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Greenpeace

30/01/2017 - 12:00 am

La era Trump, ¿crisis u oportunidad para México?

Por Angélica Simón*** La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, país con el que compartimos más de 3 mil kilómetros de frontera y del que México es socio comercial desde hace 30 años, abre una época de desafío acompañada de oportunidad -sabiéndola aprovechar- para la sociedad mexicana. Muro, oleoductos, aranceles a […]

La era Trump debe ser para México el momento para replantear qué tipo de relación queremos tener entre nuestra sociedad y nuestro ambiente. Es la hora de aprovechar la oportunidad para independizarnos de las gasolinas importadas y voltear a ver el sol como fuente de generación de energía. Foto: Cuartoscuro

Por Angélica Simón***

La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, país con el que compartimos más de 3 mil kilómetros de frontera y del que México es socio comercial desde hace 30 años, abre una época de desafío acompañada de oportunidad -sabiéndola aprovechar- para la sociedad mexicana.

Muro, oleoductos, aranceles a los productos mexicanos, impulso a la minería del carbón, deportaciones, ¿qué más? Seguramente allí no acaba la lista de nuevas políticas de Estados Unidos que afectarán a nuestro país. La era Trump, a una semana de iniciada formalmente, promete ser de agresión y gangsterismo político hacia muchos de los tímidos avances en materia ambiental en favor de un planeta cuya en relación humanidad-naturaleza sea mejor.

Los embates seguirán y no será con reacciones sino con acciones bien pensadas como realmente podremos hacer frente como país. En Greenpeace creemos que los desafíos que se derivan del cambio de relación entre nuestro país y los Estados Unidos constituyen, sobre todo, una oportunidad para reflexionar sobre los errores estructurales de los últimos 30 años y empezar a recuperar el control sobre nuestro propio destino.

La era Trump debe ser para México el momento para replantear qué tipo de relación queremos tener entre nuestra sociedad y nuestro ambiente. Es la hora de aprovechar la oportunidad para independizarnos de las gasolinas importadas y voltear a ver el sol como fuente de generación de energía.

Y esto no es una propuesta de una organización ambientalista mirándose el ombligo e ignorando el contexto económico y social.

Cuando Greenpeace habla de una revolución energética está hablando de dar alternativas a dos de los más grandes problemas que agudizarán las políticas de Trump: la expulsión de connacionales que volverán con necesidad de empleo y el cambio climático. Generar empleos verdes abre oportunidades de desarrollo para esa sociedad que migra por falta de oportunidades aquí; crear empleos verdes en el sector energético también permitirá reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero del país y el cambio climático.

Es impostergable actuar de manera contundente e impulsar decididamente las energías renovables para con ello reducir nuestra dependencia hacia los combustibles fósiles, disminuir la generación de emisiones de GEI  y generar empleos de bajo impacto ambiental, dignos y bien remunerados para los mexicanos.

Tenemos un enorme potencial como país para impulsar el uso de las energías renovables. Sólo se necesita enfocar los recursos económicos en las áreas estratégicas que permitan aprovechar el sol y el aire de manera adecuada para incentivar las inversiones en este sector que, en el mediano plazo podrían crear hasta 6.9 millones de empleos en el mundo y medio millón en México. Por ejemplo, para aprovechar la energía solar en el calentamiento de agua y generación de electricidad en techos y azoteas de México (1).

Los impactos derivados del cambio climático (sequías, inundaciones, etc.) potencian la migración obligada, muchas veces ocasionada por la falta de oportunidades laborales dignas y bien remuneradas, inseguridad y degradación del medio ambiente. Es un círculo vicioso que se debe combatir con o sin el apoyo de Estados Unidos.

La sociedad mexicana es altamente vulnerable a los impactos del cambio climático y el gobierno de Estados Unidos no sólo no ve este tema como una amenaza seria sino que lejos de tomar medidas para reducir sus emisiones, la política energética impulsada por Trump agravará más aún este problema. En este contexto, nuestro gobierno está obligado a redoblar sus esfuerzos en esta materia para compensar de alguna manera el retroceso en la lucha contra el calentamiento global que habrá durante el mandato de Trump.

El fomento y fortalecimiento del comercio local es otra medida fundamental que al tiempo de favorecer la economía nacional reduce la emisiones.

Desde Greenpeace hacemos un llamado al gobierno de Enrique Peña Nieto a que lidere la creación de las condiciones propicias para voltear a aquellas alternativas que den a los mexicanos certeza de desarrollo con inclusión social y respetuoso del medio ambiente, empleos sostenibles y un futuro menos amenazado por el cambio climático.

  1. Notas:

    La reforma energética que México necesita en: http://www.greenpeace.org/mexico/Global/mexico/report/2013/La_reforma_energetica.pdf

***Angélica Simón es coordinadora de medios en Greenpeace México.

 

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