Redacción/SinEmbargo
01/01/2015 - 12:00 am
Ni olvido ni cansancio: ¿Quién atacó a SinEmbargo?
Ciudad de México, 1 de enero de 2015. En 2014, en medio del clima de incertidumbre y desolación que vivió el país en los últimos meses, un evento fue importante para SinEmbargo: el ataque que sufrieron sus periodistas por distintas vías. Una campaña financiada con suficiente dinero que buscó el descrédito del medio y además […]
Ciudad de México, 1 de enero de 2015.
En 2014, en medio del clima de incertidumbre y desolación que vivió el país en los últimos meses, un evento fue importante para SinEmbargo: el ataque que sufrieron sus periodistas por distintas vías. Una campaña financiada con suficiente dinero que buscó el descrédito del medio y además manchar la reputación de quienes en él laboran.
Ciertamente fue un cierre de año espectacular en el peor sentido. La desaparición de los 43 normalistas ratificó que la violencia en México continúa y que miles de familias siguen padeciendo el secuestro, la extorsión, la desaparición y la muerte. La economía por segundo año no respondió, a pesar de que Estados Unidos muestra signos de recuperación y de que el PRI había heredado del anterior gobierno estabilidad; el peso volvió a sentir una presión que se había olvidado, las reservas internacionales se estabilizaron y dejaron de crecer, en tanto que el fraude financiero de Ficrea recordó el despojo del que muchos fueron objeto en años en los que los priistas gobernaron.
También se dieron los casos escandalosos de las mansiones de Angélica Rivera Hurtado y Luis Videgaray Caso, financiadas o regaladas o intercambiadas por Grupo Higa, de un constructor ampliamente beneficiado por el gobierno de Enrique Peña Nieto en el Estado de México y que, además, ya le hincó el diente al gran pastel de las macro obras de la presente administración federal.
En medio de todos los escándalos fue que SinEmbargo recibió este ataque. Muchas noticias mandaron a un segundo plano, en las mismas páginas de este periódico digital, este evento.
Pero si alguien en la oscuridad estaba pensando que lo íbamos a olvidar, se equivoca. Es un agravio a los periodistas de este medio, y es también un ataque a todos aquellos que creen en la libertad y pelean por la independencia en este país.
Si alguien estaba pensando que SinEmbargo ya dio por concluido este capítulo se equivoca: con todo el vigor seguimos exigiendo que el Estado mexicano nos diga quién fue, con qué dinero y por qué el ataque a este medio de comunicación y a los periodistas que lo conformamos.
Hemos cooperado con las autoridades; personal de esta empresa, de todos los niveles, ha rendido declaraciones y se han entregado, conforme se han solicitado, correos electrónicos, direcciones web, fotos, videos, pistas y demás material reunido para que quienes están a cargo de la investigación den con los culpables de la campaña de difamación a directivos y demás personal.
Tarde o temprano, porque es una regla de la vida, saldrá quién o quiénes fueron los culpables de este ataque. Creemos que dar con ellos y aplicarles todo el peso de la ley coadyuvará a terminar con este clima de incertidumbre. No es sólo SinEmbargo: es la labor de los periodistas en su conjunto la que fue vulnerada.
En 2015 nuestra exigencia sigue siendo la misma: ¿Quién fue y por qué el ataque a SinEmbargo?
Que no piensen los cobardes que desistimos; el dinero que usaron para pagar una campaña de difamación es suficiente para que mañana contraten sicarios; no cerramos los ojos a esa posibilidad.
Ni bajamos la guardia, ni nos cansamos, ni olvidamos.
Ahora, hasta que paguen.
Los contenidos, expresiones u opiniones vertidos en este espacio son responsabilidad única de los autores, por lo que SinEmbargo.mx no se hace responsable de los mismos.
más leídas
más leídas
opinión
opinión
destacadas
destacadas
Galileo
Galileo