La “agresión policiaca contra Adriana ocurre en un contexto de intolerancia gubernamental contra el movimiento feminista en varias entidades del país, en donde Chihuahua no es la excepción”, destacó el medio de comunicación chihuahuense.
Ciudad de México, 29 de septiembre (SinEmbargo).-Raíchali, medio de comunicación de Chihuahua, alertó que su reportera Adriana Esquivel fue detenida de manera arbitraria por la policía municipal de Chihuahua, el pasado 27 de septiembre.
Mediante un posicionamiento, el medio exigió una investigación que clarifique a detención de Esquivel y las contradicciones en las que cayeron los policías municipales para detenerla.
A la par, pidieron una disculpa pública de la Alcaldesa María Eugenia Campos, con el fin de anular, prevenir ataques y agresiones físicas que pongan en riesgo la integridad física de la reportera y su familia.
También demandaron a las autoridades locales y estatales cumplir con su responsabilidad de garantizar las condiciones que requiere ejercer el periodismo en Chihuahua.
De acuerdo con la relatoría de los hechos, el pasado 27 de septiembre, la periodista acudió a la cobertura de un acto del movimiento Marea Verde en Chihuahua.
Sin embargo, durante el acto, policías acudieron a la zona, por lo que las activistas abandonaron el lugar, y un policía interrogó a la reportera que se encontraba tomando fotos con su teléfono celular.
El policía, identificado como Javier González, le solicitó que le mostrara las manos para ver si no tenía pintura en ellas; al demostrar que no, el policía la dejó marcharse.
Momentos después, “la reportera caminó a la otra calle y abrió una aplicación para solicitar un vehículo con rumbo a su domicilio. El agente se volvió a acercar a ella, le pidió que le mostrara la página en la que trabaja y tomó fotografías de su gafete de prensa”.
Posteriormente el policía ya no le impidió retirarse del lugar y le cuestionó sobre con quién se comunicaba.
El medio de comunicación señaló que la reportera logró mandar algunos mensajes a sus compañeros a las 11:46 de la noches.
Minutos después, la reportera ya estaba rodeada por varios policías municipales hasta que una oficial, identificada como “Paty”, la trasladó a una unidad.
“En el camino se le dijo que iba detenida por daños al patrimonio municipal y que tenía derecho a una llamada y a un abogado, pero no se le permitió llamar ni conseguir un representante legal”, añadió Raíchali.
Tras ello, la reportera fue ingresada a los separos sin un parte policial.
“Durante las casi tres horas que estuvo ahí, se le informó que su imagen estaba en las cámaras de seguridad. Ella respondió que nunca negó haber estado en el lugar, e incluso ahí fue detenida, pero sostuvo que no hizo nada más que tomar fotografías”, destacó el medio.
El posicionamiento señala que lo policías le comunicó que pese a confirmar su estatuís de prensa, seguiría arrestada, ya que la habían acusado por daños.
“Ya a las 2:00 del 28 de septiembre, pasó a una audiencia de tipo civil. Se le tomó fotografía, se le retiraron sus pertenencias y fue presentada ante el médico de la comandancia. En la audiencia se le explicó que había sido detenida por daños, sin embargo, se corroboró que no tenía participación. La falta administrativa “leve” por la que permaneció y fue presentada a audiencia fue observar una falta administrativa sin dar vista a la policía y, antes de concluir el proceso, se le exhortó a no volverlo a hacer”, destacó Raíchali.
El medio chihuahuense destacó que la “agresión policiaca contra Adriana ocurre en un contexto de intolerancia gubernamental contra el movimiento feminista en varias entidades del país, en donde Chihuahua no es la excepción”.
