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Antonio Salgado Borge

29/06/2018 - 12:00 am

¿El PAN abraza la posverdad?

El lunes pasado, el Partido Acción Nacional compartió en su cuenta de Facebook una imagen titulada “Se cierra la carrera por la Presidencia de la República”. Esta imagen contiene dos gráficas. La primera lleva el encabezado “intención de voto”, coloca a Ricardo Anaya apenas cinco puntos porcentuales debajo de AMLO; en la segunda, referida como “careo Anaya vs AMLO”, la diferencia entre ambos candidatos se reduce a 2 puntos porcentuales.

Para ilustrar, podemos imaginar la lógica de la circulación de chatarra. Foto: Cuartoscuro.

El lunes pasado, el Partido Acción Nacional compartió en su cuenta de Facebook una imagen titulada “Se cierra la carrera por la Presidencia de la República”. Esta imagen contiene dos gráficas. La primera lleva el encabezado “intención de voto”, coloca a Ricardo Anaya apenas cinco puntos porcentuales debajo de AMLO; en la segunda, referida como “careo Anaya vs AMLO”, la diferencia entre ambos candidatos se reduce a 2 puntos porcentuales.

A estas alturas, es tentador considerar que una publicación de esta naturaleza es intrascendente o, incluso, penosa. Finalmente, su alcance es limitado y deja muy mal parados a quienes la han publicado. Pero hay motivos para defender que esta tentación debe ser evitada. Y es que cuando se mira con cuidado es posible notar que la publicación panista es problemática en al menos dos sentidos, uno estrecho y otro amplio.

En el sentido estrecho, lo problemático de la publicación del PAN se limita a la naturaleza de su contenido. Y hay al menos dos indicadores de que algo está mal con esta imagen. (1) El primero es que ésta incluye logo de El Universal, cualidad que induce a pensar que la encuesta ha sido avalada por este periódico a pesar de que éste no es el caso. La gráfica que difundió el PAN fue publicada, efectivamente, en El Universal; sin embargo, esta publicación se produjo a manera de anuncio pagado, y no como información procesada por este medio. Presentar el logo de un periódico junto a la imagen de un anuncio pagado sólo puede entenderse como un deseo de confundir o de lucrar con contenido ambiguo. Así, pocas horas después de que el PAN circuló esta imagen, El Universal publicó una nota rechazando ser responsable de dicha encuesta.

(2) El segundo indicador de que algo está mal con la imagen difundida por el PAN es que en ella se incluye el logo de “Pauta Encuestas”, pero no se indica si lo que se está dando a conocer es realmente una encuesta. En el texto que acompaña a la publicación de esta imagen el PAN habla de un “ejercicio”, y nunca menciona la palabra “encuesta”. Además, tal como Verificado.mx, ha dictaminado, estamos hablando de una “encuesta falsa, que aparece con el logotipo de El Universal y no muestra metodología alguna”. Es decir, estamos ante una intención implícita de confundir o de mentir.

En cualquier caso, aun suponiendo para fines del argumento que la encuesta existe, al no contar con algún record de la confiabilidad de “Pauta Encuestas”–como si lo tenemos, por ejemplo, de la encuesta de Reforma– y al no estar respaldada la publicación del ejercicio por por un medio serio cuyo prestigio esté en juego, una encuesta de “Pauta Encuestas” y una “encuesta” levantada por “Pepito” entre sus amigos del futbol tienen el mismo valor epistémico: cero. En cualquier caso, en el sentido estrecho la publicación del PAN es problemática porque se trata de contenido chatarra o fake news.

Pero la publicación panista es también problemática en un sentido amplio; con ella, se ha cruzado una línea muy delgada que pronto podría empezar a ser vista desde el espejo retrovisor por el PAN o por otros partidos. Para ver por qué, empecemos considerando que, a diferencia de la chatarra que circulan simpatizantes o militantes de todos los partidos, el “ejercicio” de “Pauta Encuestas” fue difundido desde la cuenta oficial de un partido político serio -guste o no, el PAN es un partido formal y serio-.

Uno podría decir que lo anterior no es relevante, pues es evidente que la presente elección nos ha inundado de contenido chatarra. Sin embargo, a ello se puede responder que los intentos de analogía no se sostienen porque la forma en que la chatarra circula es a través de cuentas alternas a la oficial – como “Amor a México”- que son replicadas por militantes que no aspiran a puestos de elección popular o que no tienen cargos oficiales o por seguidores de los distintos partidos.

Para ilustrar, podemos imaginar la lógica de la circulación de chatarra siguiendo una estructura similar a la de una pirámide: mientras más encumbrado esté el integrante de un partido más riesgoso es mentir abiertamente y, por ende, menos, menos contenido engañoso o falso comparte directamente. En la parte de arriba de la pirámide, todo suele ser seriedad y prudencia; a pesar de que la promueven indirectamente, ni los partidos políticos desde sus cuentas oficiales ni sus principales dirigentes o figuras de peso se manchan las manos compartiendo chatarra: esta tarea la dejan en manos de sus fanáticos o de seguidores más fieles o menos informados. Con la publicación que aquí se ha discutido, el PAN se mostró, al menos por un momento, como la locomotora visible de este proceso.

Pero lo problemático del sentido amplio no termina ahí. A lo anterior hay que agregar que, a pesar de que Verificado.mx ha dictaminado su condición de contenido engañoso o falso, ni el PAN ni muchos panistas o simpatizantes de ese partido que compartieron esta “encuesta” han borrado sus publicaciones o han pedido una disculpa por haberla realizado. Al menos al momento en que se escribe esta columna, la cuenta oficial del PAN en Facebook sigue mostrando la imagen de “Pauta Encuestas” con el logo de El Universal.

Uno puede especular y postular que el PAN ha cruzado esta línea movido por la desesperación de motivar a sus electores a salir a votar este domingo. Sin embargo, lo importante aquí es que, con su defensa implícita a una publicación falsa, el PAN ha optado por predicar públicamente para su coro como si no hubiera mañana; es decir, está apelando a “alimentar” a su base a como dé lugar con tal de que ésta mantenga la esperanza de aquí al próximo domingo sin importar la mancha que implica la evidencia lo engañoso o falso del contenido difundido.

Hasta hace unos días, dos reglas no escritas seguidas por todos los partidos eran no mentir descaradamente desde canales oficiales y pedir disculpas cuando al ser sorprendido. El PAN ha roto las dos. Con su publicación y con su falta de respuesta a las críticas, este partido ha abrazado públicamente a la posverdad y podría orientar el discurso en nuestra arena política hacia un territorio desconocido en México.

El PAN, al igual que Morena, cuenta con un mercado cautivo compuesto, al menos en parte, por seguidores fieles y de fanáticos -en el PRI, buena parte de sus seguidores son más bien sus clientes-. Confiando en su capacidad de arriar a este segmento, con su publicación de esta semana el PAN ha ensayado una dinámica que, en caso de extenderse, implicaría seguir los pasos de un modo de operación que hemos aprendido a asociar con Donald Trump; sin importar lo que haga o cuántas veces sea sorprendido mintiendo, el presidente de Estados Unidos con un índice de aprobación de 90% entre los republicanos. Si estamos ante un lapsus panista o si ésta será la tónica de la oposición durante el próximo sexenio es algo que está por verse.

 

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Antonio Salgado Borge
Candidato a Doctor en Filosofía (Universidad de Edimburgo). Cuenta con maestrías en Filosofía (Universidad de Edimburgo) y en Estudios Humanísticos (ITESM). Actualmente es tutor en la licenciatura en filosofía en la Universidad de Edimburgo. Fue profesor universitario en Yucatán y es columnista en Diario de Yucatán desde 2010.

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