“Carlos”, un oso de antifaz, muere en Zoológico de Chapultepec; llegó al país en 1995

30/04/2022 - 3:59 pm

Carlos superó la expectativa de vida de su especie, ya que murió a los 29 años y en vida silvestre alcanzan una edad máxima de 20 años.

Ciudad de México, 30 de abril (SinEmbargo).– Carlos, uno de los osos de antifaz más longevos en el Zoológico de Chapultepec, Ciudad de México, falleció este viernes a sus 29 años de edad.

La Secretaría del Medio Ambiente capitalina indicó este sábado que el oso superó la expectativa de vida de su especie, pues en vida silvestre alcanzan una edad máxima de 20 años y Carlos lo superó por nueve años, por lo que ya se consideraba como un animal geriátrico.

“El pasado 28 de abril falleció de forma repentina, presentó una insuficiencia cardiaca congestiva y cambios degenerativos asociados a su avanzada edad”, dijo la dependencia en un comunicado.

Carlos nació en el Zoológico de Jersey, Reino Unido, el 11 de enero de 1993, y llegó a México dos años después como parte de los esfuerzos de conservación de la especie en el Zoológico de Chapultepec.

Una vez ahí, se juntó con Arica, quien llegó a la Ciudad de México año y medio después, y juntos procrearon 11 crías.

“Los cuidadores de animales, biólogos, médicos veterinarios y el resto del personal [del Zoológico] lamentamos la pérdida de Carlos, a quien recordaremos como un gran embajador de su especie y de la fauna característica de nuestros países hermanos de Sudamérica y que durante muchos años contribuyó a una importante labor en favor de la conservación de su especie”, expresó la Secretaría.

El oso andino, oso de anteojos, o también llamado oso de antifaz por sus características manchas alrededor de los ojos, es una especie endémica a la región semi-tropical de los Andes en altitudes hasta cuatro mil 700 metros sobre el nivel del mar. Es el único integrante de la familia Ursidae que habita en Sudamérica, y principalmente se encuentra en los países de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y posiblemente en Argentina.

De acuerdo con la Secretaría, está clasificado como una especie vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) porque está siendo amenazada por la pérdida de su hábitat y las actividades humanas. Según expertos, la población de los osos anteojos ha disminuido un 30 por ciento en las últimas décadas.

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