La historia de Michelle Avila y Christian Kent, los modelos que murieron abrazados en una cama

30/11/2018 - 9:37 pm

Michelle Avila y Christian Kent soñaban una vida juntos, deseaban independizarse pronto; no obstante, aquel fatídico 14 de octubre, sus planes se verían interrumpidos para siempre. Una sobredosis de heroína daría fin a su historia, mas la muerte los sorprendió juntos, paradójicamente, como querían vivir.

Ciudad de México, 30 de noviembre (SinEmbargo).- Ante los ojos del mundo y de las redes sociales, Michelle y Christian representaban el claro ejemplo de lo que debe ser una pareja perfecta. Así era su vida, o al menos, así lo querían hacer ver.

Michelle Avila y Christian Kent eran una pareja de jóvenes que se dedicaba al modelaje. Vivían en Newport Beach, Condado de Orange, California. Ella contaba con 23 años de edad y él con tan sólo 20; ambos denotaban una vida de ensueño. Cientos de fotos en sus redes mostraban placer, ese placer que se adquiere y se siente cuando se está con la persona indicada en los momentos indicados. Y es que ellos siempre compartieron imágenes de los lugares que frecuentaban, donde imperaba el deleite, el regocijo.

De cuerpos torneados, lúcidos, rubios, y sobre todo, dichosos, así se mostraban. Todo parecía tan dichoso… pero sólo parecía; pues detrás de esos resplandecientes días, se escondían horas de penumbra. Los radiantes jóvenes que reflejaban goce, consumían drogas, mismas que marcaron el fatal desenlace de sus breves existencias. Aparentemente, una sobredosis de heroína dio fin a su cuento de hadas.

Fue el 14 de octubre pasado. Tras una noche de fiesta, regresaron a la que, en sus días de niñez, habría sido el hogar de Michelle. Eran las 12:30, no tan tarde en realidad. La agotada joven se despidió de su madre con un ¡Buenas noches!, entró a la habitación junto con su novio, se recostaron e hicieron el amor…sí, su último acto de amor, y durmieron profundamente. Sería la última vez que Adriana escucharía la voz de su hija.

Al día siguiente, Adriana, como cualquier otro día, salió a trabajar. Volvió a las 4 de la tarde y percibió una quietud inusual. ¡Michelle! ¡Michelle!, comenzó a llamarla, tocó la puerta una y otra vez; nadie respondió. Entonces entró a la habitación y presenció la más terrible escena: su pequeña estaba inerte, gélida, y con ella, Christian, su amor.


La devastada madre no entendía qué era lo que había ocurrido; cómo es que los corazones de la regocijante pareja habían dejado de latir.

Hasta ese momento, nadie sabía que Michelle y Christian consumían drogas. Era un secreto profundo que los modelos siempre quisieron mantener oculto. En realidad, los exámenes toxicológicos van a demorar un tiempo más; empero, los oficiales que acudieron al lugar el día de la tragedia y expertos, explicaron a los padres que la causa de las muertes fue una sobredosis de estupefacientes.

“Dos niños hermosos. Eran como Romeo y Julieta. Los dos murieron abrazándose uno a otro”, así los recuerda Paulo, el padre de Michelle.


Él nunca supo descifrar los porqués que los obligaron a adentrarse en el mundo de las drogas: “¿Por qué les pasó a ellos? ¿Por qué lo hicieron? ¿Qué pasó para que llegaran a ese punto?”, se cuestiona Paulo, entre lágrimas.

Hoy sólo desea que la experiencia de Michelle no pase desapercibida, y que sirva de ejemplo para aquellos jóvenes y padres que se encuentran en una situación similar.

“Los padres necesitan saber que sus hijos no están a salvo. Ésta es la prueba de que lucen perfectos, pero no son perfectos. Mi misión es enviar un mensaje. Mostrar cómo la gente hermosa puede hacer algo así. Nada te protege”.

La Agencia de Salud de Orange County informó que, entre los años 2000 y 2015, hubo un incremento del 88 por ciento de muertes por sobredosis . Y entre 2011 y 2015, siete de cada 10 individuos consumieron opioides [la heroína es un tipo de opioide].

 

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