Cientos de partidarios del nacionalismo se reunieron en la céntrica Plaza San Martín para participar en una concentración que tuvo como oradores principales a Humala y su esposa, Nadine Heredia, quien preside el PNP.

Asistieron también el precandidato nacionalista a la Presidencia, Milton Von Hesse, y los exministros Daniel Urresti y Alberto Otárola, así como congresistas de Gana Perú.

Al dirigirse a sus seguidores, Humala destacó las inversiones estatales y los programas sociales del Gobierno y afirmó que ninguna otra gestión se ha preocupado por la educación como la suya, que le ha destinado más del 3 por ciento del producto interno bruto.

Aseguró además que el legado del nacionalismo será que “a este país ya nadie lo detiene” y que las próximas administraciones deberán mantener esos logros.

“Los siguientes gobiernos no podrán reducir el impulso que los nacionalistas le han puesto a la educación”, indicó.

El gobernante dijo que se necesita “invertir en la gente hoy en día más que en los recursos naturales” y enfatizó que “esa es la siguiente política de Estado que el Gobierno deja a las siguientes administraciones y en las cuales no debe haber retroceso.”

“Eso el pueblo no lo va a permitir”, remarcó.

Humala añadió que, “a pesar de la juventud del Partido Nacionalista”, este ha logrado “en diez años lo que muchas fuerzas políticas no han alcanzado jamás”.

“Por lo tanto, larga vida al nacionalismo y al país porque vamos a seguir trabajando”, concluyó.

La actividad celebró la primera década de fundación del PNP y también los 15 años de la sublevación que dirigió el entonces comandante del Ejército Ollanta Humala contra el gobierno de Fujimori en la localidad de Locumba, en la región sureña de Tacna.

Acompañado por su hermano Antauro, un exmayor del Ejército, y por un grupo de soldados, Humala protestó con una marcha por varios pueblos andinos contra la segunda reelección de Fujimori, quien por entonces estaba inmerso en un escándalo de corrupción junto a su asesor Vladimiro Montesinos.