Ciudad de México, 29 de junio (SinEmbargo).- “Una vez me llevó a la cima de Primrose Hill para ver las estrellas. –No sé si nos dará tiempo a regresar esta noche- dijo. Así que dormimos bajo un árbol en lo alto de la colina, con las luces del cielo sobre nosotros y las de la ciudad a nuestros pies”.
Un padre y una hija forman equipo para rendir tributo a la música y la familia. El padre se hace llamar Keith Richards y ella fue bautizada hace 30 años en Nueva York como Theodora Richards.
Estamos hablando del guitarrista de los Rolling Stones, uno de los íconos blindados en la historia del rock y quien ha escrito un libro titulado Gus y yo (Malpasito), donde cuenta la historia del abuelo que tanto mencionó en su aclamada biografía Vida (Globalrhythm) y el que entre otras cosas le dio a conocer las estrellas y le regaló su primera guitarra.
“Mis primeros recuerdos de Gus son los paseos que dábamos juntos, las escapadas que hacíamos, me parece que sobre todo para que él pudiera salir un rato de aquella casa llena de mujeres. Yo era la excusa, lo mismo que el perro, el señor Thompson Wooft. Gus nunca había tenido un niño en la casa, ya fuera hijo o nieto, hasta que llegué yo y creo que aquello fue un gran acontecimiento para él, una gran oportunidad para dar paseos y desaparecer”, cuenta Keith.
“Cuando Emma quería que hiciera alguna tarea en la casa, invariablemente él le respondía: -Me encantaría, Em, pero es que tengo un agujero en el culo. Un gesto de cabeza acompañado de un guiño ¡y a sacar el perro a dar un paseo! Caminábamos varios kilómetros, a veces daba la impresión que durante días”, agrega el rockero legendario.
Precisamente, fragmentos de esa biografía pueblan el libro para niños Gus y yo, donde los hermosos dibujos de Theodora reviven y glorifican el amoroso recuerdo del abuelo materno del artista.
Hija de Keith Richards y Patti Hansen, recibió ese nombre en recuerdo de su bisabuelo paterno. Para dibujar las ilustraciones de este relato viajó al hogar de la familia Richards en Dartford, Inglaterra, consultó fotografías relacionadas con la infancia de su padre y conversó largamente con él.
EL MALPASITO
El libro forma parte de la colección infantil de la editorial Malpaso y es un bello testimonio de la profunda relación que puede haber entre un nieto y su abuelo.
En el caso del integrante de los Rolling Stones, fue Gus, como dijimos, el que le dio sentido a una existencia de pasota y rebelde, al regalarle la primera guitarra.
“Siempre que visitaba a Gus intentaba tomar la guitarra: no llegaba ni de puntillas. Un día pensé que era lo bastante alto para agarrarla, pero no tuve que intentarlo: Gus me la dio sin más. –Toda tuya- dijo”, cuenta el músico.
Vida, su libro de memorias, recibió el aplauso unánime de la crítica y alcanzó el número 1 en la lista del New York Times.
Richards (Londres, 1943), que tiene cinco hijos y cinco nietos, ha tenido después de todo una buena vida, a pesar de una existencia azarosa, nacer en medio de los bombardeos de la guerra y perder los dientes y algo más merced a las drogas y al alcohol, sus eternos compañeros de ruta.
Gus y yo es un tratado de lealtad hacia su origen, un acto de honra a la sangre que corre por sus venas. Comprueba, además, la sensibilidad de un artista único, de un músico extraordinario, dueño de una personalidad difícil de imitar.