Cae la primera plata para México: la consigue Gloria Zarza, lanzadora de bala

29/08/2021 - 11:49 pm

La atleta paralímpica originaria del Estado de México se quedó con el segundo puesto en el impulso de bala en la categoría F54 en los Juegos Paralímpicos.

Ciudad de México, 29 de agosto (SinEmbargo/AS México).- La delegación mexicana paralímpica suma su primera medalla de plata en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 y la presea número nueve en el medallero, esto gracias a la atleta originaria del Estado de México, Gloria Zarza.

Zarza obtuvo el segundo puesto en impulso de bala categoría F54, al registrar 8.06 metros, su mejor marca personal. En primer lugar finalizó la chilena Francisca Mardones que registró 8.33 metros y rompió el récord mundial y Nurkhon Kurbanova de Uzbekistán que con 7.77 metros quedó en tercer lugar.

Con esta medalla de plata, la mexiquense superó lo logrado en el campeonato de atletismo paralímpico de 2019 realizado en Emiratos Árabes Unidos, en donde se quedó con el tercer puesto al registrar un lanzamiento de 7.35 metros.

RODRÍGUEZ 

La mexicana Mónica Olivia Rodríguez y su guía, Kevin Aguilar, se coronaron campeones paralímpicos en los Juegos de Tokio en la prueba de mil 500, clase T11, de personas con debilidad visual, en los que además pulverizaron el récord del mundo.

Mónica y Kevin dominaron la carrera desde el principio y, con autoridad, llegaron a meta en un tiempo de 4:37.40, seguidos a más de tres segundos por la pareja sudafricana formada por Louzanne Coetzee y Erasmus Badenhorst, que fueron plata. El bronce se lo llevó la keniana Nancy Chelangat y su guía Geoffrey Kiplangat Rotich.

“He corrido muy segura, decidida y fuerte. Me he sentido bastante bien y ahora tras la victoria me faltan las palabras para expresar lo que siento. Me visualicé logrando la victoria porque los últimos entrenamientos fueron bastante buenos y no terminé rendida como otras veces”, dijo la atleta de Jalisco de 32 años.

Mónica, que perdió la visión como resultado del retinoblastoma, una forma de cáncer que afecta la retina, se consagra en Tokio con esta medalla que se une al triunfo que obtuvo en el Mundial de Dubai de 2019 en la misma categoría.

El triunfo sobre la pista del Estadio Olímpico de Tokio llegó, además, acompañado de récord del mundo, puesto que el tiempo registrado en meta de 4:37.40 mejora el obtenido (4:38.92) por la china Jin Zheng en los Juegos de Río de Janeiro.

La medalla de Mónica Rodríguez y Kevin Aguilar supone la número cien de México en los Juegos Paralímpicos.

La delegación mexicana que participa en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 necesitó apenas una semana de competiciones para superar en la cosecha de medallas al total de preseas conseguidas por los atletas olímpicos a lo largo de todos los Juegos, que concluyeron hace algunas semanas.

RUVALCABA

La judoca Lenia Ruvalcaba sumó este domingo en Tokio un nuevo color a su medallero Paralímpico, tras un impresionante historial de cuatro Juegos, una plata, un oro y ahora el bronce.

La mexicana Lenia Ruvalcaba empieza todos sus combates de judo adelantándose con ímpetu a su rival y así lo hizo en un torneo por el bronce en el que se midió contra la turca Raziye a quien derribó de “Ippon”.

A sabiendas de que era su última oportunidad para entrar en el podio de Tokio entró al tatami paralímpico con un grito de guerra, y con un grito victorioso salió, para después santiguarse y romper a llorar durante varios minutos.

Al contrario que en el deporte convencional, en parajudo los atletas con discapacidad visual se agarran al “judogi” del rival como pistoletazo de salida, para que la ceguera no sea una desventaja frente a frente.

A pesar de que Ruvalcaba empezó la jornada contra la georgiana Kaldani en cuartos de final y realizó un buen inicio espoleada por los “Sigue! ¡Sigue!” que sonaban en las gradas, su rival no se amedrentó y en segundos logró darle la vuelta al combate y tumbar de “Ippon” a la mexicana.

Quedó tumbada mirando el techo del templo de las artes marciales, el Nippon Budokan, asimilando la inesperada derrota, pero pronto se recompuso y sin atisbo de pena, felicitó deportivamente a su rival estrechándose ambas manos.

Lo mismo hizo en la repesca al vencer, esta vez sí, a su rival griega, la judoca ciega Paschalidou, a quien por dos “Waza-ari” superó en 40 segundos, y despidió con un emotivo apretón de manos.

El podio la acoge de nuevo en Tokio, en tercera posición y acompañada de la brasileña Maldonado en el oro y la plata de la georgiana Kaldani.

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