Michael Phelps, la leyenda olímpica de la natación que dejó atrás a Mark Spitz, cumple 28 años

30/06/2013 - 12:00 am
Foto: EFE
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Ciudad de México, 30 de junio (SinEmbargo).- En 2009, una foto circuló por la red mostrando a un emblema deportivo con un “bong” utilizado para inhalar marihuana. Kellog’s, una de las marcas de cereales más emblemáticas, le retiró el patrocinio que tenía vinculado gracias a la imagen que daba hacia los niños del planeta. Michael Phelps (Baltimore, 1985), fue sumamente criticado por la sociedad estadounidense.

Tras declarar que se sentía arrepentido por el suceso mediático, Phelps fue suspendido tres meses por la Federacion de Natación de Estados Unidos, evitando algún conflicto legal por falta de pruebas según los encargados de analizar la situación. El nadador que ha logrado lo que nadie en este planeta, se ha visto envuelto en la difícil tarea de saber mezclar su juventud con lo que implica ser un atleta de alto rendimiento. Los placeres a los que cualquier joven en sus 20 han sido la mayor tentación de quien durante mucho tiempo tuvo el mundo a sus pies.

Michael consume más de 10 mil calorías al día cuando se entrena previo a una competencia. Cinco veces más de lo que a la gente común se le recomienda si hace una hora de ejercicio al día. El atleta que paraba el mundo cada cuatro años durante la justa veraniega donde se reúnen los mejores deportistas del orbe, tiene su hábitat natural en una piscina. Es el agua el elemento donde Phelps construyó posiblemente la historia más grande jamás vista en Juegos Olímpicos. El nadador impuso nuevas marcas que enmarcaban sus hazañas.

Foto: EFE
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Atenas 2004 fue la primera parada olímpica ganadora de un nadador que había hecho mucho ruido desde cuatro años antes en Sidney a pesar de no obtener presea a sus 15 años. La delegación estadounidense, dominadora tradicional en el medallero de los juegos, se ilusionaba con el talento de Phelps. El chico de Baltimore de cara y cuerpo largo, se presentó ante los ojos del mundo para conquistarlo con lo que mejor sabía hacer. Al finalizar la justa, los seis oros ganados a sus 19 años, dinamitaron un interminable seguimiento mediático que le cambió la vida al oriundo de Baltimore.

Un escándalo por conducir en estado de ebriedad, le provocó una multa de 250 dólares más un periodo de conversaciones con jóvenes para hacerles ver la mezcla fatídica que puede llegar a ser volante y alcohol. La vida privada de ese súper hombre estaba expuesta para su desgracia. El alto rendimiento provocó una pérdida de la vida cotidiana para beneplácito del mundo que se entregaba al deleite de verlo recorrer una piscina olímpica cada cuatro años. Los olímpicos siguen siendo ese lugar místico donde los terrenales veían a seres humanos convertidos en símbolos.

Phelps es el atleta más dominante en una piscina que jamás se vio en unos juegos. Ahí, en Pekín, durante 2008. El joven que pedía a gritos una vida normal, se hizo legendario. Tras obtener ocho medallas doradas para superar al mítico Mark Spitz que ganó siete de oro en Munich de 1972. Al terminar Londres 2012, Phelps se retiró con 18 medallas de oro y 22 en total. El legado de Michael llegó a su fin el año pasado. Hoy, cumpliendo 28 años, el ex nadador que hizo historia puede hoy festejar sin la presión de una futura competición. El joven merece una fiesta memorable.

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