La Señora de la Ligas

28/04/2017 - 12:00 am
Aquí hay de dos, a Eva Cadena efectivamente la chamaquearon, como afirman algunos dirigentes de Morena o es un plan preconcebido que busca dejar la idea de que en materia de corrupción no se salva ni el propio López Obrador. Foto: Cuartoscuro

El video de Eva Cadena recibiendo fajos de billetes a nombre Morena y de López Obrador apuesta al impacto mediático. Va destinado a estimular las emociones negativas del receptor. A desacreditar al candidato a vencer en las elecciones presidenciales de 2018. No busca hacer pensar a nadie y eso que en stricto sensu el video provocaría inmediatamente una serie de preguntas que en medio de la maraña informativa se pierden. Una de ellas, ¿quién quiere explicaciones ante lo notoriamente evidente?

Sin embargo, al menos a quien esto escribe le suscita interrogantes: ¿Cómo una candidata a un cargo de elección popular acepta ir a una cita para recibir dinero no para su campaña sino para el movimiento de López Obrador sin antes consultarlo con quien supuestamente sería beneficiario? Mejor, todavía, ¿cómo ir cuándo cuando el eje de la campaña de Morena es la lucha contra la corrupción? ¿Cuándo hasta el más inocente de los políticos sabe que los adversarios andan tras este tipo de videos?

Aquí hay de dos, a Eva Cadena efectivamente la chamaquearon, como afirman algunos dirigentes de Morena o es un plan preconcebido que busca dejar la idea de que en materia de corrupción no se salva ni el propio López Obrador.

El primer argumento es débil considerando que Cadena tiene una trayectoria política que no da espacio para la ingenuidad, primero en el PAN, partido con el que alcanzó la diputación local, y luego en Morena.

El segundo argumento es perfectamente posible en la lucha por el poder pues en ella todo se vale. Más, cuando, el gobierno panista de Miguel Ángel Yunes Linares, ha hecho de la denuncia la política principal de su gobierno, primero contra Javier Duarte y ahora contra López Obrador e incluso se ha esforzado fallidamente vincularlos en actos de corrupción.

¿Quién es la persona que entregó el dinero que se ha mantenido en el anonimato? Lo menos es que lo sepa la diputada con licencia pues nadie va a una cita política a ciegas. ¿Qué vínculos existen entre la ex panista y el neopanista Yunes Linares? Aparentemente nada los vincula hasta ahora pero, en esta caja de sorpresas que es la política mexicana, no habría que desdeñar en lo absoluto. Todo es calculable incluida la renuncia a la candidatura al gobierno municipal de Las Choapas.

En sentido estricto, Cadena debería haber puesto su renuncia sobre la mesa pero se queda como si fuera un problema irrelevante. Sujeta a la decisión que adopte la hasta ahora poderosa Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena que en casos comparativamente menores ha sido implacable y ha expulsado del partido a militantes de larga trayectoria de izquierda incluidos dirigentes estatales, como sucedió en Chihuahua y Sinaloa.

Vamos a esperar como procesa este caso y ver si lo reduce a qué fue chamaqueada la ex candidata de Morena a Las Choapas. Que sería terrible para la imagen del partido. La opinión pública espera una respuesta inmediata y contundente más allá de las declaraciones exculpatorias.

Más, cuando esto apenas empieza y es previsible que si a los potenciales beneficiarios les da resultado continuaran en ese camino. En su lógica hay que bajar a quien puntea en las encuestas y deslegitimar su argumento anticorrupción que le ha ganado simpatías amplias. Solo, así, en esa lógica, se emparejaría el terreno de la competencia electoral.

No es casual, que luego de la exhibición pública del video los dirigentes del PAN y el PRI, y algunos de los poderes fácticos, han intensificado la campaña de descalificación del tabasqueño en los medios de comunicación y redes sociales. Aun, cuando el video no compromete directamente a López Obrador, lo pone en el centro de su difusión y con ellos muchos de sus detractores. Incluso, podrían perfectamente aparecer otros videos con las mismas características en cualquier lugar del país sin que lo implique pero el objetivo es deslegitimar su movimiento.

Hay que esperar la próxima encuesta y medir el grado de efectividad del recurso mediático y es previsible, al menos, lo que habrá de suceder con la consulta mensual del periódico El Universal. Creo, que el efecto si lo tiene será menor, hay muchos indicios de que es un plan preconcebido de esos que se repiten desde el “señor de las ligas”.

El problema de la corrupción en nuestro país no son como se ha querido reducir a los Duarte o Yarrington, ellos en el mejor de los casos son casos de delirio como lo calificó Aguilar Camín, pero esta es sistémica, atañe a políticos pero también empresarios y es en última instancia el aceite que lubrica las relaciones de poder.

Entonces, ponerla en riesgo tanto por la vía institucional con el sistema anticorrupción, como política a través de López Obrador, es tocar con un arma la puerta pero tener como respuesta un misil. Las resistencias al cambio son inconmensurables. Y las próximas elecciones presidenciales se definirán en función de la disyuntiva que representa persistir o acotar la corrupción. No hay de otra.

En tanto, eso ocurre, los escándalos de corrupción seguirán apareciendo las más de las veces involucrando a los gobernantes del PRI y el PAN y las menores, las de 500 mil pesos, al movimiento que lidera López Obrador.

Ernesto Hernández Norzagaray
Doctor en Ciencia Política y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid. Profesor-Investigador de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel I. Ex Presidente del Consejo Directivo de la Sociedad Mexicana de Estudios Electorales A. C., ex miembro del Consejo Directivo de la Asociación Latinoamericana de Ciencia Política y del Consejo Directivo de la Asociación Mexicana de Ciencia Política A.C. Colaborador del diario Noroeste, Riodoce, 15Diario, Datamex. Ha recibido premios de periodismo y autor de múltiples artículos y varios libros sobre temas político electorales.
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