La ALDF es el laboratorio de 2018, y la arena de la disputa entre AMLO y Mancera: analistas

28/10/2015 - 12:04 am

La semana pasada, nueve partidos se unieron para repartirse las mejores comisiones en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, dejándole al partido de Andrés Manuel López Obrador, Morena, las que incluso propuso desaparecer. La acción provocó que el tabasqueño reconociera como su enemigo a vencer, por primera vez públicamente, a Miguel Ángel Mancera Espinosa.

Andrés Manuel López Obrador y Martí Batres Guadarrama, dirigentes de Morena. Foto: Cuartoscuro
Andrés Manuel López Obrador y Martí Batres Guadarrama, dirigentes de Morena. Por primera vez, AMLO acusó a Miguel Ángel Mancera de estar aliado con el PRI, PAN y PRD. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 28 de octubre (SinEmbargo).– El pasado 25 de octubre Andrés Manuel López Obrador acusó públicamente a través de su cuenta de Twitter al Jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF), Miguel Ángel Mancera Espinosa, de estar aliado con el Partido Revolucionario Institucional (PRI), con Acción Nacional (PAN) y con los perredistas para enfrentar a la fuerza política de reciente creación Morena.

La manzana de la discordia fue la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), en donde Morena posee la primera minoría, la cual fue relegada en el reparto de las presidencias de las  comisiones y comités –consideradas como las “triple A” por ser las más representativas– por una alianza de los nueve partidos restantes. A Morena le dejaron las comisiones que propuso desaparecer.

Morena obtuvo 19 presidencias de comisiones y comités menores. El PRD argumentó que actuaron conforme a la Ley y de acuerdo a la proporción que le correspondía por el número de sus diputados. El resto de los partidos en la ALDF argumentó que el partido del tabasqueño no estuvo en las negociaciones, porque no quiso. En la repartición los más beneficiados fueron el PRI y el PAN, a pesar de poseer una minoría de diputados.

Entonces Obrador tuiteó: “Morena ganó en el DF, pero el acuerdo Mancera-PRI-PAN-PRD nos dejó sin presidencias de comisiones en la ALDF. Nombraron a incondicionales”.

Para los analistas la reflexión de Obrador llegó tarde: López Obrador sabe que Mancera prepara su candidatura para 2018 desde la Asamblea, la guerra está declarada y hará todo lo posible por hundir a Morena lo más que pueda, porque es lo que le conviene a sus aspiraciones, dijeron expertos.

“López Obrador vio con bastante complacencia a Mancera. Sus críticas hacia él debieron darse desde el 1 de diciembre de 2012, cuando fue  la toma de protesta de Peña Nieto, debió saber que Mancera estaba en otro proyecto. La cercanía de 2018 viene a declarar dónde está parado cada político. López Obrador ya asumió a Mancera como su adversario”, dijo Héctor Quintanar Pérez, investigador de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Mancera está jugando sus cartas y una de ellas, de las más fuertes, son los movimientos políticos que logren contener a Morena en la ALDF, explicó Quintanar.

El golpe que el Jefe de Gobierno recibió después de las elecciones del 7 de junio, con el avance de Morena al ganar la primera minoría en la Asamblea y la mitad de las delegaciones que gobernaba el PRD, fue contundente.

Ahora las alianzas que se están conformando al interior del recinto legislativo, son una prueba de lo que puede darse en 2018. Un candidato de coalición, coincidieron.

Para los analistas en las presidenciales puede llegar a darse una alianza entre varios partidos opositores a Morena.

“Lo que está jugando Mancera es a ser un candidato de coalición del PRD, PAN y hasta el PRI. Todo dependerá de cómo se siga descomponiendo el país, porque no va a mejorar. Sería un candidato híbrido, neutro, de coalición. Esa figura ya le habló al oído y ya lo convenció de eso. De esa manera la Asamblea será un laboratorio. Es un primer ejercicio y va a enfrentarse con Andrés Manuel, porque para 2018, es el candidato a vencer”, dijo Virgilio Bravo Peralta, director del Centro de Negociación, Mediación, Conciliación y Arbitraje (CENCA).

Andrés Manuel, guste o no explicó el analista, es el candidato que representará el discurso alterno a la corrupción de los PAN, PRI y PRD.

“Por la falta de crecimiento, por el desempleo, la corrupción del PRI, PAN y PRD y que no hay manera de que sean castigados porque viven en la impunidad, es el único lenguaje que puede llegarle a la gente. El discurso de Andrés Manuel, guste o no, el del candidato a vencer frente a una partidocracia corrupta hasta los huesos”, expuso.

Mancera será entonces “ese candidato híbrido, gris, mediocre, pero que pudo sumar a su alrededor a los otros. Ese puede ser el candidato natural de los partidos”, añadió.

Para Luis Miguel Pérez Juárez, profesor Investigador de la Escuela de Graduados en Administración Pública y Política Pública del Tecnológico de Monterrey, Mancera no podría ser el candidato del PRI, debido a que el tricolor responde a una lógica distinta para elegir a su candidato.

El Jefe de Gobierno, detalló, buscará parar a Moren en sus últimos tres años de mandato “en seco”, porque no le conviene que el partido opositor se fortalezca.

“Quizás busque la candidatura del PRD a la Presidencia, y tampoco le conviene que esté fortalecido Morena. Por eso con este reparto de comisiones, ésta encantado y feliz Mancera de que esto se logre, en la medida de que ‘los enemigos de mis enemigos, son mis amigos”, explicó Pérez Juárez.

LOS EX AMIGOS

Miguel Ángel Mancera Espinosa y Andrés Manuel López Obrador hace apenas unos meses. Foto: Cuartoscuro
Miguel Ángel Mancera Espinosa y Andrés Manuel López Obrador hace apenas unos meses. Foto: Cuartoscuro

En agosto de 2013, en un mitin, después de hablar de la privatización del petróleo y de los políticos corruptos del país, Andrés Manuel no dudó en respaldar a Mancera ante unas 1,500 personas que asistieron a la explanada de la Delegación Tláhuac.

Andrés Manuel dijo que los ex Presidentes Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa y el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, tenían ganado un lugar en la historia como basuras por corruptos.

Pero del discurso sobre la corrupción pasó a un ejemplo de buen político en el país: Miguel Ángel Mancera.

“Del Distrito Federal no me he olvidado, he hablado en algunas ocasiones con Mancera y le he recomendado que siga con los programas sociales, porque hacen la diferencia con otros estados del país, con otros gobiernos y, no sé ustedes, pero yo estoy satisfecho con el actual Jefe de Gobierno”, dijo el Andrés Manuel.

El ex candidato a la Presidencia de la República estaba en eso, cuando uno de los asistentes lo increpó.

“¡Reprimió una manifestación!, ¡cómo puedes decir eso!, ¡Mancera es el vocero de Peña Nieto, está con el PRI y lo sabes!”, le gritó el hombre.

Y, para que no quedara ninguna duda de que el Jefe de Gobierno capitalino goza de la simpatía de la población, Andrés Manuel preguntó a la gente:

“Espérate, mira nada más escucha esto, ve esto nada más: a ver, aquí yo les hago una pregunta: ¿consideran que está haciendo buen gobierno Mancera?”, y los asistentes contestaron al unísono: “¡No! ¡No!”.

Entonces otros de los asistentes empujó al hombre que increpaba a López Obrador y trató de golpearlo, mientras un grupo de seguidores de AMLO lo rodeó poco a poco.

“¡No, no no, déjalo déjalo!”, gritó Andrés Manuel y el joven inconforme desapareció entre la multitud congregada en la explanada.

“Sí, le di su coscorrón, porque este es un evento de Morena, de nosotros, para qué está ahí gritando”, dijo el hombre que minutos antes atacó al inconforme y quien solo se identificó como un poblador de Tláhuac.

Cuando concluyó el mitin, Andrés Manuel refrendó su confianza en el Jefe de Gobierno ante los medios de comunicación.

“Lo considero un hombre honesto, que no tiene nada que ver con otros políticos, no tiene nada que ver, es distinto”, dijo.

Antes de ese mitin,  Andrés Manuel se le vio jugando un partido de béisbol donde estuvo precisamente con Miguel Ángel Mancera.

AMLO invitó al Jefe de Gobierno capitalino a lanzar la primera bola de los playoffs de la Liga de Veteranos de la Ciudad de México.

Al término del encuentro disputado entre los equipos “Amigos” y “Azcapotzalco” –que se realizó en el Deportivo Alianza de Tranviarios de México– el ex candidato presidencial manifestó su apoyo y le deseó éxito al mandatario capitalino al frente de su gestión.

Ambos posaron para las fotografías: sonrientes, abrazados y muy contentos.

Las especulaciones sobre aquel hecho no se hicieron esperar y para muchos, aquel juego de beisbol llevaba como mensaje que Andrés Manuel “ya tenía a su gallo” .

Más tarde Mancera dijo que AMLO, con el encuentro, trató de enviar un mensaje de unidad.

“Mi relación con el licenciado Andrés Manuel López Obrador, como siempre lo he dicho, es una relación cordial, de respeto, de reconocimiento a su liderazgo político y a su trabajo y obviamente esta convocatoria es una convocatoria que agradezco, que la hicimos en el horario que ustedes ya conocen: a la hora de la comida. Y que ahí estuvimos con mucho gusto. No jugamos porque pues ya era puro colmilludo”, dijo Miguel Ángel Mancera.

El 9 de abril pasado de 2014 López Obrador volvió a poner de ejemplo a Mancera y aseguró que no criticaría, ni cuestionaría su actuar.

“Mancera puede cometer errores pero es muchísimo mejor que Peña Nieto. Ya no hablemos de Chong [Miguel Ángel Os0rio] y  Videgaray [Luis]”, dijo.

Al iniciar una gira de dos días por cuatro delegaciones capitalinas López Obrador dijo que no criticaría ni cuestionaría a Mancera Espinosa porque “no le voy a hacer el juego a nuestros adversarios y segundo, porque mantiene los programas sociales, pese a sus errores”.

Obrador aseguró que apoyará y reconocerá la labor del jefe de Gobierno del Distrito Federal mientras mantenga el programa sociales como el de adultos mayores, becas para los estudiantes de preparatoria; becas para discapacitados, apoyo a madres solteras.

A pesar de estas declaraciones, Obrador reconoció que “fue un grave error” de Macera aumentar el precio del boleto del Sistema de Transporte Colectivo-Metro.

“El Metro traslada diariamente a cinco millones de personas, no solo habitantes de la Ciudad de México, sino del Estado de México y gastan la mayor parte de sus salarios en trasladarse de sus hogares a sus trabajos o viceversa”.

Aunque reconoció que el incremento del Metro “estuvo mal hecho”, dijo que afortunadamente los capitalinos cuentan con programas sociales.

Ese mismo mes, Martí Batres Guadarrama, entonces presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Morena, cayó cuando SinEmbargo lo cuestionó en una conferencia sobre la actuación de Mancera Espinosa en torno a la represión que la policía capitalina ejerció sobre miles de jóvenes que se manifestaron días antes en contra de la Reforma de Telecomunicaciones a las afueras de Televisa.

Simplemente omitió realizar comentarios y se limitó a expresar: “Ahorita no estamos en eso”, contestó.

No hubo un llamado a Miguel Ángel Mancera a dejar de golpear y torturar con su fuerza pública a los jóvenes que salen a protestar en contra de la Reforma de Telecomunicaciones a las calles, en esa ocasión.

No era la primera vez que Batres Guadarrama omitía opinar sobre Miguel Ángel Mancera: lo hizo cuando estalló el escándalo de seguridad alrededor de los 12 jóvenes originarios del Barrio de Tepito y desaparecidos del bar Heaven en la Zona Rosa, uno de los lugares más vigilados del Distrito Federal.

En esa ocasión el presidente de Morena dijo que era un “problema local”.

“Es un tema local, que corresponde fundamentalmente a las instancias locales de Morena, yo simplemente diría que esperamos que habrá buenos resultados en las investigaciones”, contestó.

Tampoco quiso opinar sobre el balance de la administración de Mancera cuando cumplió seis meses de gobierno.

“Dejaremos un espacio para esa opinión. Merece un análisis más pormenorizado, pero está trabajando”, dijo en esa ocasión.

Un año después el discurso de Morena, ya convertido en partido político, de Obrador y de Batres en torno a Mancera, era muy distinto.

La ruptura era evidente y la razón era las campañas electorales rumbo al 7 de junio en el Distrito Federal.

Durante la primera semana de abril, Obrador le envió un mensaje a Mancera.

“No queremos pleito con Miguel Ángel Mancera, pero no vamos a permitir que se utilice el aparato de gobierno para favorecer al PRD. Nunca hemos aceptado un fraude electoral, venga de donde venga. Que sea el pueblo el que elija a sus representantes. Una cosa es el gobierno y otra cosa son los partidos”, dijo.

En esa ocasión advirtió que más allá de “las relaciona de amistad, está el interés general”. Sin embargo precisó, no se trataba de una ruptura.

Un mes después, durante su gira por la delegación Tlalpan, el tabasqueño dijo lo que hasta el momento, sólo habían sostenido otros líderes de su partido: que tenía información donde se revela que Héctor Serrano Cortés, entonces Secretario de Gobierno del Distrito Federal, está actuando como si fuera dirigente del PRD.

La acusación subió de tono: dos semanas y media antes de los comicios López Obrador le exigió que ponga en su lugar a Serrano y que saque las manos, de una vez por todas, del proceso electoral.

“La responsabilidad no es de Serrano, la responsabilidad es de Mancera. A nosotros nos gusta llamar las cosas por su nombre, por eso estamos pidiendo que se garantice, que se ponga orden en el proceso electoral de la ciudad y que saque las manos el Gobierno, que deje al pueblo elegir libremente a sus autoridades”, planteó.

Y dijo que si Mancera no contenía a las delegaciones en la entrega de apoyos, se incurriría en un probable fraude electoral. Y si se comprueba que hubo fraude en las elecciones, expresó, Morena “pintará su raya” como movimiento y como partido con relación al Jefe de Gobierno.

Mancera contestó a López Obrador con el argumento de que en el DF había “piso parejo” para todos los partidos.

Y Batres reviró: “esperamos que se tomarán medidas para que el piso sea parejo, pero en este momento el piso está disparejo y se sigue con la entrega de despensas, electrodomésticos, pinturas por parte del PRD  en las delegaciones del Distrito Federal”.

Dijo que no se trata de un “ruptura” entre AMLO y Mancera, pero que sí hay un “planteamiento claro”.

“Hay una buena relación, pero eso no impide plantear las cosas con claridad”, dijo.

Sin embargo, la situación no mejoró después de las elecciones del 7 de junio. Empeoró y la lluvia de acusaciones entre el PRD-Morena y Mancera no se hicieron esperar.

Morena acusó un fraude orquestado desde el Palacio de Gobierno, encabezado por Héctor Serrano y exigió a Mancera limpiar la elección.

No sucedió. Luego ocurrió la repartición en la Asamblea y López Obrador, finalmente, acusó directamente a Mancera de estar aliado con el PRI.

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