con hiperactividad, desorientación, delirio, alucinaciones, convulsiones y rigidez de nuca, que progresan hasta la parálisis irregular de los músculos respiratorios, lo que puede llegar a conducir al estado de coma, el cual puede durar horas o días y después provocar la muerte.
El Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica también explicó, en su aviso, que no existe un tratamiento específico para combatir el virus de la rabia, indicando así que ante un riesgo grave de exposición se recomienda iniciar el esquema profiláctico con aplicación de vacuna antirrábica humana e inmunoglobina antirrábica y ante un riesgo leve se debe inicial el esquema profiláctica sólo con vacuna antirrábica humana.
Finalmente el organismo exhortó a la población evitar tener contacto con especies selváticas, acudir a vacunar contra la rabia a animales de compañía, mantener el control y vigilancia sobre las mascotas para evitar que tengan contacto con fauna selvática potencialmente transmisores de rabia, lavarse las heridas por mordeduras o rasguños por colmillos en seguida de una agresión y acudir a la unidad de salud más cercana para notificar sobre ésta, y evitar actividades de control de poblaciones de mamíferos como murciélagos, zorrillos y zorros.
