México

Luis desapareció en Nayarit: tenía 13 años. Negaron la Alerta Amber “porque andaba con niños vagos”

30/03/2019 - 9:30 pm

“Al principio cuando iba [con las autoridades] eran puras regañizas que me ponían y me atendían de muy mala forma. Iba y les decía: ¿por qué no activan la Alerta Amber?. Me respondían que no se podía activar porque andaba con niños vagos. Pasaron días, meses y años… Nunca se activó la alerta”, narró Karina Betancourt, madre del menor de 13 años desaparecido en 2015.

Ciudad de México, 30 de marzo (SinEmbargo).- Luis Eduardo Betancourt González tenía 13 años de edad cuando desapareció en Tepic, Nayarit, el 7 de octubre de 2015. Una versión recabada por la familia señala que lo habrían privado de la libertad junto con otros dos menores; sin embargo, las autoridades se negaron a activar la Alerta Amber porque “andaba con niños vagos” y consideraban que era innecesario, contó Karina Betancourt González, madre del menor.

Desde entonces han pasado tres años y aún no hay rastro de Luis Eduardo.

Durante los dos primeros años, la indagatoria ministerial fue nula, ni siquiera había expediente o carpeta de investigación, pese a que la familia interpuso el reporte durante las primeras 24 horas, explicó la madre del jovencito en entrevista con SinEmbargo.

“Al principio, cuando iba [con las autoridades] eran puras regañizas que me ponían y me atendían de muy mala forma. Iba y les decía ‘¿por qué no activan la Alerta Amber?’ y me decían que no podían activarla porque andaba con niños vagos y pasaron los días, los meses, los años y nunca se activó. Ahorita con los años menos se puede activar”, narró la mujer.

¿QUIÉN ERA LUIS EDUARDO?

Luis Eduardo es el mayor de tres hermanos, vivía con su abuela en la colonia Francisco Villa en Tepic, Nayarit, y estudiaba la secundaria abierta.

“A él le gustaba mucho dibujar y colorear, pero aún no tenía definido que quería ser de grande. Era un niño bien noble en nuestra casa, obediente. No era contestón”, platicó Karina Betancourt.

El 7 de octubre de 2015, Luis Eduardo salió de su casa alrededor de las 9 de la mañana. Pidió permiso para ir a un ciber café ubicado a cuadra y media de su casa, en la calle Juventino Espinoza.

Pasaron las horas y el menor no regresaba, aspecto que le extrañó a la abuela porque Luis Eduardo no se saltaba ni una sola comida. “Era bien tragón”, agregó la madre.

La abuela se alarmó cuando llegó la noche sin saber del jovencito.

“Ya eran como las 10:00 pm cuando a mí me marcaron y mi mamá me dijo que él no estaba. Él nunca había llegado tarde. Fuimos a buscarlo, pero el señor nos dijo que nunca llegó al ciber café, que no lo había visto en todo el día, que no se había parado en ese ciber”, recordó la mujer.

La familia preguntó a los alrededores y personas indicaron que vieron al menor en la Plaza del Músico, en el mismo Tepic. Eran como las 2 de la tarde cuando él estaba en esa plaza en compañía de dos niños indígenas que vivían ahí. Eran a quienes él frecuentaba. Eran de la misma edad.

“Nosotros fuimos a buscarlo y supuestamente los niños (que eran hermanos) también habían desaparecido, pero su familia no levantó ninguna denuncia como nosotros”, comentó Karina.

Luis Eduardo tenía 13 años cuando desapareció. Su familia no tiene ningún rastro de su paradero. Foto. Especial

En el transcurso de la noche, casi madrugada, la familia regresó a la Plaza y acudieron a un puesto de tacos cercano, preguntaron al encargado si había visto a los niños. El hombre, narró la entrevistada, dijo que por la tarde llegó una camioneta blanca con sujetos armados, quienes habían subido a la fuerza a los pequeños, “pero ya nunca supimos si fue cierto porque ese señor fue el único que nos dijo, el único que supuestamente vio”.

Días posteriores la familia volvía a la plaza con los familiares de los otros dos niños: “La señora [la mamá] nos decía que estaban acostumbrados a que sus hijos hicieran lo que querían porque eran muy desobedientes, que se iban por varios días y luego volvían”.

Los padres de los niños con los que se juntaba Luis Eduardo le dijeron a Karina, días después, que presuntamente los menores tomaron un tren. “Pero tampoco pudimos confirmar si eso fue cierto o no. Nunca supimos más porque ellos [los padres de los niños] no nos decían exactamente para dónde habían arrancado”, comentó.

Karina ya no volvió a saber de la familia de los niños, pues les perdió el rastro cuando reubicaron a los indígenas que vivían en esa plaza.

En el estado de Nayarit se desconoce oficialmente el número de desaparecidos, ya que las autoridades sólo saben de los que ponen denuncia. La Comisión Nacional de Búsqueda de Personas, en el informe presentado por su anterior titular, Roberto Cabrera, reportó solo 1440 desaparecidos en la entidad en el periodo de2006 a 2018, de los cuales 121 son en Tepic.

SIN ALERTA AMBER

La familia de Luis Eduardo acudió a la Fiscalía de Antisecuestros en Nayarit al día siguiente de la desaparición para levantar la denuncia con la información que había podido recabar durante su propia búsqueda.

“Levantamos la denuncia y realizamos el papeleo correspondiente, pero fue todo. Yo iba otros días y los policías me regañaban que porque subía yo al Facebook información de la desaparición, porque supuestamente a él lo tenían secuestrado y yo estaba actuando mal, pero no hicieron nada”, mencionó la madre del menor.

La Alerta Amber es un mecanismo nacional para la búsqueda y pronta localización de niñas, niños y adolescentes reportados como desaparecidos, en donde participan los tres niveles de gobierno (federal, estatal y municipal).

Las autoridades tienen la obligación de activarla cuando la persona desaparecida sea menor de 18 años de edad, deben contar con información suficiente del menor, las circunstancias de la desaparición y se presuma que está en inminente peligro de sufrir daño grave.

De acuerdo con el portal de la Fiscalía General de la República (FGR), antes PGR, en los casos en que se valore no activar la Alerta, deberán utilizar otros mecanismos para la búsqueda y localización de la niña, niño o adolescente.

Karina afirmó que además de no activar la Alerta Amber, las autoridades no realizaron las suficientes diligencias, incluso ni siquiera había un expediente de investigación, aspecto que se dio cuenta dos años después.

“Le digo que casi siempre cuando iba, al principio, eran puras regañizas que me ponían y me atendían de muy mal forma pues. Iba y les decía que por qué no activaban la Alerta Amber, y me decían que no se podría activar porque andaba con niños vagos”. Como yo les comenté que la mamá de ellos me había dicho que así vivían (los otros niños): que se iban, se desaparecían y al rato volvían, ellos [los funcionarios] me decían que mi hijo iba a ser igual y que pues la alerta se iba a activar para nada y nunca la activaron”, explicó.

Karina comentó que cuando acudía no le querían entregar el expediente ni documentos, no le daban información suficiente.

En septiembre de 2018 conoció al colectivo de Guerreras en Nayarit, un grupo de familiares de al menos 30 personas desaparecidas en Tepic, Nayarit, encabezado por Virginia Garay, madre de Bryan Eduardo Arias Garay de 19 años, un jovencito desaparecido el 8 de febrero de 2018 cuando iba a trabajar a un puesto de hamburguesas ubicado a tres cuadras de su casa.

“La señora Vicky me preguntó que si me habían dado el expediente y yo le dije que a mí nunca me dieron ningún expediente. Cuando levanté la denuncia miré que ellos (autoridades) hicieron un papeleo y algo, pero nunca me dieron un expediente. La señora Virginia quedó de ayudarme a buscar con las autoridades el expediente, pero resultó que no había nada. No hicieron nada, pasaron dos años y en esos dos años nunca hubo carpeta ni oficios, nada hubo de mi hijo en ese momento”, narró.

Karina Betancourt volvió a interponer la denuncia en octubre del año pasado para que se abriera la carpeta de investigación, “pero pues mi expediente está muy chiquito ahora, muy poquitas hojas, no se ha avanzado gran cosa”, comentó.

A más de tres años no hay ningún rastro ni indicio sobre el paradero de Luis Eduardo, insistió Karina: “Yo no creo que él se fue por su cuenta. Esa vez se nos hizo raro que pasara todo el día y no se reportara”.

La madre del menor desaparecido, que ahora tiene 17 años, indicó que todo este tiempo ha sido muy duro para ella y su familia: “A nadie se le desea que pase este momento”.

La Comisión Nacional de Búsqueda reportó no más de 200 desaparecidos en Nayarit desde el 2006 a 2018. Foto: Guerreras en busca de nuestros tesoros, Nayarit.

DESAPARECIDO EN LA ERA DEL “NARCO-FISCAL”

El año en que Luis Eduardo desapareció, 2015, el Fiscal de Nayarit era Édgar Veytia Camberos, quien ha sido señalado narcotráfico y contrabando de drogas hacia los Estados Unidos a partir de 2013. En enero pasado, el ex Fiscal se declaró culpable de las acusaciones de conspiración para fabricar y distribuir heroína, cocaína, metanfetamina y marihuana desde 2013, mismo año que comenzó su cargo como Fiscal en la administración del Gobernador priísta Roberto Sandoval Castañeda.

Según la Fiscalía de Estados Unidos y de acuerdo con las presentaciones judiciales y los hechos presentados durante el proceso de declaración de culpabilidad, desde enero de 2013 hasta febrero de 2017, Veytia usó su posición oficial como Fiscal general del Estado para ayudar e instigar a las organizaciones de narcotráfico que operan en Nayarit a cambio de sobornos.

“El Diablo”, como se le conocía, fue detenido el 29 de marzo pasado en un intento de cruce hacia los Estados Unidos por supuestos delitos contra la salud cometidos en ese país, y por sus presuntos nexos con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

La detención de Veytia Camberos destapó un escándalo y se señaló que el Gobierno del priista Roberto Sandoval Castañeda solapaba a grupos del crimen organizado, principalmente el Cártel Jalisco, que durante ese sexenio amplió sus operaciones y realizó una serie de “levantones”, extorsiones y ejecuciones, cuyas denuncias no fueron archivadas ni investigadas por la Fiscalía General de Nayarit.

–Con información de EFE

Sugeyry Romina Gándara
Ha trabajado como reportera y fotoperiodista de nota roja en Chihuahua. Los últimos años, ya radicada en CdMx, los ha dedicado a cobertura sobre temas de desaparición, seguridad y víctimas de la violencia.
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