El cambio climático traerá guerras civiles, crisis de refugiados y enfrentará a naciones, alerta la ONU

31/03/2014 - 12:05 am
En Sinaloa, México, cada vez muere más ganado debido a la falta de agua y de comida y al aumento de la temperatura. Foto: Cuartoscuro
En Sinaloa, México, cada vez muere más ganado debido a la falta de agua y de comida y al aumento de la temperatura. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 31 de marzo (SinEmbargo).– El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dio a conocer la segunda parte de un nuevo informe donde alerta que el calentamiento global puede traer guerras civiles, contiendas entre naciones y una nueva ola de refugiados, que se verán obligados a abandonar sus países ante las variaciones en el clima y la falta de alimentos y agua.

Los expertos  y científicos que participan en el informe explicaron que los daños producidos por el calentamiento global no detonarán la violencia como tal, sino que en realidad es un factor que vuelve más delicadas las situaciones peligrosas, es decir, hay un riesgo por posibles disputas por los recursos, como el agua y la energía, el hambre y el clima extremo que exacerbarán en algún grado la desestabilización en el mundo.

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático fue creado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) para evaluar los riesgos asociados al fenómeno del cambio climático. Esta formado por más de 3 mil expertos de mas de 100 países.

El cambio climático que ha provocado el ser humano tiene ya consecuencias graves en todos los continentes y los océanos, pero la situación empeorará si no se actúa en breve para impedirlo, asegura la segunda parte del informe del IPCC.

No sólo está haciendo que se derritan los glaciares, sino también que cambien los ecosistemas y que la amenaza sea aún mayor para las especies en peligro de extinción.

Asimismo pone en peligro la cadena de alimentación humana en todo el mundo. Actualmente se está registrando un importante retroceso de la cosecha de trigo y maíz, según señala el informe que se ha presentó en la ciudad japonesa de Yokohama.

El argentino Vicente R. Barros, que codirigió el reporte, alertó que uno de los principales riesgos del cambio climático es la falta de preparación para sus consecuencias.

“En muchos casos no estamos preparados para hacer frente a los riesgos que estamos enfrentado por el cambio climático. Las inversiones en una mejor preparación pueden reportar dividendos tanto para el presente como para el futuro”.

Chris Field, otro de los autores del informe, dijo que se están registrando acciones de adaptación para reducir los riesgos del cambio climático, pero que se están centrando más en los hechos pasados que en el futuro.

Los expertos advirtieron que los efectos del cambio se están sintiendo desde el trópico a los polos y tanto en pequeñas islas como grandes continentes, en los países más ricos y en los más pobres.

“El informe concluye en que la gente, las sociedades y los ecosistemas son vulnerables a lo largo del mundo, pero con diferentes vulnerabilidades en los distintos lugares. El cambio climático interactúa en muchas ocasiones con otras situaciones de estrés aumentando el riesgo”, explicó Field.

Tras días y noches de debates, los investigadores y representantes gubernamentales consiguieron consensuar la formulación del nuevo informe, el segundo de tres partes, que no sólo muestra las consecuencias del calentamiento global, sino que también deja en claro cómo actuar para impedirlo. Se trata de una base importante para las negociaciones políticas sobre este tema.

En la primera parte del informe, el IPCC ya presentó en septiembre resultados alarmantes: el nivel del mar aumenta cada vez con mayor rapidez, las temperaturas suben década tras década y los océanos se vuelven ácidos. “La primera parte del informe ya dejó bien claro que necesitmos una adaptación para todos los casos”, dijo en Bruselas Stephan Singer, experto en cambio climático de la organzación World Wild Foundation (WWF).

La segunda parte del informe fija su mira sobre todo en grupos sociales como los nómadas o los agricultores en África. “No basta con observar el cambio en el clima, también hay que ver la sociedad a la que afecta”, dijo Joern Birkmann de la Universidad de Naciones Unidas en Bonn en base a sus investigaciones.

El primer Informe de evaluación del IPCC fue realizado en 1990 y ayudó a la creación de la Convención Marco sobre el Cambio Climático; el segundo se publicó en 1996 y fue clave en las negociaciones que concluyeron en la adopción del Protocolo de Kioto en 1997; el tercero se publicó en 2001 y el cuarto y penúltimo informe fue publicado en 2007, según consta en el Resumen del Cuarto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático.

En este último informe (2014) Chris Field, vicepresidente del IPCC, dijo que la nueva postura supone un gran cambio respecto de hace siete años, pues destacó que el resumen que leyeron los gobernantes y políticos a principios de 2007 no mencionó problemas de seguridad. “Ya hay suficiente humo en diversas partes y es necesario que prestemos atención a la coyuntura”, dijo el profesor de seguridad y medio ambiente de la Universidad de Ohio, Geoff Dabelko a la agencia Associated Press

NI AIRE QUÉ RESPIRAR

Con el cambio climático se multiplicará la migración de personas en la búsqueda de comida y agua. Foto: Efe
Con el cambio climático se multiplicará la migración de personas en la búsqueda de comida y agua. Foto: Efe

De acuerdo con el IPCC las concentraciones de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso registraron un aumento, según dieron a conocer los científicos en su último informe de 2007, es decir, desde 2001 ya se había notado un incremento en la concentración de estas sustancias en la atmósfera.

En dicho análisis, los expertos indicaron que estos resultados se deben a las actividades humanas registradas desde 1750, y “exceden, con mucho, los valores preindustriales determinados por testigos de hielo que abarcan varios miles de años”, de acuerdo con el Resumen del Cuarto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático.

En el informe de 2007 se dio a conocer que “once de los últimos doce años [1995-2006] están en el ránking de los doce años más calurosos en los registros de temperaturas de superficie instrumentalizados [desde 1850]”.

También se detalla que “los incrementos en las concentraciones de dióxido de carbono son debidos fundamentalmente a los combustibles fósiles, al uso y a los cambios en el uso de suelo; los aumentos en las concentraciones de metano y óxido nitroso se deben principalmente a la agricultura”.

Sin embargo, en el actual informe se estima que “la subida de las temperaturas de un sólo grado centígrado en regiones templadas como Norteamérica o Europea provocaría descenso en los principales cultivos de estas zonas (trigo, arroz y maíz)”.

Respecto al aumento de temperatura, el cuarto informe proyectó “que para las próximas dos décadas, se espera un calentamiento de unos 0.2 grados centígrados. Si las concentraciones se hubieran estabilizado en los niveles del año 2000, podría esperarse un calentamiento de 0.1 grado centígrado por década”.

Aparte del daño que ocasionan las altas concentraciones de contaminantes del ambiente derivados del aumento a la temperatura, la agricultura y las industrias, el reciente análisis destaca que “la bajada del rendimiento de la agricultura se vería agravado por el aumento de la demanda de productos alimentarios a nivel global, estimado en el 14 por ciento para 2050″, lo que resultaría como un factor de riesgo para la seguridad como destaca al inicio del texto elaborado por la ONU.

Al detectarse problemas en la agricultura “aumentaría de forma indirecta” el riesgo de conflictos violentos entre países o entre comunidades, las protestas y otras formas de inestabilidad social provocadas por la pobreza o la dificultad para satisfacer necesidades básicas”, según destaca el actual análisis.

El reporte pasado ya indicaba los riesgos en el sector de alimentos, fibra y productos forestales, tales como un descenso en la productividad de los cultivos en latitudes bajas con incremento en el riesgo de hambruna; aumento en la frecuencia de sequías e inundaciones; un crecimiento en la explotación de madera para fines comerciales, así como problemas en la producción de peces.

Actualmente en el nuevo informe se advierte sobre “algunas regiones ubicadas en altas latitudes -como Rusia- podrían beneficiarse de estos efectos al disponer de temporadas de cultivo más largas y más terrenos aptos para este fin por el deshielo, otras zonas podrían verse perjudicadas por las sequías y otras condiciones climáticas extremas”.

EFECTOS PROBADOS

Entre los “efectos probados” que menciona este último análisis se mencionan sequías frecuentes e intensas, inundaciones, cambios en el suministro de alimentos, un menor  rendimiento de los cultivos, efectos adversos sobre la salud, degradación de los hábitats y extinción de especies animales.

Además, desde años atrás, ya se había documentado sobre los efectos del calentamiento global, pues desde el Tercer Informe (realizado en 2001), los científicos concluyeron que “la mayoría del calentamiento observado durante los últimos 50 años se debe probablemente al aumento en las concentraciones de gases de efecto invernadero”. El calentamiento observado de la atmósfera y el océano, junto con la pérdida de masa de hielo, apoya la conclusión de que es extremadamente improbable que el cambio climático de los últimos cincuenta años sea explicado sin forzamientos externos, y muy probable que no sea debido a causas naturales conocidas” destacó en aquel entonces.

EL PANORAMA PARA MÉXICO

Entres diciembre y enero Tabasco fue afectado por un frente frío que dejó a miles sin hogar. Foto: Cuartoscuro
Entre diciembre y enero Tabasco fue afectado por un frente frío que dejó a miles sin hogar. Foto: Cuartoscuro

En el año 2011 autoridades federales dieron a conocer que México enfrentaba la peor sequía en 70 años, por lo que la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) arrancó con un programa de abastecimiento para mil 500 comunidades en 28 entidades del país, donde se identificó que en estados como Sonora, Chihuahua, Coahuila, Durango, Nuevo León y Zacatecas había gran escasez de lluvias en aquel año.

El entonces director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), José Luis Luege Tamargo, dijo que “el problema del fenómeno que tuvimos este año [2011], la gente no lo percibe tanto, pero viene después, porque no tenemos agua, no vamos a tener la misma producción de maíz, trigo, alimentos en general, y probablemente se ligue 2012 también como año seco”.

En ese contexto el ex Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Juan Rafael Elvira, advirtió que también el frío sería el más intenso y alertó que 2012 sería el año de escasez de agua con impacto en la población, la agricultura y la ganadería.

Durante el dialogo Mexico y los Desafíos del Cambio Climático celebrado entre legisladores y sociedad civil en 2012, se advirtió la necesidad de tener en el corto plazo un nuevo calendario agrícola adaptado a las condiciones que impone el cambio climático ya que pone en riesgo la disponibilidad de alimentos básicos como el maíz, el trigo, el frijol y el arroz.

Carlos Gay, coordinador del Programa de Investigacion de Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de Mexico, sugirió hace dos años la reorientacion del Fondo Nacional para la Atención a Desastres para que 10% de su presupuesto anual se destine a las acciones de adaptación y mitigación al cambio climático en los estados.

“No se ha invertido lo suficiente en ciencia y cambio climático y la ley contempla medidas muy débiles en este sentido…No seria mejor que e lugar de estar invirtiendo mas de 34,000 millones de pesos en combatir los efectos de la sequía, hubiéramos invertido el 10% de estos recursos en adaptación”, cuestiono el académico.

Cuestiono también que mientras en Mexico se gastan 900 millones de pesos en la organización de un desfile, no existan recursos para fomentar el desarrollo de tecnologías locales para enfocar el presupuesto en acciones efectivas y no en parches que no solucionan problemas de fondo, como es el caso de Tabasco que año con año rebasa sus niveles históricos de inundaciones.

El año pasado, México registró una de sus temporadas más frías a principios del año, lo que provocó la bajas tanto en ganadería como en cultivos.

En junio pasado, Tabasco fue uno de los más afectados tras registrarse el Frente Frío número 20, pues incluso la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) logró asegurar cerca de 12 .1 millones de hectáreas y 9.9 millones de animales, principalmente de productores de bajos ingresos, ante la contingencia climatológica.

En enero de este año se dio a conocer que durante 2013 en Puebla se registró una caída del 14.6 por ciento en la producción de maíz comparada con el 2012, por lo que los campesinos de ese lugar alertaron que este año podría registrarse el doble de pérdidas por los frentes fríos, según informó Efraín García Bello, presidente de la Confederación Nacional de Productores de Maíz de México.

A pesar de lo anterior, Raúl Rivera Palacios jefe de Proyecto del Servicio Meteorológico Nacional, dijo el jueves pasado en Yucatán que los efectos del cambio climático estaban descartados en nuestro país y añadió que “no hay una modificación en el padrón del clima que implique una variación en la vida en el territorio nacional”, según el diario Yucatán Ahora.

Sin embargo, reconoció existe la posibilidad de que el calentamiento global provoque el cambio climático, y en México, si llegara a suceder, podría darse el aumento en la temperatura en la mayor parte del territorio nacional, disminución en las precipitaciones pluviales en el norte del país, lo que sería propensa a una sequía, según informó el especialista.

LAS POLÍTICAS PÚBLICAS DEL CAMBIO CLIMÁTICO

Las variaciones en la temperatura del hemisferio norte y sur están menos sincronizadas de lo que se creía, advierten expertos. Foto: Efe
Las variaciones en la temperatura del hemisferio norte y sur están menos sincronizadas de lo que se creía, advierten expertos. Foto: Efe

El 14 de marzo pasado se realizó en Los Cabos, Baja California, el XIX Foro de Ministros de Medio Ambiente de América Latina y el Caribe, donde los integrantes de dicho encuentro acordaron promover un programa de cooperación regional sobre cambio climático en áreas de interés común.

Los delegados del foro anunciaron el proyecto que fue diseñado y coordinado conjuntamente por México como presidente del foro, y Perú como sede de la Conferencia de las Partes de la ONU sobre Cambio Climático (COP20), que se celebrará en Lima en diciembre de este año, el objetivo es “adoptar acciones ante las consecuencias derivadas del aumento de la frecuencia de eventos climáticos extremos”, según expresaron los integrantes del nuevo plan.

“Los impactos negativos del cambio climático en América Latina y el Caribe afectan al bienestar y calidad de vida de sus habitantes así como sus perspectivas de desarrollo”, señaló el documento.

Por su parte el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) dio a conocer en julio pasado en el estudio libro La arquitectura financiera para el cambio climático en México que “para que México pueda cumplir con la meta de reducir 30% de sus emisiones al 2020 y el 50% al 2050, el país requiere de una planeación climática que le permita desarrollar una serie de instrumentos que darán vida a una política y a una arquitectura institucional que disponga de los recursos internacionales y nacionales dentro del proceso de asignación de recursos para acciones de mitigación y adaptación, así como para distribuir y hacer uso eficiente de los recursos para el cambio climático de manera transparente e incluyente”.

La tercera parte del documento que emita El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático subrayará las posibles formas de frenar el cambio climático y se publicará en abril en Berlín. Después, en una cumbre en París, prevista para 2015, se afrontará la creación de un nuevo tratado climático internacional que reemplace al Protocolo de Kioto de 1997 cuya primera fase venció en 2012, según explicó el borrador del reciente Informe de evaluación del IPCC.

 

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