Por Estelle Williams

Ciudad de México, 30 de julio (SinEmbargo/HuffingtonPost).- Investigaciones han demostrado los beneficios de la adopción de un estilo de vida orgánico por encima del convencional, en el cual se mueve la mayor parte de población mundial.

Aún así, la tarea de adoptar un estilo de vida completamente orgánico puede ser vista como desalentadora, costosa y demasiado difícil.

Muchas personas reconocen los posibles beneficios de incluir en sus vidas alimentos orgánicos y otros productos de la misma clase, ya sea de limpieza o de cuidado personal, y en ocasiones logran quedarse en el camino con facilidad, sin volver atrás.

Estella Williams, especialista en vida orgánica, recomendó a los que incursionan en este ámbito dar pequeños pasos en un principio. La persona no notará ninguna diferencia en su salud, estado de ánimo, ni niveles de energía, por lo que podrá estar motivado a pasar al siguiente nivel.

Para hacerlo más fácil, Williams reunió siete claves para tomar hábitos ecológicos.

DÓNDE COMENZAR

La comida es sin duda una de las alegrías de la vida y el consumo de alimentos es un gran motivador para abrir los ojos y ver lo se pone en el plato de comida. Entonces, se empieza con la sustitución de algunos de artículos comestibles, diarios o semanales, a cambio de alternativas más naturales, como porciones de frutas y vegetales frescos que son preparados tan pronto como sea posible después de la compra.

Otros alimentos que se acoplan a este plan son los huevos de gallinas; fuentes de carne, en caso de que se pueda garantizar la calidad de vida de los animales durante la producción; el aceite de oliva y de coco, prensados en frío y no sujetos a procesos químicos de extracción.

Asimismo, preparar al menos una comida a la semana, donde se involucre a la familia en la misma cocina y que le dé la oportunidad de descubrir y discutir tanto el origen, como los beneficios de los alimentos que están en sus platos.

ECHA UN VISTAZO

Se debe echar un vistazo a los productores locales cuando se compran alimentos. De esta forma, se está ayudando a la economía local, regional y nacional.

Así, se colaboraría con la comunidad para reducir los gases de efecto invernadero y la reducción de los largos recorridos que hacen los productos cuando son importados de otros países.

También, ayuda a la economía familiar, si se compra a alguien en la comunidad se benefician los miembros de su hogar, proporcionando ingresos y estabilidad en el medio en que se desenvuelven.

MERCADOS DE AGRICULTORES

Conocer de cerca y personalmente a los productores de alimentos del área, preguntarles acerca de sus productos, la temporada, prácticas de cultivo y formas de llevar los productos al mercado, son importantes para tener un estilo de vida orgánico.

Si no se tiene un mercado cercano que llene estas características, hay que buscar un servicio de entrega de productos orgánicos.

“Si usted compra en un supermercado grande, quién sabe si lo que está viendo en los estantes es de temporada o si ha estado en almacenamiento en frío durante meses. Yo sé donde quiero poner mi dinero”, enfatizó Williams en su blog del HuffingtonPost.

LEER ETIQUETAS

Muchos alimentos que llenan el carrito de la compra en estos días son irreconocibles si se les compara con el estado que tenían cuando comenzaron.

Estar en el supermercado es también tomar algún tiempo para leer las etiquetas y el panel de la nutrición.

Si hay algunos ingredientes que no sean reconocibles, entonces hay que preguntarse con que otros productos habría que mezclarlos, y visualizar el resultado final. Williams recuerda la regla de la “nana”, que consistente en preguntar a la abuela sobre el producto, “ ¡si ella no sabe lo que es, entonces, no hay que comerlo!”.

COMPRAR EN LAS AFUERAS

Y con esto Williams no se refiere a hacer compras en las afueras de la ciudad, sino de los propios supermercados

De acuerdo con la especialista, muchos supermercados tienen un orden en el estante de los productos que deja los alimentos de mayor valor nutrimental en los pasillos perimetrales.

Ahí se colocan las frutas, verduras, carne y pescado. Mientras que en el centro, probablemente están los refrescos, dulces y otros alimentos chatarra.

SEMBRAR ALGO

Puede que no se tenga el espacio para un jardín de vegetales por completo, pero todo el mundo puede encontrar un lugar en la ventana para alojar una maceta pequeña de una o dos hierbas.

Se podrían sembrar tomates, fresas, o con mayor espacio, una gran cantidad de verduras.

Este proceso con riego regular se recompensa con excelente sabor. Además, si no se quiere cocinar, se puede recortar algunas hierbas frescas y picar como se desee. Y claro, será probablemente el alimento con más vitaminas durante todo el día.

MENOR RIGÍDEZ

Por último, no hay que ser demasiado entusiasta acerca de los intentos de adoptar un estilo de vida orgánico. Williams insiste en tomarse las cosas paso a paso. El proceso requiere experimentar y aprender sobre lo que se consume, que al final el beneficio es la felicidad en la ingesta de comida diaria.

 

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