El “Ecohelmet” es un casco amigable con el medio ambiente que podrá ser adquirido a un precio muy accesible. Está hecho de papel y hasta el momento ha probado ser funcional y seguro. Sin embargo falta que sea avalado por instancias gubernamentales para ser distribuido como un producto seguro.
Ciudad de México, 29 de noviembre (SinEmbargo).- Isis Shiffer es la creadora y dueña de una compañía inglesa de unos cascos para ciclistas muy peculiares: están hechos de papel reciclado y son plegables.
Los “Ecohelmet” absorben los golpes y distribuyen el impacto para evitar contusiones por medio de una estructura “radial” y no horizontal, es decir, el papel está alineado de tal modo que genera espacios o huecos que amplían el área de impacto -lo que reduce la presión al distribuirla en varios puntos, en lugar de concentrarla en uno sólo-. Además son resistentes al agua y son “sorprendentemente sólidos”, aseveró su creadora.
Esta versión “cómoda y ecológica” de los accesorios de seguridad nació, según Shiffer, mientras se encontraba de viaje en el extranjero.
Se dio cuenta de que las personas que rentan bicicletas en la ciudad generalmente no usan casco -sea porque no lo tienen, no lo transportan consigo a todos lados, o simplemente porque no hay cascos a la venta o renta a un precio accesible-.
Así se le ocurrió crear los “Ecohelmets”, que además de ser aparentemente seguros, pueden ser transportados hasta en un bolso sin que ocupen gran espacio. Además Shiffer prevé poder venderlos por menos de cinco dólares (poco más de 100 pesos mexicanos) -en comparación con la media de precios habituales, misma que asciende a 30 dólares (más de 600 pesos)-.
De acuerdo con Scott Lundberg, Profesor del Instituto de Diseño Industrial Pratt en Inglaterra, los “Ecohelmet” son una solución “perfecta” a los cascos habituales, que en su opinión son “grandes y molestos para transportar”. Asimismo piensa que este novedoso invento puede ser vendido en las estaciones de bicicletas y ser una opción rentable para los usuarios de este tipo de transporte.
Sin embargo, Shiffer asevera que aunque ella y el Colegio Imperial de Londres le han hecho pruebas a los cascos plegables, aún faltan más estudios y la aprobación del Centro de Cumplimiento Regulatorio de Productos de Consumo (CPSD por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, además de la aprobación de instituciones gubernamentales a nivel mundial que avalen el adecuado y seguro funcionamiento de estos accesorios.
También comentó que el casco está limitado a un cierto número de usos y que eventualmente termina por deteriorarse. Por ello piensa ponerle una franja, que así como con los cepillos de dientes, se vaya desdibujando para alertar al usuario de cambiarlo; o bien, ponerle algún mecanismo que evite sea usado cuando la estructura del casco esté comprometida.
Hasta el momento la Real Sociedad para la Prevención de Accidentes de Inglaterra no ha acreditado a los “Echohelmet” ya que asegura no tener suficiente conocimiento al respecto.
Isis Shiffer fue la ganadora de este año del premio otorgado por la Fundación James Dyson, que desde 2002 es entregado a estudiantes y diseñadores alrededor del mundo. Con el suntuoso premio de 30 mil libras esterlinas (cerca de 800 mil pesos), la empresaria piensa llevar su producto al mercado.