Ciudad de México, 31 de marzo (SinEmbargo).- El Presidente Enrique Peña Nieto devolvió el brillo de poder a Palacio Nacional con más de 50 eventos públicos y comidas privadas en poco más de 100 días de gobierno. Pero alrededor del edificio donde Benito Juárez murió en 1872 y Victoriano Huerta le dio el golpe militar a Francisco I. Madero, la vida sigue igual. La vida de cientos de indigentes.
No obstante el regreso del Poder Ejecutivo a Palacio Nacional, para los adultos que llenan las calles en el primer perímetro de la Ciudad de México no hay ningún programa específico, según una consulta en el Gobierno del Distrito Federal (GDF).
Ni siquiera se sabe cuántos son. Pero bastan los ojos para hacer la postal del centro capitalino a las 12 de la noche: los cajeros automáticos de los bancos Santander y Banorte en Madero sirven de casas para las mujeres; Motolinia es un dormitorio de hombres y las esquinas de Venustiano Carranza están para que grupos de jóvenes se enreden entre cobijas. Otros, sólo deambulan.
Un cálculo de un asesor en la Secretaría Social del GDF indica que la tercera parte de los tres mil 282 indigentes, contados por el Censo de Población de Calle del Programa Invierno 2011, está en el primer cuadro, ahí donde ahora despacha el Presidente.
Con la inauguración de la Alameda Central, el entonces Jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, anunció que los indigentes serían retirados del Centro Histórico. Hasta ahora, el plan se ha postergado. Acaso la Alameda ha dejado de ser dormitorio, pero a Madero –la principal vía hacia el Zócalo– la llenan decenas de hombres y mujeres sin casa, cada día y cada noche.
En cuanto a Palacio Nacional, la nueva vida en su interior que según su Conservaduría costó 57.2 millones de pesos, deslumbra. Sin embargo, esos 40 mil metros cuadrados de terreno, los cientos de vidrios coloreados que llenan los salones de una luz intensa y siempre renovada, la agradable temperatura de sus muros antiguos corresponden en exclusiva a una armonía interna.
EL PRESIDENTE HA VUELTO A PALACIO
A diferencia de siete de sus antecesores, Luis Echeverría, José López Portillo, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón, Peña Nieto ha utilizado en estos primeros días de gobierno a Palacio Nacional como escenario político.
Este estilo lo inauguró el 1 de diciembre, al recibir la Bandera Nacional y tomar protesta a su gabinete. Desde ahí, pronunció su primer mensaje a la nación. El 3 de diciembre, el Presidente de México reveló a los integrantes del gabinete legal.
El 14 de diciembre recibió al boxeador Juan Manuel Márquez y ese mismo día recorrió el palacio con periodistas. Comió después con Miguel Mancera, Jefe del Gobierno capitalino.
El 17 de diciembre Peña Nieto encabezó la sesión extraordinaria del Consejo Nacional de Seguridad y el 26 de febrero promulgó la Reforma Educativa, el acto político más emblemático de su gobierno hasta ahora. Cuando su gobierno cumplió cien días, acudió al Patio Central del Palacio Nacional.
