“Bordando por la paz” despedirá a FCH con miles de pañuelos con los nombres de los muertos de este sexenio

30/11/2012 - 10:15 am

Por Paula Escalada Medrano

México, 30 nov (EFE).- Cientos de pañuelos bordados con hilo color sangre serán expuestos este sábado en la capital mexicana para despedir simbólicamente al presidente Felipe Calderón y contar las historias de los miles de muertos que ha dejado el narcotráfico y la violencia en el último sexenio.

“Bordar es un acto reflexivo que hace que cada vez que repasas el nombre que estás bordando, el caso que estás bordando, lo haces tuyo y te identificas, se humaniza la acción, a la víctima”, contó a Efe en una entrevista Rosa Borrás, miembro del colectivo “Bordando por la Paz” de la ciudad de Puebla.

Surgido el pasado año en la capital mexicana, este movimiento ha crecido hasta el punto de que ya han recopilado centenares de pañuelos que cuentan las historias de esas víctimas que llenan periódicos un día, y al otro ya nadie las recuerda.

Los pañuelos tienen cuatro o cinco frases cortas que describen quién, cómo y dónde murió. “Nuestra intención es darle voz y visibilidad a cada una de las víctimas para que se deje de pensar en ellas como una cifra y una estadística, que se vuelva a tomar conciencia de que es una persona que falleció, que deja familia”, explicó.

Este sábado, más de dos mil pañuelos se expondrán juntos por primera vez en el Parque de la Alameda de la capital mexicana el día en que Felipe Calderón, del Partido Acción Nacional (PAN), entrega el poder a Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

“Queremos hacer una manifestación pacífica, ciudadana, apartidista, para despedir a Calderón con la estela de muertos que nos deja y hacerle saber a Peña que no vamos a tolerar seis años más de lo mismo”, dijo Borrás.

La ola de violencia que azota a México se ha cobrado la vida de más de 50 mil personas desde diciembre de 2006, cuando Calderón llegó al poder y lanzó un combate frontal al narcotráfico con la participación de miles de militares.

Aunque la iniciativa de bordar surgió como algo íntimo, pronto se expandió y en agosto de 2011 se celebró el primer bordado colectivo. Desde entonces, una vez por semana decenas de personas se reúnen en plazas públicas de varios estados para bordar los pañuelos con los sucesos que aparecen en las noticias.

“En muchos casos las familias no pueden obtener la justicia para las víctimas porque el sistema judicial mexicano no funciona y la única forma en la que ellos pueden tener un reconocimiento de esa pérdida es a través del pañuelo”, aseguró Borrás.

“Sabemos que el acto de bordar y la manifestación no va a cambiar las estructuras ni las políticas del Gobierno, pero sí ha facilitado que establezcamos muchos vínculos entre nosotros, entre los ciudadanos, se ha logrado empezar a restablecer el tejido social”, contó.

Señaló que entre las personas que se reúnen a bordar hay familiares de víctimas o desaparecidos, pero sobre todo mucha gente que se solidariza con la causa.

“Ya no podemos estar indiferentes, no podemos no hacer nada precisamente porque no sea mi caso” dijo a Efe Elia Olea, otra integrante del movimiento, esta vez en la Ciudad de México.

Fue una de las fundadoras de esta iniciativa que pronto se extendió a otros estados como Jalisco, Morelos, Puebla o Nuevo León.

Gracias a las redes sociales, contó, el movimiento se ha llegado a reproducir incluso en otros países como Chile, Argentina o Perú, que también bordan las historias de México.

“Hay gente mexicana y otros que simplemente le tienen un gran cariño a México y se solidarizan con nuestra causa”, añadió Olea.

El objetivo final de los pañuelos es que un día puedan formar parte de un memorial ciudadano en el que la sociedad haga un reconocimiento a todas las víctimas de la violencia. EFE

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