De Honduras a la ONU, Caravana exige detener la matanza de la guerra contra las drogas

28/03/2016 - 4:18 pm

La Caravana por la Paz, la Vida y la Justicia saldrá de Honduras el próximo 28 de marzo y su última parada será frente a la sede de la ONU en Nueva York el 18 de abril. Participan organizaciones civiles, movimientos sociales y víctimas de violaciones de los derechos humanos de diferentes países quienes exigen “un fin a la guerra contra las drogas para crear alternativas a las políticas prohibicionistas que impulsan la violencia y el tráfico ilícito de drogas”.

Maria Herrera (derecha) es una madre mexicana de cuatro hijos desaparecidos, dos de ellos en el municipio Atoyac de Álvarez, Guerrero, que participa en esta caravana. Foto: Twitter vía @Fam_Busqueda.
Maria Herrera (derecha) es una madre mexicana de cuatro hijos desaparecidos, dos de ellos en el municipio Atoyac de Álvarez, Guerrero, que participa en esta caravana. Foto: Twitter vía @Fam_Busqueda.

Ciudad de México, 28 de marzo (SinEmbargo).- Una caravana que pretende concientizar sobre los efectos negativos sobre la política prohibicionista de las drogas en el mundo empieza esta tarde un recorrido por cinco países, incluido México, hacia la sede de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, previo a un cónclave en el que se debatirá este tema el próximo 19 de abril.

Las organizaciones civiles critican el rol que ha jugado Estados Unidos para atender los problemas de drogas y el narcotráfico. Ted Lewis, Director de Derechos Humanos de Global Exchange, una organización en los Estados Unidos detalló que estas políticas antidrogas han servido para reprender a defensores de derechos humanos.

“El Gobierno estadounidense ha jugado un rol fundamental en promover esta política prohibicionista en todo el mundo, pero sobre todo en Latinoamérica. Aquí tenemos una nueva serie de leyes que están implementando con un sesgo racial en la política de justicia criminal y en Latinoamérica se ha manifestado en forma de intervención y de violencia contra su propia gente”, detalló el director.

Por medio de una teleconferencia, que conjuntó a representantes de México, Estados Unidos, Guatemala, El Salvador y Uruguay, impulsores de la caravana apuntaron que pretenden abrir un debate sobre las políticas prohibicionistas de las drogas que han costado numerosas vidas.

En el caso de México, un informe en hecho público en el Senado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), con datos de la Procuraduría General de la República, en el 2014, reveló que durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa hubo 120 mil muertes relacionadas con el narcotráfico.

“Creemos que habrá entre 30 a 100 personas en la caravana, dependiendo de en donde estemos. Estamos coordinándonos con las diferentes autoridades y expertos de seguridad. En México tendremos medidas de seguridad bastante fuertes, que incluyen, el acompañamiento de la policía”, dijo Ted Lewis.

La Caravana por la Paz, la Vida y la Justicia saldrá esta tarde de Honduras e irá haciendo escalas hasta su última parada que será frente a la sede de la ONU en Nueva York el 18 de abril, un día previo a la celebración de Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre Drogas (UNGASS).

Maria Herrera es una madre mexicana de cuatro hijos desaparecidos, dos de ellos en el municipio Atoyac de Álvarez, Guerrero, que participa en esta caravana. Relató que la guerra ha tenido efectos desastrosos para las familias, después de la desaparición de dos de sus hijos en el 2008, encontró a otras madres que habían sufrido el mismo caso.

“Deseo no sólo encontrar a mis hijos, sino saber de estos miles de jóvenes”, dijo. Sus hijos Jesús Salvador Trujillo y Raúl Trujillo Herrera, fueron desaparecidos cuando iban de paso en ese municipio.

“Ellos trabajaban el oro. Nos enteramos de que habían formado parte de su desaparición un comandante, y el director de la policía ministerial. El primero ya murió, pero las investigaciones han sido tan débiles que de verdad no han avanzado nada. El jefe de la policía ministerial [director de la Policía Investigadora Ministerial del estado] se llama Erick Montúfar Mendoza, él sabe que hicieron con mis hijos”, dijo en teleconferencia.

En la caravana participan organizaciones civiles, movimientos sociales y víctimas de violaciones de los derechos humanos de diferentes países quienes exigen “un fin a la guerra contra las drogas para crear alternativas a las políticas prohibicionistas que impulsan la violencia y el tráfico ilícito de drogas”.

Martin Barahona, un obispo de la iglesia episcopal anglicana en El Salvador, detalló sobre los efectos que ha tenido esta política en los países centroamericanos.

“Por muchos años hemos estado preocupados por el daño que hacen las sustancias psicoactivas. En el Salvador el tema está invisibilizado. Mi propuesta personal es que debemos luchar para que se despenalicen todo tipo de sustancias psicoactivas. La guerra ha causado efectos totalmente negativos, porque es un tema de salud y no de mercado”, dijo Barahona.

Camino a la Sesión especial de la ONU donde se revisará la política global en la materia, la Caravana busca “promover una discusión honesta y diversa sobre políticas de drogas con un enfoque en los costos sociales de la prohibición y de la guerra contra las drogas al igual que en alternativas basadas en derechos humanos, salud pública y disminución de violencia”.

La Caravana visitará algunas las ciudades que se han visto más afectadas por la militarización, el crimen organizado y el encarcelamiento masivo con el fin de brindar atención pública a las voces de víctimas, migrantes, comunidades indígenas y rurales, mujeres, jóvenes y defensores de derechos humanos.

A su llegada a Nueva York, que se prevé sea el próximo 18 de abril, se realizará una caminata del Ayuntamiento de Nuevo York al Centro Correccional Metropolitano con el objetivo de resaltar los vínculos entre las reformas de políticas de drogas y de justicia penal. Además se llevará a cabo un encuentro afuera de la ONU con familiares de víctimas de la guerra contra las drogas alrededor del mundo y un evento por la tarde en la Iglesia Bautista Abisinia en Harlem con líderes religiosos en contra de la guerra contra las drogas.

La última sesión de la Asamblea General para abordar el tema del control mundial de las drogas se realizó en el 2008, cuando los estados miembros se reunieron para discutir los progresos de la declaración realizada en 1998, y para hacer una nueva.

La despenalización no es ajena a la realidad latinoamericana. Sebastián Sabini, Diputado de la Cámara de Representantes de Uruguay, expresó abiertamente su apoyo a esta caravana.

“El consumo de la mariguana ya era legal. Lo que hicimos fue regular el acceso. El consumo no ha crecido, hemos tenido registro de 4 mil 500 personas para autocultivar, presencia de clubes, licencias para investigación científica. Es pronto decir cuáles han sido los efectos, porque la venta para fines lúdicos no está abierta aún”, detalló.

Apenas el pasado 11 de marzo, en una columna publicada en el diario Los Ageles Times, los ex presidentes de México, Ernesto Zedillo; de Brasil, Fernando Henrique Cardoso; y de Colombia, César Augusto Gaviria, alertaron que la guerra contra las drogas en el mundo “es un desastre absoluto”, e incluso exhortaron a los estados miembros de la ONU a que pongan fin a la criminalización y el encarcelamiento de los consumidores de algún tipo de estupefacientes.

“Las anticuadas políticas de drogas alrededor del mundo han dado lugar a la creciente violencia relacionada con las drogas, al sobrecargado sistema de justicia criminal, la corrupción galopante e instituciones democráticas mutiladas. Después de analizar la evidencia, consultar a expertos en políticas de drogas y examinar nuestros propios fracasos en el cargo, hemos llegado a la conclusión inevitable: La ‘guerra contra las drogas’ es un desastre absoluto”, escribieron los ex mandatarios.

El ex Presidente de México Ernesto Zedillo. Foto: Cuartoscuro
El ex Presidente de México Ernesto Zedillo es parte del grupo de ex mandatarios que cuestiona la actual política antidrogas. Foto: Cuartoscuro

Los ex presidentes hicieron una serie de propuestas que la Asamblea General debería adoptar si es que la ONU quiere afrontar seriamente el problema de las drogas de una manera que “realmente promueva la salud y el bienestar de la humanidad”.

En primer lugar, exhortaron a que los estados miembros terminen con la criminalización y el encarcelamiento de los consumidores de drogas, medida, que aseguraron, es “un paso esencial para el fortalecimiento de la salud pública, la defensa de los derechos humanos y garantiza las libertades fundamentales”.

Como un segundo punto, propusieron que todos los gobiernos deban abolir de inmediato las penas de muerto por los delitos relacionados a las drogas, práctica que calificaron como “medieval” y que debe ser erradicada “de una vez por todas”.

En tercer lugar, destacaron que los países miembros de la ONU deben dar facultades a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para que revise el sistema de aprobación de drogas sobre una base científica, y no ideológica.

Sostuvieron que “la única manera de arrebatarle el control del tráfico de drogas al crimen organizado, de reducir la violencia y frenar la corrupción, es que los gobiernos controlen y regulen las drogas”.

Esta discusión atañe tanto a México, como a los países del sur. “Uno de los ejes centrales de la discusión que estamos dando en América Latina tiene que ver con aprovechar este momento para darle un impulso al cambio de la política de drogas, que está basada en el tema de la seguridad, y nosotros creemos que debe estar basada en el tema de la salud y los derechos humanos”, dijo Sabini.

El ex Presidente de Brasil Fernando Henrique Cardoso. Foto: EFE
El ex Presidente de Brasil Fernando Henrique Cardoso terminó su mandato en 2002. Foto: EFE

ONU RECHAZA OFENSIVA CONTRA LAS DROGAS

El enfoque militar en la lucha contra las drogas y el castigo excesivo de los consumidores son contrarios a los tratados de la Organización de las Naciones Unidas, advirtió el pasado 2 de marzo en Viena la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes en un informe, en el que subrayó que la salud de los drogadictos debe ser el centro de atención.

En México el combate a las drogas y a los cárteles ha dejado una estela de violencia inédita: 250 mil desplazados, 25 mil desaparecidos y más de 130 mil muertos desde diciembre de 2006, cuando Felipe Calderón lanzó su ofensiva fallida.

“Las convenciones nunca han llamado a librar una guerra contra las drogas”, afirmó Werner Sipp, presidente de este órgano de la ONU, quien presentó en Berlín el informe anual del organismo, que será discutido durante la cumbre de la ONU sobre las drogas que se llevará a cabo en abril en Nueva York.

La ONU criticó el uso de medios militares para imponer la legislación antidrogas. Foto: Cuartoscuro.
La ONU criticó el uso de medios militares para imponer la legislación antidrogas. Foto: Cuartoscuro.

El informe, que también se presentó en Viena, no solo criticó el uso de medios militares para imponer la legislación antidrogas, sino que también adviertió de que el excesivo encarcelamiento de delincuentes toxicómanos y la negativa a dar tratamiento médico a los consumidores de drogas están reñidos con los tratados de la ONU.

Al mismo tiempo, los expertos de la ONU dejaron claro que son partidarios de un enfoque equilibrado entre la aplicación de medidas represivas y políticas sociales y de salud en vez de defender la legalización de las drogas.

En cuanto al consumo, la JIFE alertó en su informe de 2015 de un resurgimiento del consumo de heroína en Estados Unidos, que sigue siendo el mayor país donde más drogas se consume. Allí casi una cuarta parte de todos los adultos han probado al menos una vez en la vida drogas ilegales. La más frecuente es el hachís, que 19.3 millones de estadounidenses de edades comprendidas entre 15 y 64 años han probado alguna vez, seguido de la cocaína (3.4 millones), el éxtasis (2.1 millones) y las anfetaminas (1.6 millones).

En cuanto a la producción, la JIFE apuntó a un aumento de la producción de metanfetaminas en México y Centroamérica. En contraste, la oferta de cocaína ha bajado de forma constante desde 2007 en el mundo. La disminución se relaciona sobre todo con la reducción de cultivos de arbusto de coca.

Un soldado mexicano hace guardia en un laboratorio clandestino de metanfetaminas desmantelado. Foto: EFE/Archivo
En México se incautaron 2.8 toneladas de cocaína en 2014, lo que representa un descenso del 11 por ciento con relación a las cifras de 2013. Foto: EFE/Archivo

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video