El impuesto al refresco debe ir a la lucha contra la obesidad, y transparentarse, exigen ONGs

29/10/2015 - 10:28 am

Organizaciones sociales buscan establecer un etiquetado de productos verdaderamente útil y detener la venta de alimentos “chatarra” en las escuelas del país.

Organizaciones civiles han alertado sobre la epidemia en México. Foto: Cuartoscuro.
Organizaciones civiles han alertado sobre la epidemia en México. Foto: Cuartoscuro.

Ciudad de México, 29 de octubre (SinEmbargo).– Una vez que el Senado de la República revirtió la reducción al impuesto a algunas bebidas endulzadas que pretendían imponer diputados de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y de Acción Nacional (PAN), iniciará una nueva batalla para incrementar el impuesto a los refrescos y por vigilar que los recursos recaudados se empleen para prevenir enfermedades como la obesidad y la diabetes en los niños.

Enmendar la plana a la Cámara de Diputados en contra de los intereses de las grandes empresas refresqueras no fue una tarea sencilla. Tuvieron que intervenir organismos nacionales e internacionales, así como reconocidos expertos que alertaron a los senadores sobre la amenaza que representaba para la salud de los niños, el reducir el impuesto a los refrescos.

No obstante, este no es el fin del camino para las organizaciones interesadas en crear una regulación amplia y efectiva de la publicidad dirigida a la infancia, en establecer un etiquetado de productos verdaderamente útil y detener la venta de alimentos y bebidas “chatarra” en las escuelas del país.

“La lucha que viene es incrementar el impuesto a lo que había sido la recomendación al 20 por ciento. También los legisladores habían hablado de eso, de la necesidad de incrementarlo y vigilar el destino de los recursos”, explicó Alejandro Calvillo, director general del Poder del Consumidor.

La organización dijo que la fuerte presión de la industria se debió al temor de que iniciativas similares cobren fuerza en otros países. Tan sólo en Estados Unidos el consumo de refrescos ha decaído 25 por ciento en los últimos 16 años.

Las organizaciones civiles de la salud alimentaria acusaron la semana pasada que los refrescos no reducirían los precios de la misma forma que el impuesto estaba siendo recortado.

Desde hace algunos años, han sido los grupos civiles quienes han planteado la urgencia de instalar bebederos en escuelas.

Gracias a la Reforma Fiscal, a partir de 2014, en la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) se define un gravamen de un peso por litro para bebidas saborizadas con azúcares añadidos, así como uno de ocho por ciento sobre alimentos de alto contenido calórico.

En el Presupuesto de Egresos de la Federación 2015 se estableció que el 15 por ciento de los recursos destinados al Programa de la Reforma Educativa (PRE) para mejorar su infraestructura, dependiente de la Secretaría de Educación Pública (SEP), se debían destinar a la instalación de bebederos con suministro continuo de agua potable en inmuebles escolares.

Sin embargo, estudios recientes indican que tres de cada cuatro escuelas beneficiadas con recursos del Programa de la Reforma Educativa continúan sin agua corriente.

A pesar de que fue un compromiso de la Reforma Fiscal de 2013, lo cierto es que va muy por debajo de las expectativas planteadas la política para implementar programas de abastecimiento de agua potable en escuelas, espacios públicos y zonas rurales.

La Secretaría de Hacienda informó que los recursos por mil 300 millones de pesos destinados para instalar bebederos en las escuelas este año y que no fueron utilizados, no se perderían porque estaban en un fideicomiso.

Ese dinero, junto con aproximadamente 800 millones de pesos que se esperan destinar a este rubro en 2016, sumarían alrededor de dos mil millones de pesos, cifra que es importante para empezar de manera masiva la introducción de los bebederos.

“Hay una propuesta de crear un fondo con estos recursos y que este fondo sea transparente”, explicó Alejandro Calvillo sobre otro de los pendientes en la materia.

El tema va más allá de un simple retraso. El problema es que no hay claridad sobre la forma en que ha usado el recurso recaudado desde 2014 ni por qué no se han construido los bebederos públicos.

Recientemente se han propuesto diversas alternativas que buscan revertir las consecuencias de la diabetes y la obesidad, por ejemplo la Senadora Marcela Torres Peimbert impulsa modificar los estándares de etiquetado nutricional y regulación en el uso de afirmaciones y anuncios sugerentes en la comida.

promorefrescos

¿QUÉ HA PASADO CON EL RECURSO RECAUDADO?

Sobre los recursos tributarios obtenidos de este impuesto a los refrescos, la propia Secretaría de Hacienda informó que recaudó 18 mil 255 millones de pesos por concepto del IEPS a bebidas azucaradas en 2014.

La cifra llegó a 31 mil 540 millones de pesos si se le integran los 13 mil 285 millones recaudados por el IEPS a alimentos no básicos con alta densidad calórica.

No obstante, esta cifra está muy por debajo, casi en 33 por ciento, de los 130 mil 264 millones de pesos, que se gasta hoy en día en prevenir y atender los problemas que genera el consumo de estas bebidas y alimentos.

“Desgraciadamente la inversión en prevención no se ha incrementado, a pesar de todas estas recomendaciones que alertan sobre esta epidemia en diabetes y obesidad de la magnitud que hay en México, requieren una fuerte inversión en prevención y no se ha dado”, dijo el director del Poder del Consumidor.

Si bien las organizaciones de la sociedad civil calificaron como un “logro” la apertura demostrada por el Senado para escuchar las razones por las cuales deberían revertir la minuta que pretendía reducir 50 centavos a la cuota que se paga por litro de bebidas saborizadas, consideraron que es insuficiente.

Los legisladores también escucharon las voces de la industria refresquera, quienes con menor presión que en otras ocasiones, intentaron que se mantuviera la modificación de la Cámara de Diputados.

“Lo que muestra esta experiencia es que en cualquier legislación que se implementa por el interés público, aquellos que se encuentran afectados en sus intereses económicos tienen a los cabilderos allí encima. Y no sucede lo mismo para defender el interés público”, explicó Alejandro Calvillo.

Sin embargo, los partidos políticos decidieron no asumir el costo políticos del beneficio fiscal a las refresqueras, principalmente por el cúmulo de argumentos científicos que prueban el grave problema que representa para México la obesidad y sus consecuencias.

NO REDUCE IMPUESTO PERO TAMPOCO LO INCREMENTA

El pasado 19 de octubre la Cámara de Diputados, con el apoyo de los partidos mayoritarios: PRI, PAN y Verde Ecologista de México (PVEM), aprobó la reforma al artículo segundo de la Ley del IEPS para pasar de un peso a 50 centavos, la cuota para bebidas endulzadas con un porcentaje menor a 5 gramos de azúcar añadida por cada 100 mililitros.

La propuesta fue defendida hasta el último minuto por diputados panistas y priistas. Incluso mencionaron que la medida beneficiaría la salud de los mexicanos.

El Diputado priista Estefan Chidiac, Secretario de la Comisión de Hacienda, afirmó que la propuesta no busca reducir el gravamen sino generar un incentivo para promover que las empresas refresqueras elaboren solo productos con bajo índice calórico.

Sin argumentos técnicos ni científicos en la mano, el priista detalló que la industria refresquera no tendría otra opción más que bajar el contenido calórico de sus bebidas a cinco gramos o menos, aunque utilicen endulzantes artificiales para lograr ese propósito.

“Esto va a generar un incentivo para que las empresas reduzcan las calorías de sus bebidas y con eso mejorar la salud de los mexicanos”, dijo.

Durante la discusión en lo particular de la Ley del IEPS, el Senador Mario Delgado presentó una reserva para proponer aumentar el impuesto a las bebidas azucaradas, en beneficio de la salud de los mexicanos, principalmente de la infancia.

“Este Senado aprobó un impuesto que tiene capacidad de generarle muchos millones de pesos al erario público, y que se pueden convertir en mayor acceso a agua potable, en bebederos para niños, en políticas públicas, que transformen la cultura alimentaria de nuestro país”, dijo a su vez él perredista Armando Ríos Piter al argumentar a favor.

La propuesta fue rechazada por el pleno.

EL PAN INTENTA LAVARSE LA CARA

El mismo día que se aprobó el beneficio fiscal para la industria refresquera en la Cámara de Diputados, el Coordinador de la bancada panista, Marko Cortés, afirmó que la reducción del impuesto tendría un efecto positivo tanto para el consumidor como para la industria.

Aunque no especificó cuáles serán esos productos beneficiados, detalló que ya que si el producto con bajo contenido calórico se vuelve más barato, sería más accesible al público, se vendería más, y la infancia consumiría productos más saludables.

“Es precisamente el incentivo, lo que queremos es que en México las bebidas sean con bajo contenido energético, eso es lo que buscamos, que la industria vaya a producir bebidas que no generen bajos a la salud, es precisamente el estímulo que se está buscando con la propuesta”, aseveró el líder parlamentario.

Ante la serie de críticas a la Cámara de Diputados por el beneficio fiscal a la industria refresquera y la promoción a bebidas endulzadas artificialmente en detrimento de la salud de la infancia, priistas y panistas se responsabilizaron mutuamente de la paternidad de la propuesta.

Sin embargo, el PAN no puede negar su responsabilidad en la enmienda.

Cinco días antes de la aprobación ante el pleno, el mismo Marko Cortés presentó los principales temas que impulsará para revertir parte de la Reforma Fiscal, su “contrarreforma”.

En materia de IEPS el PAN planteó “generar incentivos a bebidas saborizadas con bajo contenido calórico”, como consta en un documento entregado por el propio grupo parlamentario.

Para lavarse la cara, el coordinador de los diputados panistas, Marko Cortés, propuso de última aumentar de un peso a dos pesos el impuesto a las bebidas con alto contenido calórico y mantener el gravamen actual de un peso a las bebidas con bajo contenido calórico.

Asimismo, rechazó que la disminución al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios a bebidas con bajo contenido calórico haya sido promovida por la bancada panista.

“Reto al Grupo Parlamentario del PRI que nos diga específicamente, qué Diputado, con nombre y apellido, le propuso el incremento o la deducción de este impuesto. ¡Que nos lo diga!”, enfatizó.

Finalmente dijo que el PAN promueve la salud de los mexicanos.

-Con información de Juan Luis García Hernández

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